El viernes 11 de octubre de este año, el diario Reforma publicó en la portada de su
sección Ciudad la nota “Identifica Gobierno a Grupos Anarquistas” que alude a un
supuesto “Análisis de Grupos Anarquistas” elaborado por el Gobierno del Distrito
Federal en el que se describen los
supuestos grupos, nombres y tácticas que utilizan quienes han enfrentado a la
policía capitalina en las manifestaciones desde el #1DMx. El pasado domingo
tuve oportunidad de leer la nota y encontré entre la lista de los supuestos
anarquistas, a Julio Pisanty Alatorre.
El supuesto análisis me
recuerda al comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal, titulado “Detiene SSP-DF a dos anarquistas agresores de
policías” que relativo a Ana Berenice de la Cruz, fue difundido dos
horas antes que iniciara la marcha del 1 de septiembre de este año, texto
plagado de falsedades. Me recuerda también los textos de Carlos Marín a los que
dirigí una carta abierta que no ha tenido respuesta.
Conozco a Julio. Es un joven médico de
24 años que actualmente está en la etapa final de su formación académica, la
que no solo incluye los aspectos teóricos. Julio ha sabido aprovechar la
oportunidad de enriquecimiento político y social que una Universidad da y por
lo menos desde hace tres años participa activamente en diferentes causas
sociales. A propósito del referido análisis del gobierno capitalino tuve la
oportunidad de charlar con él. ¿Qué piensas de lo divulgado? Le pregunté.
- Con excepción del hecho que estudié
medicina, todo lo demás es falso – comentó.
Julio estudió medicina para tener la
posibilidad de aportar algo concreto a la transformación social, aunque sabe
que una parte de la medicina son solo “curitas”, quiso tener esas herramientas
a la mano para poner de su parte a esta sociedad, para como él dice “cambiar
cosas que están muy jodidas”.
- Haber estudiado medicina es un
privilegio, te permite estar en un diálogo horizontal con personas con quienes
construyes espacios íntimos, que te acercan a las fuentes de la explotación y
de la injusticia social – me dijo.
Casi como instinto le pregunté su
opinión sobre el Che Guevara.
-Al Che lo admiro, no tanto como
médico, sino como un referente histórico. Me mueve más Salvador Allende, como
médico supo conjuntar su formación con una visión social profunda-.
Más allá de los políticos
profesionales, Julio considera que la transformación social requiere de una
participación política generalizada y del compromiso con las formas de
organización que no busquen subyugar a otros, que permitan una forma más
colectiva y democrática. El cambio individual es importante, pero Julio se
aleja de las ideas individualistas que colocan la actitud individual como el
único camino para la transformación. “Tenemos que reconocemos como sujetos parte
de colectividades”. En eso también estoy de acuerdo con él.
El diario Reforma pudo haber
corroborado la información del GDF, buscando que Julio diera su versión, como
la práctica periodística normalmente lo indica. No lo hizo. Quizá pudo poner el
nombre de Julio en un buscador en internet y así tener un panorama sencillo de
quién es él. Tampoco lo hizo. Julio ha buscado el derecho de réplica en ese
diario y en otros medios que replicaron la falsa información, sin mucho éxito.
Espero que corrijan pronto.
La filtración y la nota publicada por
Reforma podrían causarle un daño en su imagen y en su honor y Julio valora los
caminos que aún tiene abiertos. Considero que con el tiempo poca mella
podrán hacer estos burdos intentos por criminalizar a quienes protestan, menos
en personas con el compromiso y con el talento de Julio.
Amén del bajísimo nivel con que la mayoría de
los medios tratan el tema del anarquismo y del olvido histórico de lo que esa
corriente del pensamiento ha aportado a México y al mundo, me preocupa más el
trabajo de “inteligencia” que realiza el gobierno de Miguel Mancera, por una
parte por la malísima calidad de la información que reúne y segundo por los
recursos que destina a esa tarea, los que son desconocidos. ¿Se trata de una
mentira deliberada o de burda propaganda para castigar a los disidentes? ¿Con
qué fundamento legal el GDF realiza esos dichosos análisis? Ese es el nivel de
inteligencia del GDF.
Julio publicará un comunicado sobre el
análisis del GDF. Me permitió adelantar algunos de sus párrafos:
El día viernes, mientras revisaba a una
mujer embarazada, me habló un amigo para informarme que, al parecer, soy uno de
los once “anarquistas” más peligrosos de la ciudad. Así, por lo menos, dice un
artículo publicado en el periódico Reforma, y replicado en otros medios,
supuestamente basado en un informe realizado por el Gobierno del Distrito
Federal.
No pude más que preguntarme: ¿será que sí soy
peligroso? Evidentemente, es falso que mi “peligrosidad” radique en mi “grado
de violencia y participación constante en las manifestaciones que terminan en
actos vandálicos” (como dice el afamado diario). Lo que de mí se dice – salvo
que estudio en la Facultad de Medicina – es pura y llana mentira. El absurdo se
hace tanto más evidente cuanto que la dinámica actual de mi formación
profesional no me permite “la participación constantes en las manifestaciones”.
Surge, entonces, una nueva duda. ¿Por
qué soy peligroso?
¿Será que soy peligroso por pensar que
otra forma de hacer medicina no sólo tiene que ser posible, sino que es
necesaria y urgente? ¿Será que soy peligroso por pensar que algo no anda bien
cuando veo gente abandonar mi hospital “público” por no tener el dinero para
pagar tratamientos que les salvarían la vida, y a esto se le llama “alta voluntaria”?
¿Será que soy peligroso por expresar constantemente la postura de que las
enfermedades que padece la gente son producto de una estructura social injusta?
¿Será, tal vez, que soy peligroso por afirmar que un sistema que se basa en el
trabajo de médicos en formación con jornadas de más de 32 horas sin dormir no
puede ser lo mejor para el público?
Como médico, y como habitante de esta
tierra entre el Bravo y el Suchiate, veo con gran preocupación el rumbo
autoritario en que camina el país. Hoy me tocó vivir un ejemplo, quizá menor en
comparación con los golpeados, los muertos y desaparecidos, de este
autoritarismo que deja clara la necesidad de, como sociedad, ponerle un alto.
¡Salud y Saludos!
Julio Pisanty Alatorre
Jesús Robles Maloof
Defensor de derechos humanos.
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