miércoles, 10 de julio de 2013

El gobierno mexicano ¿víctima o cómplice del espionaje estadounidense?

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: J. ARTURO GARCÍA.

El silencio de Enrique Peña Nieto contrasta, respecto al espionaje que Estados Unidos ha realizado en América Latina, con las reacciones de mandatarios suramericanos como Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; Rafael Correa, de Ecuador; Nicolás Maduro, de Venezuela, Dilma Rousseff, de Brasil y Evo Morales, de Bolivia.

Y debido a ese silencio es que la Segunda Comisión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, pidió este martes al gobierno mexicano exigir una “explicación precisa y urgente” sobre el espionaje que Estados Unidos ha realizado en México, información que el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden reveló al diario brasileño O Brasil.

De no hacerlo -dice el antropólogo y sociólogo Héctor Díaz-Polanco- existiría la hipótesis de que el espionaje de Estados Unidos en México fue realizado con el consentimiento de las autoridades mexicanas, lo cual sería sumamente grave.

“Es claro que el gobierno mexicano debe pedir explicaciones, eso lo que han hecho otros gobiernos, porque no sólo se trata de un atentado contra la seguridad del país sino contra la soberanía nacional”, dijo en entrevista.

El periódico brasileño O Globo publicó que México y Brasil fueron los objetivos principales en los espionajes de Estados Unidos durante los últimos cinco años.

En la nota publicada este martes se menciona: “Un aspecto que se destaca en los documentos es que los Estados Unidos no parecen estar interesados sólo en asuntos militares [de América Latina], sino también en los secretos comerciales como el “petróleo” en Venezuela y la “energía” en México, de acuerdo a un listado elaborado por la NSA en el primer semestre de este año”.

-¿Vislumbra algún escenario donde Enrique Peña pida explicaciones a los Estados Unidos?

-No me parece -responde Díaz Polanco-, porque desde hace bastante tiempo la inteligencia norteamericana está sobre-determinando este tipo de tareas en todos los estados en México. Es decir, hay una intima relación entre las áreas de “inteligencia mexicana” y las de Estados Unidos. Dependemos prácticamente de lo que haga Estados Unidos en esta materia y estamos articulados a los planes norteamericanos.

El diario brasileño señaló que el espionaje sobre América Latina lo realizó la NSA con los programas Prism y Boundless Informant, con los que accedieron a correos electrónicos, chats y llamadas telefónicas de empresas como Facebook, Google, YouTube y Microsoft.

Debido a esto, otros presidentes de América Latina ya se han expresado en contra del espionaje. El mandatario de Perú, Ollanta Humala, dijo estar “en contra de este tipo de actividades”; Cristina Fernández, de Argentina, declaró: “me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que nos están espiando a todos a través de sus servicios”; y Rafael Correa, de Ecuador, declaró que resulta “intolerable” el espionaje en los países sudamericanos.

En el Congreso mexicano, Lizbeth Rosas, diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo que Enrique Peña Nieta debe dar, públicamente, una postura sobre el tema ya que “México no se puede quedar tibio, menos ante la violación sobre nuestra autonomía nacional”.

La diputada mencionó que la Ley de Seguridad Nacional tipifica a los actos de espionaje como una amenaza a la seguridad nacional y denunció la pasividad de la Cancillería y del gobierno de México ante espionaje que Estados Unidos lleva a cabo en todo el mundo.

“De dar una postura, [Peña Nieto] salvaría la cara ante la opinión pública mexicana, dando a entender que se preocupa por la seguridad nacional y salvaría, también la cara ante la comunidad internacional, porque sería una vergüenza que los gobiernos estén pidiendo respeto a su soberanía y seguridad interna y México no diga absolutamente nada sobre este tema”, aseguró el antropólogo Héctor Díaz-Polanco.

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