FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS E ISAÍN MANDUJANO.
El 1 de enero de 1994 Chiapas atestiguó el comienzo de una historia que aún no termina: el alzamiento armado del EZLN que proyectó mundialmente al subcomandante Marcos y dio origen a los municipios autónomos zapatistas. Veinte años después los protagonistas empiezan a ser otros, pues la comandancia indígena siente la necesidad de renovarse. Y en el festejo se pasó revista a la trayectoria del ejército rebelde y de sus héroes, entre los cuales no figura Marcos.
OVENTIC, CHIS. La niebla era como una cortina que apenas dejaba ver las figuras de los zapatistas. Era difícil contar, pero con invitados y alumnos de la escuelita de este municipio había unas 2 mil personas festejando los 20 años del levantamiento armado al filo de la medianoche del pasado 31 de diciembre.
El caracol “Resistencia y Rebeldía por la Humanidad”, enclavado en las montañas de Los Altos de Chiapas, fue el que registró mayor asistencia de los cinco donde los zapatistas presentaron a los nuevos mandos ante la ausencia del subcomandante Marcos, quien desde hace un lustro no aparece en público.
Nuevas figuras se mostraron al frente de la dirigencia indígena en un relevo que el propio Marcos dibujó recientemente, al revelar que el mayor Moisés ya es subcomandante encargado de la estructura militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Una de las figuras que ha destacado en los actos recientes del EZLN es la comandanta Hortensia, encargada de dar el mensaje de la dirigencia zapatista en el caracol de Oventic en el vigésimo aniversario del alzamiento.
En los últimos minutos de 2013 Hortensia, con su faldón oscuro y blusa blanca, dio a conocer la posición del EZLN a 20 años de haberle declarado la guerra al Estado mexicano: “Existimos y aquí estamos”, dijo. “La construcción de la autonomía y (la) práctica de la democracia sigue su marcha y nadie la podrá detener”.
Un antiguo oficial del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, quien estuvo en Chiapas hace 20 años, dice al reportero que ya habían detectado nuevos mandos del EZLN para este vigésimo aniversario y que en las cañadas de la Selva Lacandona no se produjo el movimiento que se esperaba.
Incluso al hacer una comparación de los festejos de hace 10 años apunta que fue menor la asistencia a las celebraciones y que por ello el Ejército no se movilizó ni instaló retenes en las carreteras que comunican a todos los centros y poblados zapatistas.
“Al parecer Marcos sí está enfermo, por eso ya están poniendo a otros al mando”, asevera el analista de inteligencia del gobierno federal a su paso por San Cristóbal de Las Casas. Según las versiones extraoficiales, el subcomandante padece de una enfermedad pulmonar que lo ha obligado a retirarse de sus actividades militares.
Fragmento de la crónica que se publica en la edición 1940 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
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