AUTOR: DANIELA G. SANTOYO.
En un comunicado, los diputados de ese Grupo insistieron en la importancia de conocer la gravedad de los daños, los hechos que dieron pie a esta situación, y de deslindar responsabilidades. Esto, porque asumen que la escultura ecuestre es parte del patrimonio urbanístico, artístico e histórico de la capital y del país.
Durante el mes pasado se iniciaron los trabajos de restauración sin que el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México y la empresa ejecutante contaran con la autorización requerida por la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que debe emitir el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El INAH informó mediante un comunicado el 20 de septiembre que no “hay documento que avale o autorice la intervención de la escultura ecuestre”. En el comunicado se agregó que ese día “se recibió una solicitud al respecto y de inmediato se le informó al Fideicomiso que el expediente está aún incompleto”.
Por lo anterior, aquél día se comisionó a un restaurador del Instituto para que detuviera la obra y revisara los tratamientos que hasta ese momento se le habían realizado. Se encontró que éstos fueron sumamente agresivos, por lo que habían causado daños irreversibles en un 35 por ciento de la escultura.
La figura dedicada al rey Carlos IV y realizada en 1795 por Manuel Tolsá, presenta severos daños que no podían apreciarse a simple vista, sino hasta después de iniciado el procedimiento. Por ahora, fue colocada una malla alrededor de la estatua que impide su observación.
Movimiento Ciudadano exhortará al Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad para que rinda un informe completo, las circunstancias, las medidas y los procedimientos que tengan relación con este hecho.
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