AUTOR: ALONSO URRUTIA HURTADO.
Cuestionan en foro del PRD en el Senado falta de transparencia en la “hoja de ruta” de la iniciativa.
Con la participación del ex jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y Lorenzo Meyer, se cuestionó la falta de transparencia en la “hoja de ruta” de toda la reforma energética que pretende el gobierno federal, pues aún no se conocen los detalles de la reforma secundaria.
Ebrard deploró la manera como se conoció las pretensión de la reforma energética de Peña Nieto, que en un acto casi de conmiseración anunció en Londres que México no tenía la tecnología para la explotación petrolera, pero tampoco que la iba a tener a futuro ni tenía los recursos para adquirirla a nivel internacional. Esta postura “cooperativa” contrasta con la dignidad con que se actuó para la expropiación petrolera.
Sin embargo lo que sí tiene México es lo que anunció en su momento, en agosto de 2012, el entonces presidente Felipe Calderón, quien informó del descubrimiento de un enorme yacimiento petrolero en el Golfo de México con un potencial de entre 4 mil millones y 10 mil millones de barriles. Lo paradójico es que tengamos los yacimientos pero se asume que no tenemos la tecnología para explotarlos.
Por su parte Porfirio Muñoz Ledo llamó a fortalecer un frente en contra de la privatización del petróleo y consideró que la propuesta de Peña Nieto va contra los principios básicos de nuestra Constitución que, en opinión de algunos juristas, no puede ser reformada por un Congreso sino por un constituyente original.
Señaló que es solo mediante la consulta popular como se puede decidir sobre el futuro del petroleo en México. Las consultas ya están en la Carta magna y este es un tema de trascendencia nacional que debiera decidirse en este contexto.
A su vez Ifigenia Martínez cuestionó las fracasadas políticas que se han seguido para la administración de la industria petrolera y aseveró que algunos de los pasos que se han dado para otorgar a particulares participación en ella, han resultado muy dañinos para el país. Subrayó que contrario a lo que se establece constitucionalmente donde se habla de una planificación en la política de este sector estratégico, los últimos gobiernos lo han reducido a decisiones de una subsecretaría de Hacienda y dependiente de una política fiscal.
Por su parte el historiador Meyer destacó que esta determinación no solo es de orden económico sino tiene que ver con cuestiones políticas, pues el petróleo ha significado para el país un elemento central para reivindicar su soberanía a lo largo de su historia. Las consecuencias de la expropiación petrolera, en 1938, fueron el fortalecimiento de una nacionalismo que se ha convertido al paso de los años en un importante capital político.
Calificó que a la iniciativa de Enrique Peña Nieto no se haga mención a la enorme corrupción que existe tanto en el ámbito administrativo de Pemex como en el sindicato petrolero.
Sin embargo sin se permite el ingreso de las grandes petroleras internacionales, el problema de la corrupción será aún mayor dado el poder corruptor que han demostrado.
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