FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS.
MÉXICO, D.F. (apro).- El secretario de Hacienda (SHCP), Luis Videgaray, reconoció que la década de los 80 –cuando gobernaba el PRI– fue “una gran fábrica de pobreza” por las elevadas tasas de inflación registradas en aquellas épocas.
Durante su participación en la conferencia internacional Independencia de los Bancos Centrales, en el marco del 20 aniversario de la autonomía del Banco de México (Banxico), el titular de la SHCP señaló: “La inflación, como la vivimos en México, fue una gran fábrica de pobreza. En los años 80, la inflación anual promedio fue de casi 70% al año. Esto quiere decir que si en 1980 un litro de leche hubiera costado un peso, en 1990 ya costaría 150 pesos”.
Ante la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, el gobernador del Banxico, Agustín Carstens, así como gobernadores de los bancos centrales de otros países, Videgaray continuó en las instalaciones del Hotel Four Seasons: “Cuando la inflación es elevada como fue, por ejemplo, en México en los años 80, los precios tienden a crecer más rápido que los salarios llevando una pérdida real del poder adquisitivo de los trabajadores. Además, la gente de escasos recursos rara vez toman en cuenta los instrumentos, rara vez cuenta con instrumentos financieros para proteger sus ahorros de la erosión inflacionaria”.
Sin embargo, el funcionario celebró que México tiene más de 12 años donde la inflación no alcanza los dos dígitos. “Tenemos inflación por debajo de un dígito, y hoy tenemos una inflación, según la última cifra del Banco de México, anualizada, de apenas de 3.4% anual”, dijo.
Lo que Videgaray no mencionó, fue que pese al “bajo” nivel inflacionario, el país tiene a más de la mitad de su población en pobreza multidimensional (59.13% de los mexicanos), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante su turno al micrófono, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, recalcó que la institución a su cargo no financiará el déficit del gobierno, ya que es parte de su autonomía plasmada en el artículo 28 de la Constitución.
Carstens señaló que “la esencia de la autonomía es impedir que el banco central otorgue financiamiento directo al gobierno, como bien lo dice el artículo 28…
“Dicho de otra forma, la autonomía cierra la posibilidad de que los déficits fiscales se financien con crédito del banco central. Esta prohibición se vuelve fácil de cumplir cuando existe una relación armónica entre las políticas fiscal y monetaria, que son los dos grandes pilares de la estabilidad macroeconómica”, soltó.
El excandidato para dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) agregó que en este sentido, la labor del Banco de México de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional, ha sido facilitada por el sano manejo de las finanzas públicas que México ha mostrado ya por muchos años.
Carstens aprovechó el momento para hacer un llamado a aprobar las llamadas reformas estructurales en un entorno de “estabilidad macroeconómica”.
“La estabilidad macroeconómica alcanzada por México, sustentada en muchos años de políticas fiscales, financieras y monetarias responsables, es la plataforma ideal para impulsar reformas estructurales, que eleven el crecimiento potencial de México a tasas mucho más aceleradas que las actuales y de forma sostenida. Sólo así el país logrará superar múltiples rezagos”, aseguró el otrora secretario de Hacienda.
Recordó que en 1993, cuando el Congreso de la Unión recibió la iniciativa presidencial para modificar tres artículos constitucionales, con el objeto de otorgar autonomía al Banco de México, prácticamente todos los mexicanos tenían muy frescos en la memoria los daños devastadores que les habían causado episodios agudos y prologados de alta inflación, pobreza extendida, cancelación de proyectos e inversión, de empleo, penurias diarias para satisfacer necesidades básicas, patrimonios perdidos en unos cuantos meses, tras muchos años de esfuerzo constante por construirlos.
En cambio en estos tiempos, aseguró, millones de mexicanos, jamás han padecido inflaciones anuales de más de un dígito (actualmente la inflación ronda una tasa de 3.5%).
“Hoy, miles de mexicanos tienen acceso a créditos hipotecarios para adquirir una vivienda a tasas fijas, en pesos, a plazos que pueden llegar hasta 30 años”, aseguró Carstens.
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