martes, 25 de junio de 2013

Televisa: dueña del balón y de la cancha

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0.
AUTOR: ESTELA GARRIDO.

La injerencia de Televisa en la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) se remonta a los años 70, cuando Emilio Azcárraga Milmo, propietario del Estadio Azteca, albergó la sede del primer Mundial de Fútbol en México en 1970.

Pasaron tres Copas del Mundo y México quería volver a auspiciar el máximo circuito de fútbol a nivel internacional, así que Televisa designó, para conquistar a la FIFA y ganar la sede del Mundial de 1986, a Guillermo Cañedo, quien había sido contratado por Azcárraga Milmo para ser el presidente del Club América, propiedad de Televisa.

“La injerencia de Televisa comienza en buena medida con la organización del Mundial de México 1986, ese mundial prácticamente lo organizó Televisa”, explica Samuel Martínez, director de la Red de Investigadores del Deporte, Cultura Física, Ocio y Recreación.

Además de jugar un importante papel en la organización de dos eventos deportivos a nivel mundial, la televisora comenzó a adquirir más clubes futbolísticos en el país y a convertirse en el jugador de más peso en la FMF.

“Televisa entendió que no sólo importaba transmitir el fútbol, sino también tener control del contenido. Se hizo cargo del América, el Necaxa, las Cobras… porque de alguna manera eso le ayudó a asumir una posición ventajosa en la toma de decisiones de cómo se administra el fútbol a nivel general”, afirmó Jorge Witker, comentarista deportivo de Grupo Radio Fórmula.

Duopolio y la junta de dueños

“Para qué queremos una federación (como la FMF) que tome las decisiones si al final hacemos lo que las televisoras quieren”, decía Alberto de la Torre, quien fue presidente de la FMF del 2000 al 2006.

Ante la presión de Televisa y TV Azteca para tomar decisiones administrativas, De la Torre salió y se creó la Junta de Dueños de los equipos de futbol de la primera división, integrada por Jesús Martínez, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Jorge Vergara, entre otros.

En dichas reuniones, el dueño más poderoso es Azcárraga Jean quien, aliado con Salinas Pliego, dueño de Monarcas, “formaban el grupo de la voz cantante en la junta de dueños”, explica Witker.

“Ellos ponen a Justino Compeán al frente de la Federación y a Decio de María en la ahora Liga MX, para que defiendan los intereses de las televisoras”.

De la Federación dependen una serie de comisiones que regulan el fútbol en México, además de ser el órgano que administra ante la FIFA las finanzas de la Selección Mexicana, entre otras cosas, como acordar patrocinios, firmar contratos, pactar horarios y estadios.

“El Grupo Televisa nombra al presidente de la Federación, al director general o al presidente de la liga, de ahí se nombran las diferentes divisiones. Ellos tienen un control absoluto, y siempre lo han tenido, del fútbol mexicano”, indicó José Ramón Fernández, comentarista deportivo de ESPN para el diario español El País.

Comisión de arbitraje, disciplinaria y del jugador

La Federación Mexicana de Fútbol tiene otros organismos que dependen de ella: la Comisión de Arbitraje, la Comisión Disciplinaria y la Comisión del Jugador.

Si bien hasta ahora no hay evidencia de que la televisora no ha ejercido presión en la Comisión de Árbitros, por ejemplo, para que un resultado sea favorecedor para uno de sus equipos (América, San Luis –hasta hace una temporada- o Necaxa) su influencia ha sido en otro aspecto.

El propio Rafael Mancilla, presidente de la Comisión de Arbitraje, se justificó luego de un pobre trabajo de uno de sus jueces de cancha, el 5 de abril del 2013, porque la televisoras presionaban para que el trabajo arbitral fuese deficiente:

“Hay personas, directivos de diferentes televisoras que yo he platicado con ellos, que te dicen ‘no me hagas a los árbitros perfectos, por favor, me quitan rating’, son otros puntos de vista“, estableció el directivo para el diario deportivo Récord.

De María salió a desmentir dichas aseveraciones y asegurar que las comisiones que dependen de la FMF realizan su trabajo sin presión de un tercer interesado.

Para los expertos, el control que ejercen las televisoras en la FMF se diversifica en muchos aspectos pero principalmente en dos grandes beneficios: los que atañen al negocio del futbol, los horarios, primicias, venta de publicidad etc… y el poder político y social que éste les aporta.

Publicidad y raiting

La primera ganancia representativa para las televisoras es el control de la transmisión de los partidos de fútbol. Los que deciden las tarifas que les cobraran a los equipos sin ninguna especie de tabulador o estándar son las televisoras.

“Éstas pagan lo que quieren por transmitir los partidos. Lo que se paga en México a los equipos, (las televisoras) lo sacan nada más de la venta por la retransmisión de los partidos en EU“, continua Fernández en otra entrevista para CNN Expansión.


Además de los contratos de transmisión, las televisoras reciben también ingresos por los anunciantes que compran espacios publicitarios en dichos encuentros futbolísticos.

Los precios por anuncio en la última final de fútbol mexicano, en la que resultó campeón el equipo de Televisa, el América, los costos iban de los 150 mil a los 500 mil pesos. Televisa transmite en promedio en un juego de semifinal 84 anuncios y al menos 41 marcas pagan por su presencia.

Pero el negocio no va viento en popa. Según la encuesta anual de Consulta Mitofsky, la audiencia que sigue el futbol por televisión decayó desde hace por lo menos tres años a nivel nacional y tocó su punto más bajo el año pasado cuando 5 millones de aficionados dejaron de sintonizar los partidos.

El poder político y social del fútbol

Para Samuel Martínez, director de la Red de Investigadores del Deporte, Cultura Física, Ocio y Recreación, la ganancia en el control del futbol mexicano no está ni en los anuncios, ni en la publicidad, ni en los costos de transmisión.

“Los clubes en México no son rentables, son rentables en términos políticos: tener un equipo de fútbol te da visibilidad, publicidad gratuita, propaganda, presencia a nivel nacional. No es porque sean un negocio redituable”, señala.

Para los académicos investigadores del tema, tener control tanto de los clubes como de la Selección Mexicana, quien depende al cien por ciento de la Femexfut, da poder social, político e incluso fiscal.

“Por ejemplo, el América a Televisa le da la oportunidad de declarar en negativos, lo que le permite justificar gastos, la ganancia no es ganar dinero, la ganancia es que les permite ahorrarse impuestos al Grupo Televisa.

La ley mexicana les permite hacer eso, les permite a las grandes empresas exentar pago de impuestos por el simple hecho de declarar números rojos una de sus unidades de negocio. Cumplen con la ley, pero es una ley imperfecta”, sentencia.

Selección Mexicana, “una estrella más del canal de las estrellas”

“Pero Televisa dentro de toda esta estrategia tiene un producto más importante: la Selección Mexicana”, afirma Witker, “que sigue siendo manejada casi como ‘una estrella más del canal de las estrellas’ y es todos los aspectos por el duopolio televisivo”.

Tanto para los académicos investigadores del tema, como para los comentaristas deportivos, las televisoras tienen plena influencia en las decisiones de “La Verde”. Los horarios, los estadios, los técnicos que la dirigen, los jugadores que serán protegidos y aquellos que serán “cepillados”.

Además de ser los primeros que se benefician de su éxito o su fracaso. “La Selección Mexicana es un negociazo de América Latina porque, además de tener un publico cautivo fantástico en México, es una bomba comercialmente hablando para los millones de mexicanos que están en Estados Unidos”, confirma Witker.

Ambos mercados, ambos lucrativos, hacen del Tri el producto estelar del fútbol mexicano con grandes impactos en los raitings de audiencias y en las entradas de boletos a los estadios.

“La selección es un producto que no pasa de moda, deja las mejores ganancias y se reinventa día a día gracias a una calendarización que la hace un producto muy jugoso“, dice Héctor Quispe, director de CID Consultoría, en entrevista para CNN Expansión.

Basta con revisar los propios datos de la Femexfut respecto a los últimos niveles de audiencia registrados. De 2002 al 2006, la “Verde” disputó 70 partidos transmitidos en televisión abierta, los cuales alcanzaron en promedio un raiting por juego en telehogares de 21.5 puntos, lo que equivale a un promedio de audiencia por juego de 3 millones 545 mil 233 espectadores.

El aumento fue significativo para el ciclo previo al Mundial de Sudáfrica 2010, cuando se disputaron 75 juegos, los cuales alcanzaron 27.7 puntos de raiting promedio por juego por telehogar y una audiencia por juego de 4 millones 796 mil 450 seguidores del Tricolor.

Las ganancias se reflejaron de inmediato. Televisa ganó, según sus declaraciones, 2 mil 195 millones de pesos entre julio y septiembre de 2010. El incremento del 12.3 por ciento en el primer trimestre de aquel año mundialista, según cifras de El Economista.

Además de las ventas de la publicidad, producto de los últimos ochos partidos de la Copa Mundial de Fútbol, se suman las ventas de la televisión satelital Sky por la transmisión de partidos.

El duopolio televisivo, dueño del balón, los estadios, los equipos, los jugadores, los técnicos, la Federación, los anunciantes y las transmisiones, se rompió hace apenas una temporada con la llegada de un tercer jugador que busca los numerosos beneficios que se obtienen a través del futbol: Carlos Slim.

“A Slim no le interesa entrar al negocio del fútbol porque sea negocio. Le interesa entrar porque es el camino para la televisión y porque es una manera de hacerse de otras áreas de ganar o vender favores.

“Los clubes no son negocios, son un trampolín para hacer más negocios, más dinero…”, finaliza Samuel Martínez.

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