FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: ÓSCAR BALDERAS.
A Selene la encontraron rodeada por un charco de sangre ocre. Cuando la policía llegó a su casa, ya era muy tarde para ella: tenía ocho horas así, luego de que tres hombres entraron a su casa en Gómez Palacio, Durango, le robaron todas sus joyas, la violaron y la asesinaron. Era 19 de agosto de 2013 y los uniformados municipales anotaron en sus bitácoras los detalles del caso para la procuraduría local.
Les avisaron porque un vecino de Selene, de entonces 23 años, escuchó movimientos extraños en esa casa de la calle Benito Juárez y decidió reportarlo. No lo hizo de inmediato. En la zona conocida como La Laguna la gente no notifica a la policía cuando se comete un delito. El miedo ha instalado la costumbre entre la gente de sólo llamar a las autoridades para que recojan cuerpos. Nadie quiere problemas con alguien.
Los reportes de la prensa local hablan de una brutalidad ya habitual en casos como este: la mujer golpeada hasta quedar desfigurada, tirada con las piernas abiertas, sin ropa interior, con una expresión de terror en el rostro. Un blog, “Amigos de Durango seguro”, detalla así: “Nos reportan que tenía mordeduras en el cuerpo. No lo podemos confirmar, porque se llevaron rápido el cuerpo y poca prensa cubrió el hecho, pero se dice que es otro feminicidio”.
Otro feminicidio.
Aunque la narrativa oficial del gobierno de la República asegura que en La Laguna la calma ha llegado a las calles, la realidad es distinta para muchas mujeres de la zona.
En lo que va de 2013, la policía estatal reportó 369 homicidios dolosos, pero distintas organizaciones sociales reportan, al menos, 900 asesinatos. En este grueso de delitos crece el feminicidio.
De acuerdo con la ONG “En Durango sí hay mujeres”, la guerra entre los cárteles del Golfo y de Sinaloa han tenido un alto costo para las mujeres: 33 feminicidios, es decir, crímenes perpetrados contra mujeres por el único hecho de su género.
Esto significa que entre 2001 y 2010 las muertes violentas hacia mujeres aumentaron un 400 por ciento y que entre 2010 y 2013 creció 120 por ciento. Una cifra récord que coloca a Durango en el quinto estado con mayor prevalencia de estos delitos en el país.
Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Durango es el sexto estado con mayor índice de suicidios entre mujeres y desde 2011 la tasa de muerte por homicidio en jóvenes de 20 a 24 años se incrementó 6.7 veces.
“Hay un crecimiento bárbaro en los feminicidios. Es extraño, algo está pasando aquí. Esto no se veía hace unos cinco años, incluso con la violencia al 100 en Durango. Había respeto incluso de la mafia hacia las mujeres, pero ahora ya no.
“A cada rato nos llaman: que ya encontraron una chavita en tal terreno, que ahora ya encontraron otra en una casa, que ya colgaron a otra. Y sí es feminicidio, yo digo, porque hay huellas claras de odio. Las encuentran sin pantaleta, rapadas, les pintan cosas en el pecho, les dejan tiros en sus partes.
“Yo digo que es como matarlas dos veces. O sea, las matan y luego, ya muertas, las humillan. Eso es lo peor, yo creo, que tienen una muerte muy fea, las avientan como si fueran cosas, como si no valieran nada. Es distinto este fenómeno a otro. A muchos hombres los tiran en zonas para que la policía encuentre los cuerpos, pero a ellas ni eso. Las avientan en canales, en desagües, en parajes para que nadie jamás las encuentre. Alguien que va pasando alerta y por eso nos enteramos.
“Yo digo que sí, algo extraño está pasando aquí”.
Habla Manuel Ramírez, editor del portal Contexto de Durango.
Dado el incremento de feminicidios en la entidad, la organización “Sí hay mujeres en Durango”, apoyadas por una veintena de asociaciones civiles, solicitó este fin de año que el Congreso local emita una “alerta de género” para la entidad.
Julieta Hernández, presidenta de la ONG, señaló que la situación se ha vuelto intolerable para las mujeres en la entidad, quienes viven con un doble riesgo: al peligro de vivir en La Laguna, se suma el hecho de ser mujer en un estado con una fuerte cultura machista.
La violencia, afirmó, es peor en lugares como Gómez Palacio, Torreón, Lerdo, Guadalupe Victoria y Cuencamé, pero comienza a despuntar en Pueblo Nuevo, Santiago Papasquiaro y Canatlán.
En la entidad que gobierna el priista Jorge Herrera, han ocurrido jornadas violentas de un día en el que se encuentran hasta dos feminicidios en menos de 24 horas.
Lo reporta así el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF): “Durango, si no se hace algo pronto, podría desplazar en tasas de homicidio al Estado de México en violencia contra la mujer. Es alarmante”.
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