FUENTE: LA JORNADA VERACRUZ.
AUTOR: ANA COLCHERO.
Que ganas de estar con ustedes hoy en el Sentón de lectura, en ese precioso Festival Cultural por la lucha magisterial, pero lo estoy porque su lucha también es mía; su lucha es la de todos.
Gracias por ser nuestra vanguardia. Gracias por resistir, por aguantar el desgaste de meses en pie de lucha contra una reforma que es la muerte de la enseñanza pública gratuita en México, la muerte del derecho a la educación.
Ustedes han despertado a un pueblo semidormido. La justeza de sus demandas y la ignominia de ataque contra los maestros, los alumnos, los padres de familia, y en general contra la enseñanza pública, ha logrado que todo el México noble despierte.
Han desmotrado, maestros, una entereza y una fuerza que nuestros enemigos no imaginaban. Ustedes, maestros nos han puesto el ejemplo y han construido el camino que seguiremos todos, pues el ataque a ustedes es contra todos los trabajadores, contra el pueblo.
El mundo entero tiene puestos sus ojos en ustedes. Aunque los medios de comunicación nacionales, es su gran mayoría mercenarios esclavos del gobierno y del gran capital que quiere convertir la enseñanza en una mercancía más, ataquen ferozmente al movimiento magisterial, el mundo los mexicanos dignos estamos con ustedes hombro con hombro. “No están solos” no es una frase, sino una energía que que recorre México y el mundo.
Quiero que sepan que estamos muy conscientes del esfuerzo inmenso y los grandes sacrificios que están haciendo. Sé lo que es una huelga, un campamento, las resistencias en general; es una de las pruebas más con las que puede enfrentarse un ser humano. Qué ganas a veces de decir, “se acabó” qué ganas de irno acasa con la familia, dejar de recibir humillaciones, dejar de sufrir por la falta de salario, Cuántas dudas: “¿y si al final de nada sirve?” Pues les digo una cosa, queridos maestros, “ya sirvió”, pase lo que pasé, lo que ustedes han logrado es enorme. Despertar al pueblo de México, poner en la mesa, en las calles, en las conciencias de todos, la semilla de la resistencia. A partir de la lucha magisterial, todos diremos como dicen los maestros: “No voy agachar la cabeza”; “Lucharé por mis derechos”; “Unido con mis compañeros diremos no”. Eso ya es haber ganado algo inmenso. ¡Gracias, maestros!
Cada insulto, cada golpe, cada revés es una muestra del miedo que nos tienen. Han dejado de ser condescendientes con nosotros, pues vieron que estamos por encima de ellos, que somos más fuertes. Sino nos darían una palmadita en el hombro y nos tirarían sus migajas. Pero nos pegan, nos insultan, nos persiguen, porque tienen miedo de nuestra fuerza, de nuestra convicción.
Tenemos la razón, sin lugar a dudas, sin matices, sin concesiones. La reforma educativa es el tiro de gracia de la enseñanza pública gratuita y de los derechos laborales de los docentes. Y eso es inadmisible, es imposible de acpetar. Se les pasó la mano y despertaron una fuerza descomunal que ya no pueden parar. Podrán golpearnos, encerrarnos, despedirnos, matarnos, pero no van a tener la razón.
La represión que se desencadenó con el movimiento magisterial, es señal de que la vanguardia que han construido, maestros, ya es imparable y la punta de lanza de todas las batallas por venir. Podrán tratar de acallarnos, pero ya es imparable.
Gracias, maestros queridos, gracias por si gigantesca fortaleza, por su claridad. Cada golpe, cada injusticia hacia ustedes nos vuelve más solidarios, nos acerca más a ustedes. Qué Ironía, cuánto más nos atacan, más fuertes nos hacen.
Desde fuera del territorio mexicano, les mando todo mi cariño, mi reconocimiento, solidaridad y sobre todo mi agradecimiento.
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