El ex alcalde y ex gobernador aseguró que diferentes construcciones en Acapulco no respetaron el Plan Director de Desarrollo publicado en 2001; no obstante, consideró que "las empresas llegan hasta donde la autoridad les permite".
En entrevista para Noticias MVS, primera emisión, preguntó por qué la investigación que presentará próximamente el gobierno federal sobre las construcciones en zonas de humedales en Acapulco parte desde el 2001 y no desde años antes.
“¿Por qué si había un plan director se deciden dar cambios de usos de suelo?”, cuestionó.
Apuntó que el PDDU tenía propósito de no cometer errores en la Costera Miguel Alemán, como la saturación y un desarrollo urbano no armónico con el ambiente.
Expuso que la vida turística de Acapulco inició desde 1950 y fue hasta 1982 se creó el primer plan de desarrollo; el siguiente plan fue en 1988 y hubo otro en 1993, que establecían directrices para la construcción en las diferentes zonas del Puerto.
Sobre el PDDU que él junto con técnicos y ciudadanos elaboró -y se publicó en 2001- establecía programas, metas y compromisos a corto, mediano y largo plazo y quiénes eran los corresponsables.
“Lo establecido en el plan fue cambiando, no hay dos planes, es sólo 1, el del 98 fue publicado en 2001, con normas y reglamentos”, puntualizó.
Consideró que no se hicieron las obras que se habían establecido porque se necesitan recursos y ni el gobierno estatal ni el municipal los tenían.
“Las licencias que se dieron en el 99-2002 con profesionales de desarrollo urbano son gente respetable… (yo) nunca cambié uso de suelo, me mandaté al plan (de desarrollo)”, aseguró y refirió que sí otorgó permisos a empresas pero sin violar el plan.
Torreblanca pidió revisar, por ejemplo, cuándo y por qué se dio licencia de construcción al centro comercial “La Isla”, en Acapulco, pues en este caso sostuvo que “despojaron al pueblo de Guerrero de una calle”.
Presentó otros ejemplos de obras donde no se debía construir, por ser “zona turística”, como un edificio del Poder Judicial o un CRIT del Teletón. Sobre este último ejemplo, aseveró que el gobierno estatal donó un predio cuyo el uso de suelo original es “Turístico Hotelero Residencial”.
“Cada 6 años reinventamos un municipio y el estado, vienen los mesianismos, en el que cada quien quiere darle su propio sello, hacen lo que les conviene“, estimó.
“Las empresas llegan hasta donde la autoridad les permite”, agregó y lamentó las recientes inundaciones, sobre las que cuestionó el manejo de las barras para liberar agua, así como de los pluviómetros.
Para la investigación del gobierno federal sugirió revisar el Plan Director, ir al terreno y ver dónde está la obra que debía haberse construido y cuál no.
Zeferino confió en que se señalen responsables y en caso de que él sea señalado dijo que espera que se le permita dar a conocer su “verdad”, así como convocar a los técnicos con los que trabajó, para que sean ellos y no los políticos quienes establezcan conclusiones.
“La desgracia no solamente es Acapulco es Guerrero, un estado complicado que requiere de esfuerzos verdaderos no paliativos”, apuntaló. Y cuestionó por qué sólo se está hablando del puerto y no también de los errores en La Pintada, en Tierra Caliente y otros lugares de Guerrero, afectados por el paso de “Manuel”.
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