FUENTE: PROCESO (REDACCIÓN).
MÉXICO D.F. (apro).- Con la renuncia del director de Inspección Financiera de la Agencia Tributaria de España, Luis Jones, suman cinco los servidores públicos que han abandonado sus cargos en ese organismo en los últimos días, luego de la multa fiscal de más de 600 millones de dólares impuesta a Cementos Mexicanos (Cemex).
Según medios locales, la agencia admitió la renuncia del funcionario, pero aclaró que no tiene que ver con un caso concreto, sino por “diferencias con el personal de inspección y sobre diversos nombramientos” del director general Santiago Menéndez.
El escándalo inició hace dos semanas, cuando se conoció que Dolores Linares, jefa de la oficina técnica de Inspección Financiera Tributaria, fue cesada a raíz de que rechazó una impugnación de Cemex por una multa fiscal de más de 600 millones de dólares, y por lo que también dimitió su jefe superior, Ignacio Ucelay.
El caso, que se convirtió ya en un escándalo político-empresarial, dejó al descubierto el manejo turbio de la contabilidad de la transnacional mexicana y la destitución súbita de los inspectores que detectaron las anomalías por parte del gobierno de Mariano Rajoy.
La investigación de las cuentas de Cemex, cuyo principal accionista y fundador es Lorenzo Zambrano, fue dirigida por Linares, pero fue relevada de su cargo, según los inspectores, en una decisión “ajena a motivos técnicos”, publicó el diario El País el pasado 22 de noviembre.
La dirección de la Agencia Tributaria y el Ministerio de Hacienda justificaron su despido con el argumento de que es un cargo de libre designación y que se realizaba en medio de una reestructuración en su departamento tras la llegada del nuevo director general, Santiago Menéndez, que lleva cuatro meses en el cargo.
Su destitución también provocó la dimisión del jefe de la delegación central de Grandes Contribuyentes, Ignacio de Ucelay, jefe inmediato de Linares, y la de otras dos personas, quienes renunciaron para mostrar su apoyo a Linares.
Según el rotativo español, Cemex fue sometida a una inspección fiscal el 7 de julio de 2011, mediante la que se detectaron numerosas irregularidades y prácticas fraudulentas como el impago de imposiciones fiscales a través de una triquiñuela jurídica consistente en el aumento del volumen de créditos que se hacen entre empresas del mismo grupo empresarial con el único objetivo de obtener beneficios fiscales.
El pasado 24 de noviembre, Cemex emitió un comunicado en el que se desvinculó de los movimientos internos en la Agencia Tributaria y aseguró que se encuentra en un proceso regular de revisión que está actualmente en curso.
Y expuso que “se reserva el derecho de emprender acciones legales contra quien resulte responsable por la divulgación de información imprecisa, tendenciosa o que por su contenido contravenga las disposiciones legales vigentes”.
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