AUTOR: ADRIANA AMEZCUA.
Alejandro Sánchez Camacho confía en que las diferencias estructurales al seno del PRD desatadas por el Pacto por México puedan superarse.
Para nadie es un secreto que hay dos posiciones contrapuestas al interior del partido del sol azteca que esta semana han retomado un debate pospuesto a inicios de este año.
Fue hace más de seis meses que los antipactistas optaron por hacer un compás de espera, evaluaron la polarización de posturas desataría una profunda crisis política.
La espera estratégica fijó en la mira ciertos acontecimientos, como los pasados comicios intermedios mismos que, en opinión del secretario general del PRD, sólo hicieron evidente “la política de doble cara del PRI”.
Para Alejandro Sánchez Camacho el proceso electoral del 7 de julio dejó a la vista “elecciones antidemocráticas, violentas, donde quedó de relieve el control del PRI de los órganos electorales y su vieja práctica de compra de votos”.
Lo anterior es solo una razón por la que se hace imposible seguir participando en una mesa de negociación con el partido en el gobierno.
Más aún, obliga al Partido de la Revolución Democrática a “hacer un alto en el camino, un balance de lo que ha ocurrido y a que se empeñe en construir una salida consensuada”.
Mas las confrontaciones entre las tribus perredistas son hondas, estructurales.
En la actualidad, acepta el perredista, “podemos aceptar que nos damos hasta con la cubeta”.
Aun así, confía en que haya la suficiente madurez para discutir estos temas y apostar por la construcción de acuerdos entre los adversarios que comparten el mismo partido.
La ruta de acción
Este jueves la Comisión Política Nacional (CPN) se reunió para hacer un balance de las pasadas elecciones intermedias. Se refrendó que el Consejo Nacional del PRD a fin de mes atienda una sentencia del Tribunal Electoral sobre el cumplimento de la cuota de género en la integración de la CPN y el secretariado.
Por otra parte se acordó que la ruta del anteproyecto para la consulta nacional en la defensa de Pemex y la economía familiar se efectuará los días 24, 25, 31 de agosto y el 1 de septiembre. Para fines de septiembre se contempla establecer la mesa organizadora del próximo Congreso Nacional.
Demandan desmarque del Pacto
Quienes no participan del Pacto por México desde su surgimiento afirman que ha llegado el momento de abandonarlo.
A la postura original de René Bejarano se sumaron ya dos exjefes de gobierno del DF. Marcelo Ebrard Casaubón y Alejandro Encinas unieron lanzas con el polémico líder de la Izquierda Democrática Nacional y junto a otras corrientes del perredismo –como Alianza Democrática Nacional, UDENA y una parte del Foro Nuevo Sol, entre otras– demandaron a la dirigencia nacional del PRD abandonar el Pacto.
Mientras las dirigencias del PAN y PRD acordaron continuar en el Pacto por México, en una misiva entregada este miércoles a la Comisión Política Nacional pidieron a Jesús Zambrano dejar atrás un acuerdo que no respetó los resultados electorales del pasado 7 de julio.
Consideran insostenible que por la parte trasera de la mesa del Pacto el tricolor se empeñe en sus prácticas antidemocráticas y, más grave aún, apunta Sánchez, “que pretende avalar lo que hizo público Enrique Peña Nieto en Inglaterra: instrumentar una reforma constitucional para privatizar Pemex”.
El retorno de Ebrard a la arena política y su cohesión con los grupos adversos a la dirigencia nacional no suponen, según la Secretaría del PRD que, por el momento, se esté contemplando sea el próximo relevo de Zambrano.
“Se esperará otro momento, pero el hecho es que están cerrando filas las corriente en torno a que el PRD ya abandone su presencia en el Pacto”.
Otra debilidad del Pacto por México es que pretende sustituir a los órganos parlamentarios del Congreso de la Unión.
“Ahora resulta que para llevar adelante las iniciativas y dictámenes que requiere la nación se deben procesar mediante este acuerdo, mermando al Poder Legislativo”, apunta.
Los recientes acuerdos parlamentarios en el Senado prueban, en su parecer, la inconformidad de panistas y perredistas “por ese sentimiento de reemplazo que hace el Pacto por México”.
Aun con todo Sánchez Camacho considera que “no llegará la sangre al río” en el PRD. Lo que no evita –acota– que se discutan y aclaren las actuales posturas políticas y que, eventualmente, se puedan trascender las marcadas diferencias.
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