AUTOR: J. ARTURO GARCÍA.
“Él trae muy bien su objetivo: ser el líder de los Zetas”, dice un narcocorrido que habla sobre “la verdadera historia del Z-40” o Miguel Ángel Treviño Morales.
Treviño Morales, conocido como el Z-40 al interior de la organización que lideró hasta este lunes, fue apodado por sus enemigos como El Judas, aunque también era escasamente nombrado como Señor, Pesadilla, Traidor o Fantasma [bajo el apodo de El Fantasma fue más conocido Jonathan Salas Avilés, jefe de sicarios de Joaquín El Chapo Guzmán, detenido el 9 de febrero en Costa Rica].
Aunque no está confirmado a quién va dirigido el narcocorrido titulado “El Fantasma” que compusieron Los Invasores de Nuevo León, hay quien acredita que el destinatario es Miguel Ángel Treviño. Así dice la letra:
Andan buscando un fantasma, con ganas de no encontrarlo,
Mafias de grandes carteles le han querido dar pa’ bajo,
Y aunque saben su guarida, les ha temblado toparlo.
Mucha gente de allá arriba, favores tienen pendientes,
Con el 4 no se juega, señores tengan presente,
El que se cruza su línea, firma sentencia de muerte.
Según este narcocorrido, el Z-40 cargaba siempre una pistola .38 Súper junto a un AR-15 (“durante su captura no se llevó a cabo un solo disparo”, declaró Eduardo Sánchez, vocero de seguridad del Gobierno Federal), además que “el hombre que nació en el mero Tamaulipas” se dedicó a traficar desde los 15 años droga hacia los Estados Unidos.
La versión de los Invasores de Nuevo León termina con “le emboscaron [al Z-40] un amigo y anda muy brava su gente”, frase que se contrapone a otro narcocorrido que se difundió en internet y que dice:
Él no más quiere ser él, por eso a nadie respeta
Si se descuidan tantito, él los pone tras las rejas,
Él trae muy bien su objetivo: ser el líder de Los Zetas.
(…)
No le gusta ni una tregua, tampoco hacer equipo,
Si no me quieren creer, pregúntenle al Changuito,
que se quedó sin familia, por confiar en él tantito.
El “Changuito”, como menciona el narcocorrido, es el narcotraficante Jesús Méndez Vargas, alias El Chango, ex líder del cártel de La Familia Michoacana detenido en junio del 2011, y por quien se ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos.
A Miguel Ángel Treviño Morales se le atribuyó, sobre todo, la caída de quien fuera el número uno en la organización de Los Zetas: Heriberto Lazcano Lazcano alias el Z-3, El Lazca, El Muñeco o El Verdugo.
Uno de esos posibles intentos de Treviño Morales por quedarse con la organización de Los Zetas lo narra el periodista Humberto Padgett en su reportaje “La inesperada muerte del Z-3“:
“El Lazca se les escapó una y otra vez a sus enemigos y policías. El 5 de diciembre de 2008 cerraba uno de los años más sangrientos de la historia reciente mexicana.
“Lazcano se encontraba en un rancho llamado El Atorón, en San Luis Potosí, cerca de donde algunos hombres suyos cometerían un error crucial en su futuro: asesinaron a un agente estadounidense.
“Días después, la Policía Federal ingresó en estampida a El Atorón al abrir el alba. Detuvo al secretario particular de Heriberto Lazcano, a uno de sus principales ayudantes y a un tercer hombre que pertenecía al círculo cercano a Miguel Ángel Treviño, a quien lo llamaban con la clave Z-40, el primer lugarteniente del jefe.
“Lazcano se ocultó y arrastró entre la maleza. El frío escarchaba el pasto amarillento. El ex militar se guareció tres días en el monte sin nada qué comer ni con qué cazar. Apenas se apersonó entre los suyos, ordenó la inmediata ejecución de todos los que estuvieron enterados de su estancia en el rancho, menos al Z-40“.
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