miércoles, 6 de noviembre de 2013

‘El Chapo’ abrió puertas del gobierno a narcos colombianos en los 80: DEA

FUENTE: PROCESO.

MÉXICO, D.F. (apro).- En la década de los ochenta, Joaquín El Chapo Guzmán abrió las puertas del gobierno mexicano a los narcos colombianos.

De acuerdo con información difundida por la cadena de televisión estadunidense Univisión, el líder del Cártel de Sinaloa, en complicidad con altos funcionarios gubernamentales, entre ellos el exprocurador general de la República, Enrique Álvarez del Castillo, evitó la detención de narcotraficantes de origen colombiano.

La información se desprende del dossier de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) sobre el capo mexicano, quien en 1988 –cuando rondaba los 30 años– ya era buscado por el gobierno de Estados Unidos.

Según la DEA, Guzmán Loera ascendió en la extinta Federación (agrupación de grandes capos de la droga) gracias a Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, considerado como uno de los principales lugartenientes de esa organización y quien se encuentra en la lista de los más buscados por los gobiernos mexicano y estadunidense. Su cabeza está tasada en cinco millones de dólares.

En 1986, antes de caer preso, Esparragoza “puso a Guzmán Loera a cargo del manejo logístico de la Federación”, asegura el reporte. Fue entonces cuando Miguel Ángel Félix Gallardo, añade, le encomendó a El Chapo la coordinación de los vuelos con cocaína que llegaban a México desde Colombia.

Los documentos señalan que Guzmán trabajaba con Jaime García García y Jairo Forero Pulido, intermediarios del Cártel de Medellín.

Por esa época la DEA se enteró que los narcotraficantes colombianos bautizaron a Guzmán como El Rápido, porque fue el primero que garantizó la entrega de la mercancía en Estados Unidos en un período de 48 horas después de recibida.

“Los colombianos se dieron cuenta que esta oferta era muy buena para dejarla pasar”, detalla la información dada a conocer por Univisión.

Entre 1987 y 1989 la organización de El Chapo manejaba de 10 a 12 toneladas de la cocaína que despachaban los colombianos, y éstos quedaron tan agradecidos que le ofrecieron una fiesta organizada por el narcotraficante del Cártel del Norte, Iván Urdinola Grajales, en Colombia, a la que Guzmán Loera voló en un Learjet privado “acompañado por un entorno que él presentó como oficiales de la Policía mexicana”.

En su archivo la DEA reseña una larga lista de oficiales cómplices de Guzmán, a quien recurrían los narcotraficantes colombianos cuando su personal era detenido en México, entre el procurador general de la época, Enrique Álvarez del Castillo, quien murió en 2006.

Según el reporte, Guzmán Loera compró dos automóviles Corvette en Boulevar Auto Sales de Los Ángeles para regalárselos a comandantes de Sonora. Uno de los automóviles lo registró a nombre de Max Aragón, apelativo que utilizó para obtener una licencia de conducir en California en 1988, según reveló la cadena.

El 19 de enero de 2001, El Chapo Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco.

Desde ese momento la captura del líder del Cártel de Sinaloa se ha convertido en una de las prioridades de los gobiernos de México y de Estados Unidos.

Las autoridades lo consideran el traficante de drogas ilícitas más poderoso del mundo, un enemigo “muy inteligente” y, tras la muerte de Osama Bin Laden, se encuentra en el primer lugar de la lista de los “más buscados” por el FBI.

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