AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.
En entrevista exclusiva, la activista Deborah Rogers advierte a los mexicanos: aprendan de Estados Unidos. Ahí las grandes petroleras han perdido mucho dinero en este negocio por lo que ahora buscan países como México para recuperar su inversión.
Deborah Rogers quedó impactada.
Sucedieron en su mente los meses de 2009 cuando no sospechaba que sería espiada por la industria energética en Estados Unidos, colaboraría con The New York Times, comparecería ante el Senado, daría conferencias en todo su país y en Europa.
Esta mujer texana en 2003 heredó una granja de sus abuelos y dejó las oficinas de Wall Street, donde trabajaba como analista, para fundar una compañía de quesos artesanales.
“Yo nunca fui una activista, yo soy miembro del establishment” dice sentada en el restaurante de un hotel en Dallas.
Es delgada, no usa joyas y su cabello es muy corto.
Explica que todo cambió seis años después de haberse instalado en su granja colindante a la zona metropolitana de Dallas-Fort Worth, en el corazón del yacimiento de lutitas (shale) de Barnett, al norte de Texas.
Una tarde llegó a su casa y supo que su vecino había vendido sus derechos de uso de suelo a Chesapeake Energy para perforar 12 pozos de shale.
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Para evitar la contaminación que pudiera causar la explotación de shale, solicitó a la compañía que trabajaran con ella para impedir que las emisiones de los pozos llegaran a su granja.
Sabía que los animales, al asimilarlos, los magnificarían en su organismo y que eso aumentaría cuando un ser humano consumiera el queso que provenía de la leche de las vacas.
En Chesapeake le dijeron que no les importaba qué impacto tuviera en su negocio.
Al principio no sabía cómo combatirlo. Pocos meses después el entonces presidente de la compañía, Aubrey Mcclendon, fue a Dallas y dio una conferencia.
En el tema hablaba de las regalías del petróleo que habían pagado a la ciudad. Del otro lado del auditorio, Deborah hacía cálculos en su cabeza.
“Yo soy una persona de números y decía: esto no tiene sentido, debo haberme perdido algo”, recuerda.
Estaba ahí sentada pensando que las proyecciones no mostraban un crecimiento importante en las regalías.
“Entonces cometió el error. Dijo: ‘estarán muy complacidos de saber que no perforaremos el último 15 por ciento de los pozos que pensábamos perforar’ ”.
En la mente de Deborah, los números se disparaban. “Si eso significa que vamos a tener un 85 por ciento de proliferación de pozos en este crecimiento relativamente pequeño en proporción a las regalías entre 2009 y 2015, en algún punto del pasado ya pasamos el máximo rendimiento en el norte de Texas”.
Pensó que había escuchado mal. Corrió a su casa, descargó los estados financieros de Chesapeake, los revisó y se hizo otras preguntas que parecían sin sentido.
“¿Por qué siguieron perforando en 2009 después de la crisis económica de 2008, cuando los precios del gas se habían desplomado alrededor del 15 por ciento?
“Tradicionalmente en la industria, cuando los precios se desploman demasiado, cierran algunos pozos y permiten que se estabilicen”, afirma.
No hicieron eso con los yacimientos de shale. Deborah no entendía, preguntó a sus amigos que conocían de finanzas y nadie le dio una respuesta convincente.
Resultados del análisis: el shale no es negocio
Cuando Deborah Rogers revisó a fondo los estados financieros de la compañía que perforaba yacimientos de shale en la granja de su vecino, notó que no había absolutamente nada de efectivo en sus balanzas.
¿Las anomalías eran sólo de Chesapeake o iban más allá? Bajó los estados financieros de las empresas más importantes que estaban en el yacimiento de Barnett en ese momento. Vio el mismo panorama.
“Entonces supe que algo no andaba bien. Fue cuando salí a decir públicamente que pensaba que había problemas con el shale y me topé con una reacción enorme de la industria”.
Le dijeron que estaba loca, también que estaba equivocada.
“Te puedes imaginar, estoy aquí sentada en Texas. Nuestra identidad está atada a la industria del petróleo y el gas, incluso si ya no es nuestra principal fuente económica”.
La creencia común era que los pozos de shale seguirían por décadas y todos harían mucho dinero.
“Yo estaba diciendo: no creo que vaya a ser el caso. Ya hicimos la mayor parte del dinero que íbamos a hacer, a partir de aquí veremos una recesión. Todo el mundo pensó que estaba loca, pero resultó que estaba en lo correcto”.
En esta entrevista Deborah Rogers explica cómo llegó a enterarse, a través de su experiencia como analista financiera, qué pasaba realmente en la industria del shale gas en Estados Unidos.
Sus descubrimientos fueron publicados en los diarios más importantes americanos y ahora que México inicia una industria con la explotación de lutitas (gas shale), se vislumbra una gran relación.
A continuación, la entrevista.
Explorar sin beneficios
> ¿Qué anomalías detectaste en los números?
Podías empezar a ver la caída. La ciudad de Fort Worth en 2008 obtuvo 50 millones de dólares en ingresos de aceite y gas. En 2009 bajó a 19 millones y en 2010 subió a 38.
La industria decía: “era solo la recesión económica, ya estamos de regreso”.
Si extrapolas, el número de pozos se habían duplicado entre 2008 y 2010 a pesar de que los ingresos a la ciudad, bajaron.
En 2008 tuvimos 50 millones en ingresos, para el final de 2012 teníamos 23 millones.
Fue menos de la mitad, pero el número de pozos se cuadruplicó en ese periodo.
El número de pozos que excavan sube porque intentan mantener la plataforma de producción estable, pero no lo han podido hacer, ni cerca, en ningún yacimiento de shale.
Tienes un frenesí de excavación, que significa un frenesí de problemas ambientales también, pero no puedes mantener la producción estable, solo baja.
> ¿El aumento de producción no concuerda con los pozos perforados?
Cuando entran y empiezan a cavar, en cualquier yacimiento de shale en el mundo, ves un frenesí de excavación en el primer año. Ves salir demasiado gas y aceite.
En la superficie parece que es fantástico. Ése es el ángulo que la industria quiere mostrarte.
Pero lo que no han sido capaces de hacer es mantener eso por un periodo de tiempo.
Mi trabajo muestra que sí consigues beneficio económico del shale, de eso no hay duda, pero sólo en los primeros tres o cuatro años.
Luego cae, como una roca proverbial. Los trabajos se van de la ciudad después de eso, no pueden mantener esa meta de producción estable, los pozos declinan demasiado rápido.
Euforia en Wall Street
> ¿A qué se debe la euforia del shale en Wall Street?
En febrero de este año publiqué un reporte que escribí por medio de mi fundación, Energy Policy Forum. Habla sobre lo que veo como el gran impulsor para el shale, esto es, la inversión de Wall Street.
No puedes hacer un trabajo como este sin un enorme flujo de efectivo. Tiene que venir de Wall Street y eso fue lo que pasó.
Mi premisa es que el shale debió volverse inviable en 2009, pero no sucedió, aunque la producción estaba bajando.
¿Qué lo mantuvo? Tienes que regresar a la crisis de los créditos hipotecarios, que eran la principal fuente de ganancias de la mayoría de los grandes bancos inversionistas de Wall Street.
De repente eso se cae en 2008 y todo se detuvo. Los bancos luchaban porque habían perdido una gran fuente de ingresos.
Los bancos se dividen entre los banqueros inversionistas y los analistas.
Los geólogos venían diciendo: vemos problemas con los números de producción de shale, están a la baja.
Pero los analistas venían y decían lo contrario: el shale es la nueva panacea, vamos a ser energéticamente independientes, es lo mejor, debes poner tu dinero aquí.
Era muy conveniente. Los inversionistas ponían su dinero en las compañías de shale y mantenían los precios de la acción subiendo, mientras la producción basada en los pozos, bajaba.
El shale se volvió el centro de ganancias número uno en Wall Street, reemplazó a los créditos respaldados por hipotecas.
> ¿Mantuvieron las acciones artificialmente?
Los bancos inversionistas de Wall Street, con sus analistas y su ejército de corredores, se volvieron los porristas del shale. El porrista en jefe era The Wall Street Journal, que nunca publicó ni una duda sobre el shale. Lo promovían y la gente pensaba: esto es excelente, debo invertir mi dinero aquí.
Mientras los precios del gas bajaron dramáticamente, hasta 50 por ciento. Y continuaron bajando.
Si ves las métricas que un analista busca en una compañía de shale gas con acciones públicas, una de las primarias es un objetivo de producción.
Las empresas les dirán: hemos cumplido con el objetivo, crecimos tanto por ciento este año.
Sólo quieren saber cuánto has crecido año con año, significa que la compañía aún crece.
Si no, quiere decir que estás estable o en declive.
Entonces los analistas degradarán tus acciones, no entrará suficiente dinero, los inversionistas no pondrán dinero en tu acción y eso puede complicar tu acceso a un préstamo en un mercado de capital.
Si eres un banquero inversionista dices: sabemos que estas compañías harán todo lo que puedan para mantener su objetivo de producción; podemos extrapolar a 12 o 14 meses dónde creemos que estará la producción y compararlo con la demanda.
Era muy sencillo ver que el suministro iba a exceder la demanda significativamente.
> El siguiente paso era el precio…
¡Exacto! Tiene solo una dirección y es abajo. Como inversionista piensas que el precio seguramente bajará. Volteas a las grandes compañías y, en privado, les dices: puedes comprar acciones de shale por centavos, te podemos ayudar. Sabes que estas grandes compañías privadas estarán batallando.
Esto fue exactamente lo que hicieron. Entraron con las mayores y les dijeron que podían hacer eso. Coincidió con el cambio de reglas de la Comisión de Valores (SEC, por sus siglas en inglés), cuando expandieron su definición de las reservas.
Hacía sentido para las empresas grandes entrar y comprar, los grandes no habían podido acrecentar sus reservas de forma sostenida desde hacía una década.
De repente podían mostrar un crecimiento en sus reservas, lo cual les hacía subir el precio de sus acciones.
Mientras bajaban los precios y la producción, los bancos inversionistas estaban haciendo demasiado dinero del shale.
Lo interesante es que ahora las fusiones y adquisiciones con empresas de shale se han quemado, se han secado.
Será interesante ver lo que hacen los bancos de ahora en adelante, ver si habrá dinero fácil para estas compañías, y no lo habrá.
Si los bancos no pueden generar las tasas hipotecarias, estas empresas deben de buscar financiamiento en otras partes. Pero su efectivo es muy limitado por el momento.
El futuro de las lutitas: negativo
Ha habido dos rondas de reducciones muy significativas en los activos de las empresas de shale desde 2009.
Un gran ejemplo es la gran multinacional BHP Billiton, que compró todos los activos de shale de Chesapeake Energy y activos del yacimiento de Haynesville.
A los 18 meses tuvieron que cancelar su inversión con pérdidas cerca del 20 por ciento.
Recientemente se han visto reducciones muy significativas en los activos de shale de Exxon Mobil y Royal Dutch Shell. Tuvieron un impacto considerable en sus ganancias en el primer semestre de este año.
Estas empresas se han quemado por los activos de shale, están recibiendo golpes financieros.
Entonces, ¿qué haces? Vas a otros países. Vas a México y juegas ese mismo juego. Vas a Irlanda, Francia o Polonia. Polonia fue promovida como la salvadora de Europa del gas ruso con el shale, pero los pozos polacos no han funcionado.
¿Les sacarás petróleo o gas en las primeras etapas? Claro que sí. ¿Durará un periodo de tiempo significante? Eso no ha pasado en ningún yacimiento de shale.
Si puedes mantener este juego vivo el mayor tiempo posible y ahora tienes el resto del planeta para hacerlo, lo haces durante varios años más.
> ¿Por 10 años?
Seguramente. Si nos basamos en la producción real de 65 mil pozos en EU, parece que en 10 años todos los yacimientos de shale estarán listos para abandonarse.
Hay un patrón. Empezó en Barnett, luego Haynesville, Marcellus, Eagle Ford. Cada yacimiento es promovido por la industria como más grande y mejor que el anterior.
Pensaban que Barnett era excelente pero ‘oh Dios, descubrimos Marcellus. Pensábamos que EU era increíble, pero México será increíble, Irlanda será increíble, Polonia salvará a Europa’, dicen.
Es un ejercicio de relaciones públicas. No hay nada en la producción de shale que justifique la hipérbole que escuchas de la industria sobre los pozos.
Si realmente presionas a cualquier ejecutivo, no lo podría justificar. Rex Tillerson, presidente de Exxon Mobil, ha dicho públicamente que EU no va a ser energéticamente independiente por el shale.
Era un argumento que encajaba bien en el ambiente político presente de EU.
La gente quería escuchar: no tenemos que salir a hacer guerras en Medio Oriente, podemos producir lo nuestro aquí. Pero eso nunca iba a pasar.
Pronósticos para México, lejos de la realidad
¿Qué opina de las proyecciones de shale en México que publicó la Agencia de Información Energética de EU?
La agencia que hace los pronósticos es el brazo del Departamento de Energía.
Tengo mucho respeto por la gente de la agencia, pero la información que trabajan viene de la industria, y el interés de la industria es proporcionar la imagen más prometedora posible.
Si revisas el historial de documentación de la agencia, es deprimente. Una vez al año hacen un estudio retrospectivo de sus propios pronósticos.
¿Acertamos en el precio del petróleo crudo? No. Hasta 90 por ciento de las veces han estado mal. ¿Le atinamos al precio de gas natural? No, en el 68 por ciento de las veces. Sus habilidades de predicción no son muy buenas.
Hay que ver la producción real, no las proyecciones. En Eagle Ford hubo un pico de producción, luego duplicaron los pozos pero la producción por pozo no ha subido.
Los pozos viejos se agotan tan rápido que, sin importar qué tantos excavas, no puedes mantener la producción a flote. Definitivamente vamos a necesitar petróleo mexicano.
¿Un contrato de utilidad compartida atrae a las petroleras aunque no puedan registrar las reservas?
Creo que ellos saben que estos pozos de shale producen la mayor cantidad de ganancias en los primeros 4 o 5 años.
Si amarran un contrato de 5 a 10 años, se llevarán la masa de dinero por adelantado. Podría ser que estructuren los contratos de esta manera, porque saben que los pozos de shale no son longevos.
México se quedará con las reservas, es cierto, pero el flujo de dinero será inexistente.
También se ha dicho que el shale genera muchos empleos…
Está basado en modelos de predicción económica. Puedes hacer ingeniería a la inversa para cualquier modelo, que apoye la conclusión que quieres. Sólo cambias los números.
No hemos visto el resultado de los empleos que prometieron en ningún yacimiento de shale en EU hasta ahora.
Cuando te adentras en estos estudios no han sido trabajos permanentes. Muchos son de choferes de camiones, que son trabajos respetables, pero no duran mucho y la paga no es muy buena.
También incluyen los trabajos de policías y prostitutas en la cuenta. Se puede argumentar que eso es creación de empleos, pero no son los tipos de trabajo que queremos que se estén creando.
¿Han tenido afectaciones de infraestructura?
Usan camiones muy pesados que tienen a las calles y carreteras dañadas de una manera inimaginable en cualquier área donde hay producción de shale.
He encontrado que los estimados del costo para reemplazar las calles son exponencialmente superiores que todos los ingresos fiscales que la industria paga a los gobiernos locales, el Estado o las comunidades.
No hay comparación: el dinero que reciben estas comunidades en impuestos de la industria simplemente nunca cubrirá el costo de componer las calles.
¿Quién va a pagar por eso? Quienes vivan en las comunidades locales, esa pérdida recaerá sobre los contribuyentes.
Eso es privatizar los ingresos y socializar el costo. Estas empresas deben de pagar el costo entero de lo que hacen y eso no está pasando.
Usen a EU y el trabajo que se ha hecho aquí como una moraleja.
Hay reportes ahora sobre el historial de producción de todos los pozos shale de EU. En ellos verán que no son de larga duración y no producen lo que habían prometido producir, ni los ingresos que prometían.
Hay suficiente información en EU y les alentaría a que vieran esa información fríamente, porque eso es lo que va hacia México.
Hay muchas promesas que se harán de entrada pero no se han hecho una realidad aquí
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