FUENTE: GACETA.MX
AUTOR: Antonio Arratia Tirado.
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El rostro de la violencia asomó en el edificio de la Sección 30 del SNTE, porque cuando los maestros inconformes llegaron a protestar, los porros de Rafael Méndez Salas ya estaban ahí.
Como siempre ocurre en la Sección 30 del SNTE, sea el secretario general quien sea, los primeros maltratados fueron los reporteros. Las fotografías estaban prohibidas y, quienes las tomaron, fueron jaloneados y amenazados. Como siempre, al frente estaba el jefe de los golpeadores, Romulado Salazar, quien, que se sepa, nunca estudió para maestro. Pero ahí estaban, otra vez, protegiendo la puerta y prohibiendo la entrada a los extraños.
Diciéndose víctimas de una campaña de desprestigio, esta vez los que estuvieron siempre al frente de la manifestación fueron maestros de la Sección 30 del SNTE en activo, mientras que los representantes de las otras fuerzas, como el Movimiento Democrático Nuevo Sindicalismo, permanecieron a la retaguardia.
Los docentes, casi unos 300, querían a toda costa entrar a hablar con Rafael Méndez Salas. No estaba y pagaron una novatada: alguien les dijo que un representante del CEN del SNTE les pedía que formaran una comisión para dialogar. Cayeron en el garlito, entró un grupo y, mientras afuera el grueso de los inconformes aguantaba la lluvia a pie firme, adentro lo que se hacía era hacerles perder el tiempo.
Pasadas las 15:00 horas, pero muy pasadas, reaccionaron y, más enojados que antes, emprendieron la caminata desde la sede de la Sección 30 del SNTE hasta la Plaza Hidalgo. Ya en el camino ampliaron la ruta porque bajaron por el bulevar Praxedis Balboa y luego subieron por la calle Hidalgo.
En la sede sindical protestaron en contra de la promulgación de la Reforma Educativa y demandaron la presencia de Rafael Méndez Salas. En el recorrido igual, y las consignas bien ensayadas. Siempre bajo una pertinaz lluvia.
Habían permanecido varias horas bajo la lluvia en la explanada del edificio sindical, en lo que esperaban la llegada de maestros de Reynosa, que acompañaría a los representantes de Nuevo Laredo, Matamoros, Victoria, Mante, Ciudad Madero y hasta de Jaumave,
En su recorrido hubo caos y descontrol vehicular entre los automovilistas que a esa hora de la tarde circulaban por esos sectores.
En la Plaza Juárez, en el 15 Hidalgo, varios maestros oradores tomaron el micrófono para repetir lo mismo que han estado diciendo desde que empezaron con las protestas: “no estamos en contra de la evaluación, esta reforma educativa está disfrazada porque es laboral y sí atenta contra nuestros derechos laborales”.
La maestra Raquel Magaña González habló para pedir la intervención del gobernador Egidio Torre Cantú para que no permita que esta nueva ley educativa pase en Tamaulipas; asimismo, negó que quienes participaron en esta movilización sean maestros de contrato: “todos los que estamos aquí somos sindicalizados”.
Criticaron que representantes del SNTE estén tratando de minimizar las protestas y negaron también que el movimiento se esté desactivando.
En entrevista previa, uno de los voceros del comité de lucha, José Jaime Oyervides Martínez, dijo que la petición de los maestros es que Rafael Méndez Salas diga de una vez por todas si los acompañará en esta protesta o no.
Indicó que en caso de que la respuesta del dirigente seccional sea negativa, los maestros inconformes llevarán a cabo movimientos más radicales, acciones que se negó a dar a conocer.
Dijo que este contingente de maestros está conformado por representantes de Madero, Reynosa, Nuevo Laredo, Victoria, y Tampico, principalmente. Aunque había de otros municipios, pero los contingentes no eran muy numerosos.
Asimismo, dijo que el de ellos se trata de un movimiento pacífico que busca sólo el diálogo con Rafael Méndez Salas y rechazó que haya infiltrados de la CNTE en esta manifestación de Tamaulipas.
En la Plaza Hidalgo, donde se pactó que sólo habría tres oradores, la lista se amplió y las denuncias subieron de tono.
Una maestra denunció a los porros de Rafael Méndez Salas, a los que luego cambió el adjetivo y los llamó delincuentes porque están muy lejos de ser maestros.
“Por eso, hacemos responsable a Rafael Méndez Salas de lo que nos pueda pasar a los maestros que estamos aquí”, lanzó la maestra.
Antes, los pocos reporteros que cubrían el evento, también habían pasado a formar parte del archivo de la Sección 30 del SNTE, uno de cuyos fotógrafos les tomaba gráficas uno a uno.
Otra maestra, iracunda, denunció “una mano negra” que se encargó de boicotear a los maestros de Reynosa, que de última hora se quedaron sin los autobuses ya rentados.
“Yo misma deposité el dinero en la cuenta que nos indicó la empresa, y al final nos dijeron que siempre no, que ya no se podía. Y qué pasó: aquí estamos los maestros de Reynosa”.
La maestra Raquel Magaña González, de Mante, dijo que muchos han minimizado la inconformidad magisterial, pero de pronto se van a dar cuenta de la verdadera realidad.
“Los maestros, los verdadero maestros, ya no aguantamos más. Sólo que muchos tienen miedo porque les han dicho que les van a descontar una o dos quincenas, o que les van a quitar la plaza. Pero no se equivoquen ¡porque Tamaulipas está que arde y nos van a parar!”.
De hecho, dijo que en el municipio de Mante ya habían empezado algunos bloqueos e hizo notar que eso es apenas el inicio porque ni por cansancio los van a vencer.
Los blancos más comunes de los reproches magisteriales fueron el presidente Enrique Peña Nieto, su dirigente Rafael Méndez Salas y los legisladores que apoyaron la reforma educativa.
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