FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: ÓSCAR BALDERAS.
Era el peor escenario posible y se materializó: la elección para gobernador en Baja California se encuentra tan cerrada que todo indica que el PRI-PVEM-PT-PES (Partido Encuentro Social, una organización política local) y la alianza PAN-PRD tendrán que recurrir a los tribunales para que un árbitro electoral decida quién triunfó.
La decisión de que el priista Fernando Castro Trenti y el panista Kiko Vega se declarasen simultáneamente ganadores de la contienda, al tiempo que se achacan mutuamente delitos electorales, ha trazado la ruta para la judicialización de los comicios y el aumento de la tensión política al grado de arriesgar el Pacto por México.
Este mal escenario se empezó a configurar hace tres meses, durante la campaña electoral, cuando el PRI acusó al gobierno estatal panista de fraguar una elección “de Estado” para favorecer a su candidato; por otro lado, los panistas y perredistas denunciaron que el Gobierno de la República, en poder del PRI, desviaba recursos para ayudar a Castro Trenti en Baja California.
Dicho estado forma parte de la identidad panista: hace 24 años se convirtió en el primer estado no gobernado por el PRI y se volvió semillero para Acción Nacional, que lo considera un bastión moral.
Pero aquella tierra azul se ensombreció con distintos señalamientos este 7 de julio: el PRI indicó presuntas irregularidades, como el acoso policíaco a sus simpatizantes en Mexicali; mientras el PAN y PRD denunciaron compra de votos, entrega de despensas y peculado.
En la tarde de la jornada electoral, el cruce de denuncias alcanzó un grado álgido: el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, aseguró que el PRI ponía en peligro la viabilidad del pacto político al violar la ley electoral en Baja California. Con ello, el panista respondía a los dichos del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien afirmó que el Pacto por México no tenía vinculación con las elecciones de este domingo.
La versión de los nexos entre la posible derrota del PAN en Baja California y la “muerte” del Pacto por México cobró fuerza entre las 18:00 y las 20:00 horas, cuando el ex senador panista Santiago Creel insistió en Tijuana que, “si no había democracia, no habría más pacto”.
En Twitter, el diputado federal priista Manlio Fabio Beltrones reviró: “No se gana en negociaciones lo que no se gana en las urnas. Los pactos son para acordar lo mejor para el país, no para negociar elecciones”.
El intercambio de declaraciones alcanzó a los protagonistas de la historia: en entrevista con Milenio Televisión, el candidato priista Castro Trenti aseguró que defendería cada voto suyo cuestionado por el PAN-PRD, así fuera en un tribunal electoral.
Lo mismo dijo el abanderado del PAN-PRD: a tribunales, si el PRI impugna su hipotética victoria.
Sin importar de dónde viniera la impugnación, el Pacto por México pasa por su primera prueba de fuego en materia electoral.
Mientras Baja California aún vive un intenso debate político, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de Baja California avanza y hasta las 02:40 horas, con el 78.93 por ciento de las actas computadas, la alianza PAN-PRD encabezaba las preferencias con el 47.58 por ciento de los votos, es decir, 341 mil 864.
Le sigue la alianza encabezada por el PRI, con 43.58 por ciento o 313 mil 626 votos, y en tercer lugar el nominado por Movimiento Ciudadano, Felipe Daniel Ruanova Zárate, con5.17 por ciento de votos o 37 mil 235 sufragios.
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