AUTOR: RAFAEL CABRERA.
Para cubrir una pensión universal, desempleo y servicios de salud para todos se van a necesitar muchos fondos y no pueden ser financiados solamente con gasto corriente y a través de déficit, apuntan los investigadores.
“Si consideramos la transición demográfica que se está viviendo en México, en la cual se vuelve más vieja vamos a necesitar más recursos para cubrir una pensión universal, desempleo y servicios de salud para todos“, señaló la investigadora Sunny Villa.
“Debemos tener mucho cuidado con la viabilidad de las finanzas públicas en el largo plazo porque se van a necesitar muchos fondos y no pueden ser financiados solamente con gasto corriente y a través de déficit”.
Villa señaló que el gasto en salud planteado, para población con y sin seguridad social, es de 485 mil millones de pesos para 2014. Sin embargo, no se beneficia a las personas sin IMSS o ISSSTE.
“El gasto en salud para gente con seguridad social crece en 10.4 por ciento y el gasto para la gente sin seguridad social crece solamente 2.4 por ciento. Es decir, se están destinando más recursos a la gente que ya cuenta con seguridad social y que, por lo tanto, son quienes tienen mayores ingresos”, explicó.
En el caso del seguro de desempleo, explicó, la propuesta señala que podrán acceder a él las personas que hayan tenido un empleo formal durante el último año, es decir, no atiende a la población sin empleo o que ha estado en la informalidad.
Héctor Villarreal, director del organismo, consideró que la propuesta del Ejecutivo federal busca más tapar los huecos del sistema fiscal en vez de plantear un nuevo modelo.
“¿Es esta la reforma que esperábamos? Definitivamente no lo es. Seguimos con finanzas públicas petrolizadas”, dijo Villarreal.
“Hay muchos elementos interesantes pero paracería más una pre reforma y es un poco frustrante que estemos discutiendo una reforma fiscal que casi casi trae de la mano la pregunta ‘¿cuándo vamos a discutir la siguiente?’”.
El especialista del CIEP indicó desde 2006 hasta 2012, el crecimiento de la deuda pública ha sido, en promedio, de 3.7 por ciento, mientas que el del Producto Interno Bruto (PIB), durante el mismo periodo, ha sido de 1.3 por ciento, lo que significa que el Gobierno se está endeudando por encima del crecimiento económico.
“Esto nos lleva a deducir que las políticas fiscales aplicadas en el país no impulsan la economía de manera suficiente y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, promovido con una perspectiva social, no contiene grandes cambios estructurales”, manifestó.
Para Ricardo Cantú, investigador también del centro de análisis, los ingresos petroleros reflejan una disminución en su contribución en el PIB, al pasar de 7.6 por ciento en lo presupuestado en 2013 a 7 para 2014, lo que significa que la propuesta presidencial no despetroliza las finanzas públicas ni busca ampliar de manera los ingresos tributarios no petroleros.
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