FUENTE: PROCESO (9 SEPTIEMBRE 2013).
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El jefe del grupo delincuencial denominado Los Rojos, Leonor Nava Romero, La Garra, fue detenido esta mañana durante un operativo militar realizado en el poblado de Zumpango, municipio de Eduardo Neri, donde no se hizo un solo tiro, indican reportes oficiales.
La banda de Los Rojos es un remanente del extinto cártel de los Beltran Leyva que opera en la región Centro y parte de la Sierra bajo el manto protector de autoridades locales y se les atribuye la ola de secuestros, asesinatos y extorsiones que tienen asfixiada a la sociedad y colapsado el sector productivo de la capital guerrerense.
Fuentes oficiales confirmaron a Apro que La Garra fue detenido, con dos de sus escoltas, en una casa de seguridad ubicada en la cabecera municipal de Eduardo Neri, que se encuentra a 10 kilómetros de Chilpancingo.
El golpe del Ejército a este grupo delincuencial ocurre a tres días de que una célula al servicio de Los Rojos atacó un convoy militar en las inmediaciones del poblado serrano de Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, donde oficialmente murieron un soldado y un civil, mientras que cuatro presuntos agresores fueron detenidos y decomisados 12 armas de fuego, cartuchos y equipo de radiocomunicación.
Las fuentes consultadas por Apro refieren que el líder de Los Rojos fue trasladado a la 35 Zona Militar, con sede en esta capital, y se espera que en las próximas horas sea puesto a disposición de autoridades ministeriales.
La Garra asumió el mando de esta pandilla tras la ejecución de su hermano José Nava Romero, Don Che, quien fue asesinado al interior de un palenque de gallos la madrugada del 16 de junio en San Andrés Cholula, Puebla.
Durante estos tres meses, representantes del sector productivo de Chilpancingo denunciaron un recrudecimiento de extorsiones, secuestros y asesinatos en la capital guerrerense y reprocharon la indolencia gubernamental.
Incluso, el dirigente empresarial Pioquinto Damián Huato denunció públicamente que la policía municipal de Chilpancingo estaba al servicio de este grupo criminal y detenía a jóvenes que eran trasladados al vecino poblado de Zumpango, donde los criminales decidían si los mataban o exigían dinero a sus familiares a cambio de liberar a las víctimas.
También, dirigentes del sector transportista denunciaron que desde diciembre opera una red de más de 200 ‘narcotaxis’ en esta capital, donde se han reportado agresiones sexuales contra mujeres, robos a pasajeros y asesinatos de choferes de estas unidades que circulan en Chilpancingo.
A pesar de las denuncias y los crímenes que tienen aterrorizados a la población, las autoridades han sido omisas en actuar para revertir esta situación de violencia e impunidad.
Al respecto, el alcalde priista de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, ha rechazado asumir una actitud indolente frente a la delincuencia, pero advirtió que “no es Batman, Superman o el Llanero Solitario” para combatir solo al crimen.
Mientras que el procurador Iñaki Blanco y el secretario de Seguridad Pública estatal, Sergio Javier Lara, justifican su inoperancia argumentando que la ciudadanía simplemente no denuncia los delitos y por lo tanto no pueden actuar.
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