AUTOR: ICELA LAGUNAS.
Los helicópteros Black Hawk son de los más confiables para combate. En México, sin embargo, parece no ser así. Ya son tres los de la PF que se han desplomado y nadie sabe por qué. ¿Error humano, fallas mecánicas o los ‘bajaron’?
No es la primera vez que un Black Hawk de la Policía Federal se desploma, pero es difícil establecer por qué, ya que, al menos muchos de los que vuelan en territorio nacional, no cuentan con caja negra.
Los primeros helicópteros de este tipo para México –considerados máquinas de guerra– los compró el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, sin embargo, de origen no tienen el sistema de registro que permita conocer las causas del accidente, que podrían ser falla mecánica o error humano.
Además de que las causas de la caída se manejan con mucho hermetismo, los expertos cuentan con pocos elementos para conocer qué es lo que pasó, ya que en otras investigaciones el “registrador de vuelo” o caja negra, que capta actividades o conversaciones en cabina, lo determina.
La Secretaría de Marina, a través de un informe entregado como respuesta a una solicitud de información en abril de 2012, reconoció la compra en el año 2011 de tres helicópteros tipo Black Hawk (como los que ya había adquirido la PFP en 2007) que no cuentan con caja negra.
Caídas secretas
Considerados superdotados por sus capacidades bélicas, los Black Hawk que opera la Policía Federal, han tenido diversos percances en el país. El que se desplomó en la Sierra de Guerrero mientras realizaba tareas de ayuda para los damnificados por las lluvias, no es el primero.
Sin embargo, el hermetismo de la Policía Federal Preventiva durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, impidió conocer los detalles de caídas pasadas y acciones aparentemente inexplicables ocurridas con estas máquinas.
En mayo de 2009, cuando un grupo de la Policía Federal Preventiva sobrevolaba el paraje “El Tezontle” de Huitzilac, Morelos, presuntamente en busca de una banda de secuestradores, el poderoso Black Hawk se vino abajo, intempestivamente.
Los rumores de que había sido derribado en medio de una balacera entre policías y un grupo de la delincuencia organizada, no tardaron en circular. Sin embargo, de manera oficial fue que a consecuencia de la turbulencia y una bolsa de aire que explotó.
Al menos cuatro uniformados federales resultaron heridos en aquel desplome de la aeronave, aunque la escasa información que difundió la Policía Federal impidió conocer los detalles del percance.
En julio de este año, el periódico Colima Noticias reportó la caída de una segunda aeronave de este tipo en la comunidad de Guanajuatillo, región de Apatzingan, Michoacán.
El impreso local difundió incluso una fotografía en la que se aprecia una aeronave de este tipo por sus dimensiones. Informó además que los federales lesionados fueron atendidos en el hospital de la 43 zona militar.
La Policía Federal no confirmó los hechos que causaron revuelo en el sureste mexicano, tampoco desmintió la veracidad de la fotografía que difundió aquel medio local.
A diferencia de los eventos pasados, el desplome del Black Hawk el fin de semana del 20 de septiembre del 2013, corrió como pólvora.
La Secretaría de Gobernación primero lo reportó como desaparecido mientras transportaba víveres a los damnificados en esa zona de la Sierra de Guerrero.
En el helicóptero viajaban cinco tripulantes, el piloto Enrique Briceño Martínez; el copiloto Desiderio Rosado Zárate; el mecánico de vuelo José Ramón Peláez, y los elementos de operaciones especiales Isaac Escobar Bustamante y Julio César Zarco Francos. Todos perdieron la vida.
La versión oficial die: “Mientras se realizaban tareas de rescate y traslado de víveres en la contingencia generada por la tormenta tropical ‘Manuel’ en el estado de Guerrero, un helicóptero Black Hawk sufrió un accidente en el que no hubo sobrevivientes”.
La aeronave despegó el jueves 19 de septiembre de la base naval de “Icacos” en el puerto de Acapulco, y se dirigía a la comunidad de La Pintada, en Atoyac de Álvarez.
Desde ese día, el Black Hawk perdió contacto con la torre de control de Acapulco. Dos días después fue localizado y la tripulación reportada muerta.
El “halcón negro” es fabricado por la compañía Sikorky para el Ejército estadounidense, su diseño y tecnología se ha perfeccionado a lo largo de casi 40 años.
Se dice que para los Black Hawk no hay misiones imposibles debido a los instrumentos con los que cuenta, que les permiten desde volar en la oscuridad gracias a la tecnología de navegación y visibilidad.
Su tren de aterrizaje y sistema de descenso mediante soga rápida, facilita el acceso a gran variedad de terrenos.
Pero en territorio mexicano el vuelo de los halcones negros no ha sido el más afortunado, y se han desplomado tres.
Los 'halcones' de García Luna
La lucha contra los cárteles fue motivo para que el gobierno comprara estas naves. Otras fueron regalo de Estados Unidos por la Iniciativa Mérida
Fue en noviembre de 2007 cuando Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, compró las primeras máquinas sofisticadas de Black Hawk a la empresa Sikorsky International Operations Inc.
El 5 de noviembre de ese año ambas partes formalizaron el contrato número SSP/PFP/CNS/099/2007 relativo a la adquisición de tres helicópteros marca Sikorsky, modelo S70A “Black Hawk”.
Sin embargo, cuando la Auditoría Superior de la Federación investigó la compra de dichos aparatos, determinó que en el contrato no se encuentra implícito el servicio de mantenimiento a los helicópteros adjudicados a Sikorsky.
Además se sugirió al secretario ejecutivo del Comité de Adquisiciones Arrendamientos y Servicios de la Policía Federal Preventiva, integrar la carpeta de compra debidamente, “toda vez que esta había sido presentada con inconsistencias y con deficiencias en la documentación requerida”
García Luna los compró por adjudicación directa y la única cotización que se presentó por parte de Sikorsky no se registra ni se desprende el cobro de servicio de mantenimiento de ninguno de los helicópteros, solo se cobran los bienes adquiridos.
En la factura referente a dicha compra realizada por la SSP federal, de julio de 2008, en poder de Reporte Indigo, se reporta que el precio unitario de S70A Black Hawk fue de 14 millones 356 mil dólares, según el valor comercial que fue pagado.
En ese momento, de acuerdo a la cotización del peso mexicano, se valuó cada uno de los helicópteros en 145 millones 433 mil 458 pesos.
El importe total del contrato que la SSP pagó a la empresa norteamericana por las tres unidades de halcones negros fue de poco más de 43 millones 68 mil de dólares.
Casi medio año después, en diciembre de 2008, mediante factura de Sikorsky se reporta una nueva operación por cuatro unidades más del Black Hawk, que también adquirió la SSP federal.
Esta vez la dependencia que en ese momento encabezaba García Luna, pagó cada unidad en 14 mil millones 700 mil dólares americanos.
Sin embargo la cantidad de estas naves en México difiere. Existen documentos en Internet de fuentes como la Embajada de Estados Unidos, que asegura que suman más, como puede verse en la gráfica de esta página, que incluye los Black Hawk que el gobierno de Estados Unidos regaló a México como parte de los apoyos del Plan Mérida.
Las cifras reconocidas, sin embargo, son en total, de la SSP federal, siete Black Hawk adquiridos en 2007, cuando García Luna era el titular de la seguridad pública en el sexenio calderonista.
La Procuraduría General de la República (PGR) inició la averiguación previa PGR/DDF/SPE-XII3931/13-07 a partir de la cual se investiga el proceso de compra de dichas aeronaves por adjudicación directa, así como el tema del mantenimiento que no se incluyó en el contrato original.
De dicha averiguación también se desprende la investigación del agente del Ministerio Público de la PGR, Alejandro Mendoza López, por el presunto mal manejo de la indagatoria arriba mencionada.
El Black Hawk impone moda
La popularidad de los Black Hawk en México es tanta que a mediados de 2011, el gobierno de Jalisco se convirtió en el primer estado de la República que la adquirió con recursos propios para la policía de aquella entidad.
Sikorsky dio a conocer la compra como parte de una estrategia para promocionar su producto en territorio mexicano, sobre todo en aquellos estados cuya problemática con la delincuencia organizada es alta.
Como primera versión se manejó que la compra del “halcón negro” para el estado de Jalisco se dio como una iniciativa que buscó incrementar la seguridad de esa región cuando fue sede de los Juegos Panamericanos 2011.
La promesa implícita de los Black Hawk sigue atrayendo a cuerpos policiacos y gobernantes, quienes buscan adquirir la potente aeronave con capacidad para trasladar a 20 o más elementos armados, más tripulación.
Mientras el mercado del “halcón negro” se extiende en México, las autoridades no han informado avances de la investigación que propició el desplome de la calificada como supernave en la sierra de Guerrero.
Las primeras versiones al interior de la PGR y sus pilotos hablan de que la tripulación se arriesgó y enfrentó una “nube con hueso”, al toparse de frente y de manera inevitable con el cerro.
Ya sean los que compró Genero García Luna o los que regaló el gobierno de Estados Unidos mediante el plan Mérida, muchos urgen a qué alguien explique qué ocurre con los vuelos del “halcón negro” en territorio mexicano.
‘Mala suerte’ de los Black Hawk siniestrados
Desde el 2009, hasta el último accidente, este mes, las aeronaves han tenido tres siniestros cuyas causas no han sido informadas ya que carecen de “caja negra”, dispositivo de registro para determinarlas.
Mayo de 2009
> Las causas se atribuyeron a turbulencias y la explosión de una bolsa de aire, lo que causó el desplome en el paraje “El Tezontle” de Huitzilac, Morelos. Cuatro policías federales resultaron heridos.
Julio de 2013
> En la comunidad de Guanajuatillo, región de Apatzingan, Michoacán, trascendió que la nave se desplomó. A pesar de la publicación de fotos en los noticieros locales, la Policía federal nunca habló del tema ni hizo un anuncio al respecto. Varios policías federales resultaron lesionados, no se precisó ni número de heridos ni gravedad.
Septiembre de 2013
> En la comunidad de La Pintada, municipio de Atoyac, Guerrero, la nave perdió contacto con la torre de control y fue encontrada dos días después. Murieron cinco oficiales de la Policía Federal; el presidente hizo los honores y dio las condolencias a las familias.
Peña da el pésame
Por Paulina Villegas
El pasado 19 de septiembre, mientras distintas entidades del país lidiaban con los primeros estragos de los huracanes, un helicóptero Black Hawk despegó de Acapulco hacia la comunidad La Pintada.
El helicóptero tripulado con cinco policías nunca llegó a su destino.
Ayer miércoles el presidente Enrique Peña Nieto encabezó una ceremonia luctuosa para honrar a los caídos. Acudió vestido de negro y acompañado de los secretarios de Defensa, Marina, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, y el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, así como el titular del Cisen, Eugenio Imaz.
“Mis más sentidas condolencias a sus padres, esposas, familiares, amigos y compañeros”, sostuvo EPN acompañado también del gobernador Ángel Aguirre.
El grupo de rescatistas fueron parte de los casi 5 mil elementos de la Policía Federal movilizados en seis helicópteros y mil 700 patrullas que rescataron a más de 600 víctimas de las inundaciones. También trasladaron casi 90 mil toneladas de alimentos.
Manuel Mondragón y Kalb dijo: “Los acompañamos del brazo en su duelo y estaremos con ustedes y con sus hijos adolescentes y niños. No quedarán en el desamparo”.
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