Miguel Pulido, director de Fundar Centro de Análisis, afirma que la bancada del PRI “empaña” la agenda de transparencia. "Cuando se trata de dotar a la sociedad de herramientas para disminuir el abuso de poder, la política se vuelve compleja", dice.
En entrevista con Noticias MVS primera emisión, Pulido cuestionó el contraste de interés de los políticos para abordar temas que afecten a sus propios fines y la agenda que involucra a los ciudadanos.
“Lo que demuestran la Cámara de Diputados y el PRI es la debilidad de su palabra”, dijo.
El activista comentó que los legisladores priístas actúan con displicencia al no defender la agenda ciudadana y al mismo tiempo están empañando la agenda del presidente Enrique Peña Nieto en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Pulido indicó que un primer eje de análisis de los que sucede en la Cámara de Diputados es la facilidad que tienen al debatir temas que involucren intereses propios incluso cuando son temas como las reformas estructurales tanto políticas, económicas, etc, pero, dijo, no sucede lo mismo cuando se trata de dotar a la sociedad de herramientas para disminuir el abuso del poder.
“Cuando se trata de esos temas, ahí si la política es compleja, es difícil llegar a acuerdos”, refirió.
Al ser cuestionado sobre quién está obstaculizando la discusión, comentó que no puede especular al respecto, pero aclaró que lo cierto es que en materia de transparencia siempre hay conflictos que evidencian el tratamiento diferenciado en las agendas políticas y ciudadanas.
El director de Fundar conminó a los legisladores a que tengan la capacidad de hacer política y llamó a considerar un tratamiento equilibrado de la discusión de los temas que importan a la ciudadanía.
Cuestionó por qué los políticos a nivel federal no se atreven a discutir la transparencia cuando dicha discusión ya se abordó y se aplica en 17 estados del país.
Pulido aclaró que en los antecedentes inmediatos de la Cámara de Diputados han mostrado el avance en temas sustanciales pero donde cree que está atorada la discusión es la falta de interés al diálogo por parte de los legisladores.
“No me gustaría pensar que esto sea deliberado por parte de los legisladores para no dialogar sobre los temas”, concluyó.
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