AUTOR: Roberto González Amador.
De aprobarse reforma hacendaria, daría seguimiento a consumos en tarjetas de crédito, depósitos y pagos de cheque, señala.
"El Servicio de Administración Tributaria (SAT, el organismo encargado de recaudar impuestos) va a utilizar la información que proporcionen los bancos para buscar una fiscalización de aquellas personas que hoy en día no están pagando impuestos", comentó Salvador Garrido Márquez, socio director de la firma Garrido Licona y Asociados, especialista en temas fiscales, al participar en la séptima Convención nacional de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple de México (Asofom).
La propuesta de reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto, que es objeto de discusión ahora en el Congreso, plantea que la autoridad tributaria puede utilizar información de los ciudadanos en poder de los bancos con fines de fiscalización del pago de impuestos. Por un lado, la iniciativa considera la desaparición del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), de 3 por ciento a los depósitos mensuales arriba de 15 mil pesos, pero, por el otro, aumenta la cantidad de información que los bancos deben hacer llegar al SAT y que puede ser empleada para monitorear el cumplimiento de obligaciones.
Un punto inicial, planteado aquí por Salvador Garrido Márquez, es que a partir de la aprobación de la reforma -si es avalada por el Congreso en los términos propuestos por el Ejecutivo- el Servicio de Administración Tributaria puede considerar como domicilio fiscal, para efectos legales, el de los estados de cuenta bancaria. "Esto representa un paso más hacia la fiscalización", dijo el experto.
El SAT, por ejemplo, sólo puede entregar requerimientos y multas en los domicilios fiscales de los contribuyentes. Con la reforma, "el domicilio fiscal será aquel que refleje el estado de cuenta bancario, a través de la información que las instituciones bancarias proporcionen a la autoridad", dijo. "Si una persona no ha dado de alta un domicilio fiscal, el SAT va a considerar como tal el del estado de cuenta bancario".
Actualmente, los bancos ya entregan alguna información de las operaciones de sus clientes al SAT, llamadas "declaraciones informativas". Con la propuesta de reforma, se amplía tal obligación, dijo. "A través de esa informacion que tienen los bancos la autoridad va a poder fiscalizar a personas e incluso a personas y empresas que hoy no estén dentro de la formalidad. Va a ser obligatorio para los bancos entregar esa información", abundó.
-¿Cuáles son algunos ejemplos de la información que hoy no es usada para fiscalizar y que se utilizaría con la reforma hacendaria para este fin?
-Simplemente, los pagos efectuados por personas por concepto de tarjetas de crédito, cuentas de cheques, depósitos, etcétera. Con esta información el SAT va a buscar una fiscalización sobre aquellas personas que hoy en día no están pagando impuestos.
-¿Es compatible compartir la información con el secreto bancario?
-Es una situación polémica. Eventualmente, desde un punto de vista jurídico, se puede estar violando el secreto bancario. La argumentación de la reforma es que la información se utilizará con fines de fiscalización y no se hará pública, sino que los bancos la entregarán al SAT. Eso puede ser cuestionable, es polémico. Hay posturas de que compartir esta información no es correcto, desde el punto de vista del secreto bancario, y yo creo que no es correcto. Será objeto de controversia legal.
"Esta fiscalización pretende regular, en principio, a los que no están pagando impuestos. Obviamente, el punto es que aquí hay una fiscalización real. Hoy en día el SAT no lo está haciendo porque no cuenta con la estrcutra. El objetivo es que tenga esa estructura y se fiscalice, a través de estos mecanismos. Si se logra sería excelente, hoy en día no se ha podido lograr", agregó.
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