Los elementos detuvieron a los manifestantes y los golpearon al subirlos a camionetas de la SSPDF, de acuerdo con reportes de diversos medios.
Algunos de los oficiales incluso traían el rostro cubierto y se infiltraron en la marcha para detener a los anarquistas.
De acuerdo con Reforma, al menos cinco policías vestidos de civil tomaron por el cuello a varios jóvenes y tras derribarlos los patearon y arrastraron hasta patrullas localizadas en Bucareli.
Los elementos de seguridad encubiertos aprovecharon la confusión que se generaba durante los enfrentamientos entre anarquistas y granaderos para detener a los jóvenes.
Activistas denunciaron que los agentes vestidos de civiles portaban radios y que un grupo se encontraba en la Glorieta de Colón.
Además, la organización Artículo 19 acusó que la Policía usó balas de goma contra los manifestantes.
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