FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: JONATHAN PÉREZ.
(03 de diciembre, 2013).- Los dos grandes fracasos del primer año de “gobierno” de Peña Nieto son seguridad y economía. Las críticas que recibe el “gobierno” son iguales por parte de organismos internacionales, empresarios nacionales y de empresas dedicadas a la elaboración de mediciones y calificaciones de corte mundial.
Los análisis y reportes de orden financiero son altamente negativos y con ellos se va de la mano en los renglones que se manejan como indicadores de desempleo y pobreza que a su vez repercuten en un importante incremento en las acciones de la delincuencia, tanto de la organizada como de la que se ve cada vez más activa en los delitos del fuero común, en los robos a casas habitación, a transeúntes y a comercios.
El estancamiento económico que vivimos es producto de la serie de malas medidas dictadas que, por su número y constancia, no parecen ser otra cosa que el resultado de una estrategia debidamente elaborada para llegar al punto actual en el que como se ve, muchos ciudadanos están indecisos, no cuentan con la información adecuada para emitir una opinión en un sentido o en otro con respecto a la reforma energética en tanto que, los partidos políticos, utilizan esta iniciativa para lograr por un lado prebendas, llegar a acuerdos que arrojen beneficios personales a sus líderes y algunas posiciones de poder que no lograrían por el camino de las contiendas limpias, de las posiciones verdaderas, de las ambiciones legítimas y, por el otro lado, manejar discursos dobles en los que llevarán una bandera de rechazo en uno u otro cambio señalando su negativa en la aprobación.
Con lo que respecta a seguridad, al hacer un balance sobre el primer año del actual “gobierno”, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en voz de su presidente Gerardo Gutiérrez Candiani, aseguró que si bien ha habido una baja en el número de homicidios y se han perfilado estrategias prometedoras de coordinación o prevención, delitos como el secuestro y la extorsión han repuntado a niveles preocupantes, y sigue habiendo zonas donde la delincuencia organizada es un poder paralelo.
“No se percibe un cambio sustantivo en el panorama o en la respuesta para combatir estos problemas”, apuntó, luego de recomendar acelerar el paso en prioridades como la depuración de las policías y en la procuración e impartición de justicia.
En materia económica, Gutiérrez Candiani reconoció que el saldo de este año ha quedado muy por debajo de las expectativas y México necesita mejores indicadores a corto plazo.
En ese sentido cabe recordar que en los últimos años los gobiernos del PAN y el PRI han culpado nuestro fracaso económico a factores externos, (recordar el catarrito de Agustín Carstens).
Por eso es interesante analizar la “Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado”, que difundió el banco central este lunes, en dicho documento se culpa al gobierno federal y a nuestro pobre mercado interno, como los principales factores que pueden obstaculizar el crecimiento económico del país en los próximos meses.
Por segundo mes consecutivo los especialistas económicos del sector privado –nacionales y extranjeros– revelan que “la política fiscal que se está implementando”, aparece como el segundo factor más importante para no crecer económicamente.
El dato relevante es que mientras en octubre el factor “debilidad del mercado externo y la economía mundial” alcanzó el 22%, en noviembre se redujo a 18%, pero el factor relacionado con la política fiscal del gobierno, por segunda vez aparece en segundo lugar y con el mismo porcentaje de 17%.
El fracaso en materia económica es inocultable, el propio Luis Robles Miaja, presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, principal grupo financiero del país, aseguró que las reformas alcanzadas no resolverán de inmediato la desaceleración que se resiente y que la serie de reformas impulsadas por Peña Nieto no tendrán “un efecto mágico” en el crecimiento de la economía mexicana.
Para el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el primer año de “gobierno” de Peña Nieto fue una desilusión.
Jonathan Heath Constable, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, afirmó que al inicio del año se esperaba un crecimiento de 3.5 por ciento; sin embargo, el menor desempeño de Estados Unidos y una baja en las exportaciones petroleras, mayor a lo que se había anticipado, fueron factores externos que, combinados con cuestiones internas, como el deterioro del sector de la construcción, del comercio y la contención del gasto, ocasionaron esta caída.
Jonathan Heath Constable, aseguró que se espera un año de mucha agitación política porque hay un sector nada despreciable que se opone a la apertura del sector energético, por lo que muchas empresas y sectores estarán atentos al ambiente político para llevar a cabo sus inversiones.
A todo lo anterior hay que sumarle el más reciente reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde se informa que en octubre pasado, la inflación en México se ubicó como la tercera más alta entre los países de la organización, al registrar una tasa anual de 3.4 por ciento, sólo debajo de Turquía e Islandia.
El organismo internacional refiere que la inflación anual en México fue resultado del fuerte incremento de 8.9 por ciento en los precios de la energía y 2.4 por ciento en los precios de los alimentos. De esta forma, la inflación anual en México representó más del doble que la de 1.3 por ciento para el conjunto de 34 países de la OCDE en octubre pasado.
En concreto, el fracaso del gobierno de Peña Nieto se registra con especial énfasis en materia económica, en el incumplimiento del Estado de Derecho y la violencia que resiente gran parte del territorio nacional. Peña, sin embargo, ha tenido éxito primordialmente en la compra de voluntades de dirigentes políticos de oposición, con la técnica infalible de negociar con la cartera abierta y los “cañonazos” han sido de tal calibre que ni “los chuchos” del PRD ni los maderistas del PAN los han podido soportar y han doblado las manos. El fracaso en materia de seguridad es tan escandaloso como el económico, contra lo que dicen los voceros oficiales, el número de homicidios relacionados con la delincuencia organizada no se ha reducido, por el contrario, conteos no oficiales dan cuenta de que éstos han aumentado, lo que se confirma en el hallazgo de fosas clandestinas con decenas de cadáveres.
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