AUTOR: ICELA LAGUNAS.
Miguel Ángel Mancera rendirá su primer informe como jefe de Gobierno del DF, con una imagen debilitada entre la ciudadanía y perredistas por su postura ante el caso de la CNTE en la capital.
¿Qué va a informar?
Es la interrogante lanzada en los días previos a la presentación de resultados, a nueve meses de gobernar la capital de la República.
La crisis más reciente que asfixia a Mancera Espinosa es la postura que asumió como gobernante ante las marchas, pérdidas económicas y destrozos a la ciudad que causaron los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Por casi un mes, los maestros se apoderaron de la vida libre de la Ciudad de México.
Y Mancera estuvo todo el tiempo, junto con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en el ojo del huracán por no hacer nada para frenar el caos ocasionado por los maestros que se oponen a la Reforma Educativa.
Así lo dijo el mismo Mancera:
“El costo político siempre se tiene que asumir, las decisiones en uno o en otro sentido siempre tienen un costo y hay que asumirlo con toda la responsabilidad”.
Y hoy por hoy, el jefe de Gobierno asume ante sus gobernantes el costo de no haber intervenido directamente contra los maestros de la Coordinadora.
El pasado jueves, cuando el Gobierno Federal de Peña Nieto desalojó a los maestros de la Plaza de la Constitución, el jefe de Gobierno capitalino vio los toros desde la barrera y dejó en manos de la fuerza pública federal el retiro de los manifestantes.
A Mancera le tocó levantar la basura que los maestros dejaron en el Zócalo.
Por eso, ante la débil y tambaleante imagen que el jefe de Gobierno capitalino proyectó durante y después del conflicto magisterial en el DF, sus aliados tuvieron que intervenir.
El fin de semana pasado, su amigo el diputado Manuel Granados, coordinador del PRD en la ALDF, tuvo que llamar a los perredistas reunidos en Cuernavaca, Morelos, a cerrar filas en torno a la figura del jefe de Gobierno.
Ahí, durante la inauguración de la plenaria del grupo parlamentario del PRD en la Asamblea local, los “manceristas” destacaron la postura del jefe de Gobierno de privilegiar el diálogo entre la federación y la CNTE.
“Gracias a su intermediación no se vivieron hechos violentos en la ciudad”, se atrevió a decir uno de los diputados locales del PRD afines a Mancera.
Mientras que Granados, quien ocupa su cargo en la ALDF gracias a la cercanía con el mandatario local, elogió la política de Mancera Espinosa, a quien calificó de prudente, sensible y de cuidar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
A la reunión en Cuernavaca acudió Mancera y sus hombres de confianza: Héctor Serrano, secretario de Gobierno; José Ramón Amieva, consejero jurídico; Édgar Amador Zamora, secretario de Finanzas, y Raúl Flores, presidente del PRD en el DF.
Hoy, a Manuel Granados le toca arropar al jefe de Gobierno durante su asistencia a la ALDF para rendir su informe de Gobierno.
Protegerlo de propios y extraños: de los perredistas que no le son afines al interior de la ALDF, como el grupo de bejaranistas, y también de los panistas, que son oposición y que aparentemente representan menos riesgo que los propios perredistas.
Respaldos y ausencias
Lo que se vea hoy en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) enviará mensajes y lecturas políticas.
El presidente Enrique Peña Nieto está entre la lista de invitados especiales para asistir al informe en la ALDF, así como algunos gobernadores de la República.
En medio de la crisis ocasionada por el paso de los fenómenos meteorológicos “Ingrid” y “Manuel”, que afectan a casi todo el territorio nacional, la asistencia de los gobernadores que atienden las emergencias en sus estados complica la agenda.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien ha acompañado a Mancera Espinosa en la Asamblea Legislativa, es quien coordina las actividades de los gobiernos, Protección Civil y de Seguridad para enfrentar la emergencia.
¿Quiénes acompañarán al jefe de Gobierno?
Los últimos días, no han sido los más afortunados para el jefe de Gobierno, quien incluso en las pasadas fiestas patrias lució relativamente solo y desangelado en las actividades organizadas para este fin por el GDF.
Ni siquiera los 16 jefe delegacionales respondieron a la convocatoria de acudir a la celebración organizada en el Palacio del Antigüo Ayuntamiento.
Y si de rendir cuentas se trata, ¿qué dirá el jefe de Gobierno en materia de seguridad pública?, rubro que se presumía era uno de los fuertes de quien fuera procurador capitalino.
El caso de los 13 secuestrados del bar Heaven de la Zona Rosa, cuyos cadáveres aparecieron en una fosa clandestina en un rancho de Tlamanalco, Estado de México, sigue levantando ámpula.
En este polémico caso, la PGR también la ganó la partida al gobierno de la ciudad. Fueron las fuerzas federales las que encontraron los cuerpos a tres meses de sus desaparición.
Fue la PGR quien le entregó a varios de los homicidas que participaron directamente en el plagio y secuestro de los jóvenes de Tepito.
El llamado caso Heaven fue otro de los temas cruciales resueltos por el gobierno de Peña Nieto y no por el de Miguel Ángel Mancera.
¿Qué hará el jefe de Gobierno para frenar su caída en picada?
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