HRW dijo que, más allá de liberar a Israel Arzate, el fallo de la SCJN debe reafirmar el rechazo a la evidencia obtenida con tortura.
El fallo en el caso del mexicano Israel Arzate Meléndez, acusado de la masacre de 2010 en Villas de Salvárcar en en Chihuahua, estableció su liberación bajo el argumento de que su confesión inicial fue hecha ante autoridades militares, no civiles.
“El fallo es un reconocimiento por el gobierno de que la confesión de Israel Arzate fue obtenida en violación de sus derechos y nunca debió ser permitida como evidencia”, sostuvo el director del grupo para las Américas, José Miguel Vivanco.
El caso de Arzate fue una de las más de 170 instancias de supuesta tortura analizadas por HRW en un reporte de noviembre de 2011.
Arzate reiteró ayer que firmó su confesión bajo la amenaza de que violarían a su esposa y a su hijo.
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