El INAH reporta que el proceso de reparación contratado por el Fideicomiso Centro Histórico provocó afectaciones "irreversibles" en la escultura y el pedestal; hay escurrimiento de óxido de los andamios y manchas rosas y verdes.
“El valor cultural del monumento histórico intervenido es incalculable. Sin embargo, la estimación de los daños ocasionados al monumento histórico por la intervención realizada por el señor Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México en septiembre de 2013, asciende a $1’415,723”, determinan las conclusiones del dictamen del organismo.
En septiembre pasado, el organismo capitalino inició la recuperación de la estatua ubicada en la Plaza Tolsá, en la Calle Tacuba, sin embargo, el uso excesivo de corrosivos provocó “daños irreversibles” en la obra.
Las conclusiones de la evaluación realizada por el INAH el pasado 25 de septiembre establecen que hay daños en la pieza y en el pedestal.
En la escultura de bronce, hay afectaciones en 50 por ciento de su superficie, por pérdida irreversible de la pátina original (cobertura) a causa del uso de ácido nítrico en concentraciones a 60 por ciento, pese a que los estándares determinan sólo 60 por ciento.
Además, hay corrosión del bronce y abrasión de la superficie por el uso de cardas metálicas.
Asimismo, en el pedestal hay daños por disolución de materiales constitutivos porescurrimiento y absorción del ácido nítrico y óxidos. Actualmente, el monumento presenta manchas en la piedra por el escurrimiento y absorción de la solución del ácido nítrico, manchas en los tableros de mármol por escurrimiento del ácido nítrico ysalpicaduras de óxidos de hierro de los andamios.
Además, incrementaron los daños preexistentes en la piedra, lo que alteró las propiedades físicas del material y afectó las cualidades estéticas del monumento histórico. Incluso se disolvieron y desprendieron capas superficiales de carbonato de calcio, ocasionados por una limpieza con agua a presión de los tableros de mármol.
“Si bien la obtención de brillos es un proceso común en la patinación de obras recién producidas, es un grave error utilizar este mismo método en un monumento histórico”, sostuvo el INAH.
Tras conocer estos hechos, el INAH ordenó suspender el proceso de recuperación.
“La intervención realizada no contó ni cuenta con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Al realizar los tratamientos sin autorización, se violó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y su Reglamento”, insistió el organismo.
El Fideicomiso Centro Histórico, que dirige Inti Muñoz, inició en septiembre pasado el “Servicio para la restauración y rehabilitación del monumento ecuestre a Carlos IV de España conocido como El Caballito limpieza y mantenimiento de la escultura ecuestre, incluye el pedestal.
Sin embargo, ahora la obra luce con manchas rosa salmón, verde purulento, zonas doradas brillantes y mates que corresponden a bronce decapado.
Ante estas acciones, el INAH ordenó iniciar un proceso de rescate de la obra.
A continuación, los términos de la evaluación difundidos por el INAH:
CONCLUSIONES DEL DICTAMEN
La intervención realizada en septiembre de 2013 por el Sr. Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México, ocasionó los siguientes daños irreversibles en el monumento histórico, “Estatua Ecuestre de Carlos IV”.
1. En la escultura de bronce.
• Daños en aproximadamente el 50% de la superficie de la escultura por:
o Pérdida irreversible de la pátina original a causa del uso de ácido nítrico al 30%.
o Desaleación y pérdida irreversible de elementos (estaño y zinc) por el uso de ácido nítrico al 30%.
o Corrosión del bronce.
o Abrasión de la superficie por el uso de cardas metálicas.
2. En el pedestal.
• Daños por:
o Disolución de materiales constitutivos por escurrimiento y absorción del ácido nítrico y óxidos.
o Manchas en la piedra por el escurrimiento y absorción de la solución del ácido nítrico.
o Manchas en los tableros de mármol por escurrimiento del ácido nítrico.
o Manchas en los tableros de mármol por salpicaduras de óxidos de hierro de los andamios.
o Incremento de los daños preexistentes en la piedra, lo que alteró las propiedades físicas del material y demeritó las cualidades estéticas del monumento histórico.
o Disolución y desprendimiento de capas superficiales de carbonato de calcio, ocasionados por una limpieza con agua a presión de los tableros de mármol.
3. La intervención realizada no contó ni cuenta con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
4. Al realizar los tratamientos sin autorización, se violó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y su Reglamento.
5. Los documentos presentados por el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México y por el Sr. Arturo Javier Marina Othón, mediante los cuales se pretendió obtener solicitud de autorización por parte del INAH de manera extemporánea están incompletos.
• No se presentó cédula profesional de restaurador responsable.
• No cuenta con un curriculum completo del responsable de los trabajos.
• No se presentó un diagnóstico preliminar que justifique las intervenciones realizadas.
• Planteó métodos y materiales de intervención sumamente agresivos que afectaron la integridad del monumento histórico, y su ejecución no autorizada generó daños irreversibles.
6. El valor cultural del monumento histórico intervenido es incalculable.
Sin embargo, la estimación de los daños ocasionados al monumento histórico por la intervención realizada por el Sr. Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México en septiembre de 2013, asciende a $1’415,723.00 (–Un millón cuatrocientos quince mil setecientos veintitrés pesos 00/100 M.N.–).
7. Los daños generados son irreversibles.
7. Los daños generados son irreversibles.
Es urgente iniciar un proceso de intervención para estabilizar el monumento histórico y restituir los elementos necesarios que garanticen su conservación.
8. Atendiendo al presente dictamen, el proyecto para estabilizar el monumento histórico y restituir los elementos necesarios que garanticen su conservación deberá ser presentado al Instituto Nacional de Antropología e Historia para su aprobación.
La ejecución de los trabajos que al efecto se autoricen por el INAH, será supervisada por personal de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos.
El INAH agradece a la sociedad civil su compromiso solidario con la conservación del Patrimonio Histórico y Cultural de México.
8. Atendiendo al presente dictamen, el proyecto para estabilizar el monumento histórico y restituir los elementos necesarios que garanticen su conservación deberá ser presentado al Instituto Nacional de Antropología e Historia para su aprobación.
La ejecución de los trabajos que al efecto se autoricen por el INAH, será supervisada por personal de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos.
El INAH agradece a la sociedad civil su compromiso solidario con la conservación del Patrimonio Histórico y Cultural de México.
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