FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOHN M. ACKERMAN.
MÉXICO, D.F. “Las estrellas se han alineado para nuestro país”, exclamó el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González, dos días despúes de una jornada electoral manchada con vastas irregularidades, abstencionismo y violencia en 14 estados de la República. González estaba a punto de entrar a una comida privada con Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional junto con otros integrantes del CMHN, un organismo que incluye a conspicuos representantes de la oligarquía más enriquecida del país, como Emilio Azcárraga, Carlos Slim, Gastón Azcárraga y Alberto Bailleres. Allí se anunciaría una supuesta próxima inversión por la cantidad “histórica” de 27 mil millones de dólares para el año 2013.
Dicen que en política no hay coincidencias, y en este caso el mensaje es más claro que el agua. Frente al hundimiento de la legitimidad electoral y el debilitamiento del Pacto por México como mecanismo de cooptación de la oposición política, Peña Nieto y el PRI han llamado a su artillería pesada para que los apoye a evitar la disminución de la supuesta burbuja de popularidad artificialmente construida para el nuevo presidente entre algunos sectores de la población. Así como Barack Obama “vende” las más atractivas plazas de embajador en Europa o el Caribe a sus principales donantes electorales, con contribuciones de 1.8 millones de dólares en promedio por “embajador”, de acuerdo con The Guardian, Peña Nieto ofrece todo tipo de facilidades a las familias más ricas del país a cambio de su respaldo político. La reciente confirmación de la inacción y la complicidad del IFE en los casos Soriana y Monex también se explica por esta misma estrategia.
El anuncio del CMHN es simple propaganda. La cifra de 27 mil millones de dólares fue literalmente sacada de la manga a partir de una “encuesta” realizada por el organismo cupular entre sus propios integrantes. No existe compromiso formal o responsabilidad alguna para cumplir con ese monto, y la cantidad podrá ser ajustada libremente de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda políticas.
A principios del año en curso el CMHN ya había manejado una cifra distinta. El pasado 3 de febrero, González afirmó que el monto total de inversión del CMHN sería de 30 mil millones de dólares en el territorio nacional, y de 15 mil millones en el extranjero. En la conferencia de prensa del martes pasado no se ofreció explicación alguna por la reducción de 3 mil millones en la inversión nacional (y de 5 mil millones en la internacional) ni un informe sobre la cantidad ya invertida después de haber transcurrido más de la mitad del año. Tampoco se dio detalle alguno sobre los proyectos o empresas específicas que invertirían en 2013.
Lo único que González dejó en claro es que estas supuestas inversiones no serán para fortalecer la economía popular o para fomentar un crecimiento sustentable o sostenible, sino solamente para enriquecer aún más a los mismos integrantes del CMDH. Sin mencionar cifra alguna, el vocero señaló que los sectores que recibirían más inversión serían la minería y las telecomunicaciones, dos de las áreas de la economía más monopolizadas, que generan ganancias no a partir del fortalecimiento de la economía nacional, sino a raíz de la extracción de onerosas rentas tanto de la tierra como de los consumidores.
También se evidenció que la generación de empleo no es prioridad para los oligarcas. En un tono digno de Cantinflas, el señor González señaló: “En cuanto al número de empleos generados, no hay cifras para dar. Nunca las hemos dado porque son difíciles de computar, porque hay distintas fases dentro del proceso de inversión y ya luego de arranque y operación”.
El centro del acto en Palacio Nacional no fue la expresión de un supuesto compromiso de los empresarios más poderosos del país con el desarrollo nacional, sino la manifestación de su respaldo personal a Peña Nieto y a las lesivas reformas neoliberales que su gobierno impulsa. “Hay reformas muy importantes que se han concretado en los últimos meses, empezando por la reforma laboral y pasando por la educativa y la de telecomunicaciones; además, las que están a punto de salir”, señaló González; “por ello, las empresas del CMHN habrán de invertir una cantidad sin precedente”. Y ni siquiera habían pasado 24 horas cuando el Instituto Mexicano de la Competitividad, financiado por el mismo CMHN, llamó a otra conferencia de prensa para dar a conocer un amplio estudio sobre la “Apertura y Competencia para Explotar Nuestra Riqueza Petrolera”, que demanda la total transformación de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales.
Para rematar la conferencia del martes, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, celebró la “demostración de confianza en términos de esquema-país” de parte del CMHN. Pero precisamente lo que ha inhibido el desarrollo de México es tal “esquema-país” que ha sido promovido en los últimos 30 años por gobiernos entreguistas y corruptos en lugar de un fuerte “Estado-nación”. En vez de que el gobierno y la oligarquía alardeen de manera conjunta de inversiones inexistentes e improductivas, los ricos del país tendrían que verse obligados por verdaderas autoridades públicas a pagar los impuestos que deben para que contribuyan a la economía nacional que les ha dado todo.
Hace un año, en un desplegado publicado el 6 de agosto de 2012, la CMHN criticó a “las izquierdas” por “crear un ambiente de intemperancia, en el que se alientan (…) acciones que afectan al público y a empresas como Soriana”. Pero la verdadera “intemperancia” no es de los ciudadanos conscientes que rechazan la compraventa de los resultados electorales, sino de los empresarios más poderosos del país que se mantienen en total impunidad e insisten en violentar todos los días la Constitución y burlarse de la soberanía popular.
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