AUTOR: J. JESÚS LEMUS.
Para las dependencias oficiales ni siquiera existen, pero suman ya más de 2 mil 300 familias quienes han tenido que dejar su lugar de residencia porque se ha vuelto una verdadera zona de guerra.
De ellos ninguna dependencia oficial tiene un registro formal, pero de acuerdo a los propios afectados ya son más de 2 mil 300 familias las que han tenido que salir de la zona de guerra.
El problema no ha sido reconocido por el gobierno de Fausto Vallejo, que como estrategia a la violencia que se vive en el estado decidió intensificar en los medios una campaña de difusión de la “cara amable del estado”, y tratar de sepultar mediáticamente el conflicto.
Al buscar Reporte Índigo una reacción sobre este tema, no hubo área de comunicación social del Estado que explicara el sentir oficial sobre los desplazados. Se informó que la nueva encargada de comunicación estaba ocupada organizando la posada de fin de año.
La mayor parte de las familias que están saliendo de la zona de conflicto se han comenzado a asentar en las colonias marginales de los municipios de Zamora, Uruapan y Morelia, en donde los desplazados no cuentan con el mínimo apoyo de las autoridades del gobierno estatal.
Los municipios que más familias desplazadas están aportando son Coalcomán, Apatzingán, Aquila, Buena Vista Tomatlán, Tancítaro, Aguililla, en donde se siguen dando los enfrentamientos entre los grupos de civiles armados, pese a la presencia del Ejército.
Este fin de semana se registraron cuatro enfrentamientos en poblaciones rurales de Apatzingán y Aquila, sin saldo conocido.
Otras familias han decidido no salir de su municipio, aun cuando han tenido que dejar sus casas en las comunidades rurales, en donde la confrontación entre los grupos de civiles armados es intensa. Los municipios en donde se registra ese tipo de desplazamiento son Tancítaro, Aquila y Aguililla.
En conflicto de los desplazados ninguna autoridad estatal ha querido intervenir y ni siquiera la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha buscado ofrecer ayuda a las familias que deciden dejar sus viviendas.
Es el Ejército quien ha escoltado a algunos desplazados de los municipios de la Tierra Caliente hasta su arribo a la zona urbana de Morelia, Zamora o Uruapan, toda vez que la mayoría de los caminos rurales y carreteras estatales se encuentran bajo el control de los grupos de autodefensa que se han establecido en retenes en varios puntos de la geografía michoacana.
Otro punto de destino de las familias que están saliendo de las zonas de conflicto en Michoacán, son los municipios de Tecomán y Colima, hacia donde marcharon los primeros desplazados, apenas se hicieron presentes los grupos civiles armados.
Buscan asilo en Estados Unidos
Entre las familias desplazadas ha circulado una versión tan alentadora como incomprobable.
Corre como un mito urbano la versión que apunta hacia la posibilidad de que en Estados Unidos se les brinde asilo político, una vez que demuestren que vienen de una zona en conflicto, en donde corre riesgo su integridad física.
Este rumor está siendo alentado por despachos de abogados que ofrecen hacer los trámites de gestión para el asilo.
En las localidades de Morelia, Zamora y Uruapan se han distinguido varios despachos de abogados, que a cambio de 5 mil dólares por persona, ofrecen a los desplazados hacer un juicio en Estados Unidos para otorgarles una residencia legal y permanente en la Unión Americana.
El plazo que ofrecen algunos abogados para asegurar la residencia de los desplazados en Estados Unidos oscila entre los 6 y los 24 meses.
La mayor parte de las familias que están saliendo de las zonas de conflicto, aun cuando se encuentran radicando en las periferias de las principales ciudades de Michoacán, han fijado como meta final de su viaje los Estados Unidos, a donde pretenden emigrar con toda su familia, alentados siempre por la versión de “alguien” ya está viviendo legalmente en el norte.
La mayor parte de los desplazados que han comenzado a gestionar el juicio para asilo político en la Unión Americana son michoacanos que salieron de las poblaciones de la Ruana, Tepalcatepec y Coalcomán.
Aun cuando no hay cifra exacta de la cantidad de personas que pudieran estar tramitando en estos momentos su asilo permanente en Estados Unidos, se sabe que en las presidencias municipales de los 19 municipios que se encuentran en conflicto se han emitido al menos unas 5 mil cartas oficiales que piden el asilo político.
Los más afectados
Los municipios que más familias desplazadas están aportando son:
> Coalcomán
> Apatzingán
> Aquila
> Buena Vista
> Tomatlán
> Tancítaro
> Aguililla
Las cuentas alegres
En tanto la población civil de los municipios en conflicto vive uno de los peores momentos, el Estado intenta mandar mensajes de aliento a la ciudadanía, haciendo cuentas alegres y tratando de mostrar que se vive con normalidad en Michoacán.
El gobernador Fausto Vallejo aparece en los medios electrónicos de comunicación diciendo que el Estado registra un repunte en turismo, mientras el Gobierno Federal salta a la palestra asegurando a través del Inegi que ha disminuido el desempleo.
Por disposición oficial, todas las dependencias del gobierno de Michoacán han sido instruidas a informar en sendos boletines el reflejo de un estado de Michoacán “en plena actividad laboral”, sin dar pie a manifestar posiciones en torno al conflicto armado.
“A los desplazados no nos interesa lo que digan los periódicos”, explica Alberto Romero, que viaja con su esposa y dos hijos hacia Tijuana, en busca de asilo en Estados Unidos, “nosotros sabemos que la violencia es generalizada en el sur de Michoacán y sabemos que no podemos vivir más en nuestra tierra”.
Ayer, el secretario de gobierno del Estado –quien hasta hace unos días despachaba como gobernador interino- Jesús Reyna encaró a los medios de comunicación para deslindarse de las acusaciones que ha recibido por parte de algunos grupos de autodefensa, los que lo han acusado de tener vínculos con el crimen organizado en la entidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario