AUTOR: ADRIANA AMEZCUA.
Cerca de un millón de maestros marcharán hoy del Zócalo capitalino hacia la residencia oficial de Los Pinos.
“Estará sitiada la Ciudad de México a través de dos manifestaciones muy contundentes”, indicó Rubén Núñez unas horas antes de levantar el plantón que ayer decenas de maestros hicieron frente a la Secretaría de Educación Pública.
El secretario general de la sección 22 de la CNTE estimó que la marcha que hoy partirá del Zócalo capitalino y el Metro Observatorio hacia la residencia oficial de Los Pinos reunirá a cerca de un millón de maestros de todas las secciones del país y a trabajadores de diversas organizaciones sociales.
Caminarán hasta Los Pinos esperando que “El Espurio” esté ahí y que los reciba. La CNTE quiere ver al Ejecutivo federal en persona. Le quieren decir de frente que las leyes educativas que ayer promulgó no las aceptan y que cuentan con una propuesta alternativa.
“Ya pasamos por los diputados, los senadores, ya fuimos a la Secretaría de Gobernación. ¿Qué nos queda? El presidente de la República”, dice Núñez.
Y si Enrique Peña Nieto no quiere vetar la reforma educativa y “la aplica de manera oficial, en la práctica no la vamos a aceptar”, asegura.
La protesta magisterial está pasando momentos difíciles. Son ya 24 días de plantón en el Zócalo capitalino. El “boteo” solicitando monedas de apoyo a los transeúntes es ya abierto. Los víveres escasean y las quincenas no terminan por llegar.
“Eso nos da más ánimo… el movimiento magisterial, la Coordinadora, tiene sus propios principios, se mantiene a través de la lucha. Nos anima bastante vernos en estas condiciones con la participación contundente, eso es para nosotros la fortaleza”, comenta Núñez.
El líder magisterial aprovecha para hacer precisiones sobre el “asunto financiero”.
Dice que aunque muchos medios sostengan que a los maestros los están financiando algunos partidos y representantes populares, “no hace falta financiamiento para que los maestros se movilicen, los maestros sabemos organizarnos de tal suerte que con nuestro salario mínimo, raquítico, como el que nos paga el gobierno, sabemos organizarnos… Somos la clase trabajadora la que sostenemos estos movimientos”.
Por tal motivo si los “raquíticos” pagos no llegan, eso no mermará a los maestros. Son de carrera larga cuando de manifestaciones se trata…
“Hemos durado tres, cuatro y hasta seis meses en la lucha y nos sabemos mantener sin financiamiento oficial ni patrocinadores, nuestra consigna es salir a las calles a luchar en defensa de la educación pública y en defensa de los trabajadores”, asegura Núñez.
La protesta escala
Francisco Villalobos, secretario de Organización de la Sección 22, improvisa un discurso frente a la SEP. Coincide al señalar que la prioridad de su movimiento no es el recurso económico, menos una quincena.
Eso es “un distractor del movimiento; todos los compañeros estamos convencidos de lo que estamos planteando, exigiendo que la reforma educativa no puede pasar si no tiene el consentimiento de los protagonistas de la educación”.
Comenta que una sanción administrativa no los detendrá ni tampoco “nos podemos detener por un asunto de una represión policiaca”, dijo señalando a “los cuerpos represivos”, los uniformados que ayer resguardaron durante casi 8 horas el edificio de la SEP del Centro Histórico.
“El mensaje es claro, o se callan y se van o aquí los madreamos, pero el asunto es muy claro este movimiento ha enfrentado otros escenarios y situaciones pero a través de las bases se toman las mejores decisiones”, asegura Villalobos.
Mas aún, la protesta contra la reforma educativa ha escalado al punto de propiciar un encuentro entre diversos movimientos que pugnan por echar atrás las reformas estructurales que impulsa el Gobierno Federal.
Las reformas que vienen, como la hacendaria, son un asunto que en su opinión también trastocará los derechos de otros sectores de la sociedad que ya han comenzado a manifestar su inconformidad.
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