AUTOR: MARA ILIANA CRUZ PASTRANA.
Las primeras elecciones en tiempos de Enrique Peña Nieto ya son las más sucias y violentas en la historia de nuestro país. Estamos ante el avance de la delincuencia electoral organizada que practica terrorismo político; la prensa nacional e internacional destaca homicidios, secuestros, extorsiones, violencia y amenazas.
El catálogo de irregularidades, además de la violencia, incluye guerra sucia, calumnias, dispendio de recursos, uso de recursos de procedencia ilícita, órganos electorales descaradamente parciales a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cooptación de televisión, radio y prensa.
Sumado a lo anterior, se vivió intimidación, amenazas, coacción a servidores públicos –estatales y municipales– para hacer campaña, condicionamiento a beneficiarios de programas sociales de votar por el mencionado partido y turismo electoral de un estado a otro para poder sufragar varias veces, es decir, fraude electoral.
Terror, violencia y sangre en los estados con elección
Veracruz, 5 de julio. Fue asesinado el militante del PRD Feliciano Cruz Castillo, de 17 años, en el municipio de Mecayapan, donde fotografiaba actos ilegales del PRI.
Durango, 1 de julio. Asesinato a balazos del candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la Presidencia Municipal de San Dimas.
Puebla, 28 de junio. Balean al candidato del Partido del Trabajo (PT) a la presidencia municipal de Xicotepec de Juárez, Alejandro Montiel Rosas.
Oaxaca, 27 de junio. Asesinan al presidente del Consejo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Nicolás Estrada Medina, quien desapareció desde el 16 de junio en Tuxtepec.
Quintana Roo, 24 de junio. Incendian varios vehículos del PRD en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Sinaloa, 24 de junio. Asesinato del candidato suplente a regidor de Sinaloa de Leyva por la alianza PRD-PAN-PT.
Zacatecas, 10 de abril. Asesinan al coordinador de campaña del PRD del municipio de Guadalupe, Luis Aquiles González.
Guerra Sucia
En todo el país se hizo uso de instrumentos conocidos como los push polls –mensajes inducidos disfrazados tramposamente de encuestas–, que consisten en llamadas telefónicas para persuadir a un amplio número de votantes y afectar resultados electorales y no para medir opiniones y tendencias, que es lo que deben hacer las encuestas.
También se utilizaron algunos temas de vida privada falsos y calumniosos –realizados en formatos atractivos para los medios y las redes sociales– en contra de los candidatos de la izquierda. Además, hubo filtración a medios nacionales de grabaciones con imágenes y sonidos editados y sobrepuestos. La propaganda negra fue incluso transmitida en televisión nacional.
En casi todos los estados se encontró la constante de robo y destrucción de propaganda electoral de los candidatos contrarios a los partidos de derecha; coacción de servidores públicos municipales y estatales para apoyar sus campañas y megaoperativos de compra de votos con programas sociales, despensas, materiales de construcción, animales de granja y dinero en efectivo.
Sumado a esto hubo una inequitativa y ventajosa presencia de candidatos de la derecha en medios como televisión, radio, prensa escrita e internet, y uso de los Institutos Estatales Electorales para favorecer a los mismos candidatos, especialmente para obstaculizar las alianzas contra el partido en el gobierno, como en los casos de Veracruz y Quintana Roo.
Un análisis estadístico
El análisis preliminar de la Secretaría de Acción Política Electoral del PRD señala que en la actualidad este partido gobierna 147 municipios y que en las elecciones del pasado 7 de julio se ganaron 118 ayuntamientos; de los cuales, 36 fueron refrendados, 75 significaron nuevos triunfos y se perdieron 93.
En total, de los estados con elecciones en 2013, el sol azteca gobernará a 2 millones 639 mil personas, 422 mil menos que en 2010. En este análisis se considera a todos los alcaldes perredistas, incluidos los triunfos en alianza con el PAN cuyos candidatos eran del PRD. En los Congresos locales pasa de 42 curules a 43.
Algunos partidos locales y nacionales considerados como pequeños tuvieron un avance significativo en las recientes elecciones de julio para elegir presidentes municipales en 14 entidades. En 2010, en conjunto, consiguieron el triunfo en 37 alcaldías; este año, llegaron a 147. En 2010, MC obtuvo cinco posiciones, este año logró el triunfo en 39 municipios, mientras que el PT creció de 15 a 35 ayuntamientos.
La gran sorpresa fueron los partidos locales, que en su conjunto obtuvieron 47 ayuntamientos –en cuatro municipios lo hicieron en alianza–. Entre ellos resaltan el Partido Alternativa Veracruzana (PAV), con 16 posiciones, y Pacto Social de Integración (PSI), que ganó siete presidencias municipales en Puebla.
Hubo otros que no figuraron, pues de los 17 partidos registrados en esas 14 entidades, al menos 10 no tuvieron triunfos, como los ubicados en los estados de Coahuila y Durango.
Los resultados electorales fueron considerados una vez que los respectivos institutos electorales concluyeron los cómputos distritales; sin embargo, aún faltan las impugnaciones que han anunciado tanto el PRI, como el PAN y el PRD en diversas entidades, entre las cuales destacan Veracruz, Quintana Roo, Tlaxcala, Hidalgo, Tamaulipas y Coahuila. Esos procesos legales podrían cambiar los resultados finales.
• Conclusiones
Para Jorge Méndez Spíndola, líder de la corriente perredista Izquierda Democrática Nacional, los resultados electorales del 7 de julio permiten apuntar las siguientes conclusiones:
1. El abstencionismo alcanzó un promedio mayor al 50 por ciento.
2. El PRI se consolida y capitaliza la percepción pública en torno al Pacto por México, al beneficiarse de la violencia y de una operación fraudulenta.
3. El PAN se recupera y capitaliza la alianza electoral con el PRD.
4. El PRD tuvo un retroceso. En ocho estados no gana ningún municipio y en seis entidades ninguna diputación de mayoría.
6. Los resultados no fueron para el PRD ni la sombra de los comicios del 2012 donde, en alianza con las izquierdas, obtuvo cerca de 16 millones de votos; tampoco lo son respecto a las elecciones de 2010, cuando obtuvo el 24 por ciento de la votación, pues se estima que este año apenas alcanzará 14 por ciento de los votos totales.
7. De acuerdo con datos preliminares, el PRD disminuye 19 por ciento el número de municipios que encabezaba y que estuvieron en disputa y en 22 por ciento la población que gobernaba. Pierde municipios emblemáticos como Benito Juárez (Cancún) en Quintana Roo, Guadalupe en Zacatecas, Huatulco, Tuxtepec y Xoxotitlan en Oaxaca; Ahome (Los Mochis) en Sinaloa, y Ciudad Mendoza y Gutiérrez Zamora en Veracruz, varios de ellos bastiones estratégicos para su posicionamiento territorial.
8. Por primera vez, el PRD no fue un factor de unidad de las izquierdas. Las alianzas electorales se negociaron con el PAN en términos poco favorables.
Sumado a lo anterior, los institutos electorales locales actuaron de manera facciosa cerrando periodos completos de tiempo durante los resultados preliminares como en el caso de Veracruz e incluso desmontando páginas completas como en el de Tamaulipas.
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