MÉXICO, D. F. Por primera vez en su historia, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por el caso de un profesor de física quien ejerció violencia contra una estudiante de 16 años.
La recomendación 45/2013 está dirigida al rector José Narro Robles.
El 7 de mayo del 2013, la madre de la víctima solicitó la intervención de la CNDH mediante escrito de queja, debido a que la estudiante de nivel medio superior expuso que el 24 de abril de ese año, se presentó al examen de primera vuelta correspondiente a la asignatura de física, cuando el mentor le ordenó que se sentara en la primera fila, frente a su escritorio. Minutos después, se le acercó y le preguntó si había estudiado, a lo que respondió que sí.
Nuevamente se le acercó a la víctima y le escribió en el examen si quería sacar diez; respondió en la misma hoja que había estudiado y que pasaría la materia, al menos con seis.
También por escrito, le preguntó la razón por la que se conformaba con una baja calificación y, en voz baja, le dijo que él quería ponerle diez. La afectada le preguntó, en la hoja, qué le pediría a cambio, a lo que respondió “besos” para obtener siete, y para obtener nueve, otra cosa. Borró inmediatamente toda la conversación escrita.
Alrededor de las 9:30 horas del 26 de abril, la estudiante acudió a la Oficina Jurídica perteneciente a la Oficina del Abogado General, adscrita a su plantel, donde explicó lo ocurrido a un servidor público, quien le comentó que el profesor tenía antecedentes por ese tipo de conductas, pero que nadie le había iniciado procedimiento alguno, por lo que le solicitó que para actuar en su contra, debía conseguir evidencias; le sugirió que recogiera los resultados de la primera vuelta y, de ser el caso, presentara otro examen.
Cerca de las 11:00 horas del mismo día, ingresó al salón de clases para que el profesor le entregara resultados. Tuvo una calificación no aprobatoria y junto, un signo de interrogación; esperó al final de la clase y se acercó al profesor, pero ante el temor de permanecer sola con el maestro, solicitó a dos de sus compañeros la esperaran en la puerta del salón.
Le preguntó sobre su calificación y el signo de interrogación; recibió como respuesta que si accedería a la propuesta, por lo que le pidió se lo explicara por escrito; en unas hojas le escribió “besos…” y se rió; respondió en la misma hoja “cuándo” y le escribió que el miércoles, agregó un número 8 y le dijo que la calificaría con ese número e incluso, diez. La tomó del brazo y bajó su mano a la cintura.
La menor tomó las hojas e intentó salir corriendo del aula entre forcejeos, pero el profesor la trató de detener y la sujetó por el cuello con su mano, mientras intentaba arrebatarle los exámenes, por lo que gritó la víctima y sus compañeros y un profesor la auxiliaron.
Entregó los exámenes y las videograbaciones que tomaron sus compañeros al servidor público de la citada Oficina Jurídica; fue trasladada al Servicio Médico, cuya exploración física evidenció lesiones en la parte frontal del tórax, petequias (pequeñas manchas internas de sangre) en la base del cuello, ruptura de la uña del dedo anular de la mano derecha.
También presentó denuncia ante la Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, la cual remitió a la Procuraduría General de la República, por razón de competencia, la cual se encuentra en integración.
El 29 de abril se inició Procedimiento de Investigación Administrativa en contra del mentor; el 14 de mayo se resolvió rescindir el contrato individual de trabajo; sin embargo, no existe constancia de que la Oficina del Abogado General haya dado vista de los hechos a la Contraloría de la UNAM, lo que provocó que los agravios queden en la impunidad.
Conforme al análisis efectuado a los elementos documentales y testimoniales por parte de personal actuante de la CNDH se evidenció transgresiones a los derechos humanos a la integridad y seguridad personal, al desarrollo social, a la educación, a un trato digno y se limitó el acceso a la justicia de la víctima, así como el interés superior del niño y la niña.
La CNDH solicitó al rector de la UNAM la reparación del daño, mediante atención psicológica de la víctima, así como colabore en el trámite de la queja y denuncia ante la Contraloría de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Procuraduría General de la República, respectivamente.
También, se emita una circular y se imparta un Programa Integral de Educación, Formación y Capacitación en materia de Derechos Humanos, además de cursos de capacitación sobre los derechos que el Orden Jurídico Mexicano concede a las mujeres, dirigidos al personal del plantel donde ocurrieron los hechos para que apegue su conducta al respeto a los derechos humanos y se evite la repetición de este tipo de conductas.
Alrededor de las 9:30 horas del 26 de abril, la estudiante acudió a la Oficina Jurídica perteneciente a la Oficina del Abogado General, adscrita a su plantel, donde explicó lo ocurrido a un servidor público, quien le comentó que el profesor tenía antecedentes por ese tipo de conductas, pero que nadie le había iniciado procedimiento alguno, por lo que le solicitó que para actuar en su contra, debía conseguir evidencias; le sugirió que recogiera los resultados de la primera vuelta y, de ser el caso, presentara otro examen.
Cerca de las 11:00 horas del mismo día, ingresó al salón de clases para que el profesor le entregara resultados. Tuvo una calificación no aprobatoria y junto, un signo de interrogación; esperó al final de la clase y se acercó al profesor, pero ante el temor de permanecer sola con el maestro, solicitó a dos de sus compañeros la esperaran en la puerta del salón.
Le preguntó sobre su calificación y el signo de interrogación; recibió como respuesta que si accedería a la propuesta, por lo que le pidió se lo explicara por escrito; en unas hojas le escribió “besos…” y se rió; respondió en la misma hoja “cuándo” y le escribió que el miércoles, agregó un número 8 y le dijo que la calificaría con ese número e incluso, diez. La tomó del brazo y bajó su mano a la cintura.
La menor tomó las hojas e intentó salir corriendo del aula entre forcejeos, pero el profesor la trató de detener y la sujetó por el cuello con su mano, mientras intentaba arrebatarle los exámenes, por lo que gritó la víctima y sus compañeros y un profesor la auxiliaron.
Entregó los exámenes y las videograbaciones que tomaron sus compañeros al servidor público de la citada Oficina Jurídica; fue trasladada al Servicio Médico, cuya exploración física evidenció lesiones en la parte frontal del tórax, petequias (pequeñas manchas internas de sangre) en la base del cuello, ruptura de la uña del dedo anular de la mano derecha.
También presentó denuncia ante la Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, la cual remitió a la Procuraduría General de la República, por razón de competencia, la cual se encuentra en integración.
El 29 de abril se inició Procedimiento de Investigación Administrativa en contra del mentor; el 14 de mayo se resolvió rescindir el contrato individual de trabajo; sin embargo, no existe constancia de que la Oficina del Abogado General haya dado vista de los hechos a la Contraloría de la UNAM, lo que provocó que los agravios queden en la impunidad.
Conforme al análisis efectuado a los elementos documentales y testimoniales por parte de personal actuante de la CNDH se evidenció transgresiones a los derechos humanos a la integridad y seguridad personal, al desarrollo social, a la educación, a un trato digno y se limitó el acceso a la justicia de la víctima, así como el interés superior del niño y la niña.
La CNDH solicitó al rector de la UNAM la reparación del daño, mediante atención psicológica de la víctima, así como colabore en el trámite de la queja y denuncia ante la Contraloría de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Procuraduría General de la República, respectivamente.
También, se emita una circular y se imparta un Programa Integral de Educación, Formación y Capacitación en materia de Derechos Humanos, además de cursos de capacitación sobre los derechos que el Orden Jurídico Mexicano concede a las mujeres, dirigidos al personal del plantel donde ocurrieron los hechos para que apegue su conducta al respeto a los derechos humanos y se evite la repetición de este tipo de conductas.
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