El Consejo Coordinador Empresarial señaló que es necesario abrir a la empresa paraestatal a la inversión privada y romper con el monopolio que estanca al sector energético del país.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, señaló que es necesario abrir a la empresa paraestatal a la inversión privada y romper con el monopolio que estanca al sector energético del país.
Ya “es hora de superar el mito de un nacionalismo ligado a un monopolio petrolero exaltado por restricciones que lo asfixian” y que pueden dejar fuera al país de la mayor revolución energética en el mundo en los últimos 100 años, advirtió ante el presidente Enrique Peña Nieto.
Por ello, Gutiérrez Candiani destacó la importancia de sacar adelante reformas verdaderamente estructurales en el corto plazo, porque “ya no podemos quedarnos con cambios superficiales, misceláneas o ajustes provisionales”.
Durante el acto de toma de protesta como presidente del organismo para el periodo 2013-2014, el líder empresarial dijo que las reformas energética y hacendaria son de las más urgentes para el país.
En materia energética, refirió que a futuro se perfilan cambios radicales en el consumo y un aumento en la producción mundial de hidrocarburos, lo que en el mediano y largo plazos significarán precios a la baja, y de no prepararse con inversión y tecnología se prevé un importante riesgo.
Por eso “el sector empresarial se pronuncia en contra de la privatización de Pemex y en favor de la apertura de las inversiones públicas y privadas para potencializar el sector y a la economía”, enfatizó durante su discurso.
Dijo que lo que quieren los empresarios son empresas públicas modernas y eficientes con autonomía y capacidad de gestión que puedan participar en asociaciones estratégicas en una fórmula de ganar-ganar.
Gutiérrez Candiani dijo que la apuesta es detonar una derrama de más de 300,000 millones de dólares de nuevas inversiones en el sexenio de la riqueza en hidrocarburos.
Manifestó que con la misma urgencia se necesita una reforma hacendaria que incremente en por lo menos cuatro puntos porcentuales la recaudación tributaria que hoy no pasa de 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
En este sentido, consideró, mientras no lo hagamos no tendremos estabilidad macroeconómica y finanzas públicas realmente sólidas desde una perspectiva de largo plazo.
Reiteró que el sector empresarial busca una reforma fiscal competitiva y desde la formalidad para ampliar la base de contribuyentes, acompañada de una mayor rendición de cuentas y transparencia en el gasto público.
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