AUTOR: PAULINA VILLEGAS.
Informes internacionales sitúan a México como un país bueno para invertir, pero destacan la inseguridad y violaciones a derechos humanos.
Por una parte, evaluaciones de organismos internacionales nos hicieron pensar que México da pasos hacia delante, por lo menos, en materia económica.
Pero por otra, estudios de los mismos organismos nos pasaron factura de nuestro retroceso en temas sociales, como narcotráfico, derechos humanos y seguridad.
La pregunta obligada entonces es: ¿Estamos dando un paso adelante o hacia atrás?
El miércoles pasado, un sonriente Enrique Peña Nieto se congratuló de anunciar que México es hoy el séptimo mejor país como destino relevante para inversiones productivas, de acuerdo con los resultados de la “Encuesta mundial sobre perspectivas de inversión 2013-2015”, realizada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Peña Nieto refirió - durante el anuncio de una inversión millonaria de General Motors en México- que la prestigiada empresa consultora AT Kearney reveló que el país figura hoy entre los primeros 10 que son atractivos para la inversión, cuando en el mismo índice del año pasado, no figuraba siquiera entre los primeros 25.
Las noticias sirvieron como una especie de aval para el discurso optimista del primer mandatario, quien ha dedicado su agenda nacional e internacional a promover a México como un destino importante y viable para la inversión.
Pero la alegría duró poco. Al día siguiente, los mexicanos descubrieron que de acuerdo al “Informe mundial sobre las drogas de 2013”, realizado por la ONU, México figura entre los primeros países de incautaciones y producción de mariguana, heroína y metanfetaminas.
El documento señala, entre otras cosas, que México genera 30 veces más heroína que Colombia.
“A pesar de eso, y mientras se conoce la relevancia de México como un país que sube su oferta de heroína en el mercado, Estados Unidos sigue considerando a Colombia como la principal fuente de heroína en el país”, explica el documento publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
De acuerdo al mismo estudio, México se encuentra en el top de los países que producen e incautan metanfetaminas. Este año, nuestro país superó a Estados Unidos como el lugar donde más metanfetaminas se decomisaron.
“Las incautaciones y los niveles de consumo van en aumento, la fabricación parece extenderse y se están creando nuevos mercados”, señala el reporte.
Pero eso no es todo.
Otro informe mundial muestra un contraste con las positivas evaluaciones de estabilidad macroeconómica. Este colocó a México en la posición 97, de 178 naciones evaluadas, en cuando a situación de inseguridad y violaciones a derechos humanos.
En el ranking de “Estados fallidos”, realizado por la Fund for Peace y publicado por Foreign Policy, México tuvo un ligero retroceso, pues pasó del puesto 98 que ocupaba en el 2012, al 97 en este año.
La evaluación considera factores como la pérdida de control de territorio, el monopolio de la fuerza legítima y la deficiencia en la proveeduría de servicios públicos. El primer lugar lo ocupa Somalia, y en el puesto 178 está Finlandia, representando un estado sostenible.
En la escala del cero al diez -mientras más alto peor- que califica al aparato de seguridad, el reporte dio a México un 7.9, y en materia de derechos humanos y deterioro de la legalidad, el país alcanzó un 6.3. En el ranking del 2006 tuvo un 5.1.
La cantidad de información que arrojan estas evaluaciones, brinda señales contradictorias que pueden causar confusión y dudas sobre la situación real de nuestro país, más allá de la imagen que se pretenda proyectar. Pero, sobre todo, confirman los grandes retos que México aún tiene para poder hablar y presumir de un verdadero progreso integral.
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