FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.
En cuanto juran el cargo, los jefes de Gobierno del Distrito Federal pierden la capacidad de ver el crimen organizado. A un año de iniciada la actual administración, encabezada por el exprocurador Miguel Ángel Mancera, el fenómeno volvió a repetirse. El problema, sin embargo, ahora es más grave: La espiral violenta se ha recrudecido y los delitos de alto impacto son más frecuentes y virulentos. Mientras las autoridades sólo perciben “hechos aislados”, académicos y activistas consideran que el sistema de justicia ya “está colapsado”.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Acciones con el sello de la delincuencia organizada en la Ciudad de México marcaron el primer año de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno del Distrito Federal. Desde el 5 de diciembre de 2012, cuando asumió el cargo, ha habido decapitados, desmembrados botados en las vialidades o en el Metro, secuestros masivos, ejecuciones, balaceras en colonias de lujo y hasta la operación de bandas colombianas.
Pese a las evidencias de que la capital del país no es ajena a la guerra del narcotráfico, Mancera y su gabinete insisten en negar la presencia de cárteles o en trasladar la responsabilidad de los “hechos delictivos aislados” al vecino Estado de México, donde la situación no es mejor en materia de seguridad.
Los últimos días de 2013, por ejemplo, el Distrito Federal conoció tres casos de violencia extrema. En noviembre se encontró en Xochimilco el cuerpo de un hombre con un mensaje atribuido a La Familia Michoacana clavado en el pecho, y en diciembre se descubrieron los restos de una mujer, sin cabeza y sin manos, dentro de una maleta abandonada en las instalaciones del metro San Antonio. También se halló el cuerpo de una mujer asesinada en el barrio de Tepito, dentro de una camioneta.
El crimen más notorio durante la actual administración ocurrió el 26 de mayo. Once personas fueron secuestradas en el Bar Heaven y, a la postre, asesinadas. En el hecho participaron policías capitalinos (Proceso 1909, 1910, 1914 y 1926). El equipo de Mancera, quien fue procurador de justicia con Marcelo Ebrard, mantuvo su mismo discurso: “Es un hecho focalizado”, “La Ciudad de México tiene garantizada su seguridad”, “En la capital del país no opera la delincuencia organizada”…
Realidad e imaginación
Para los especialistas en temas de seguridad Luis de la Barreda Solórzano y Ernesto López Portillo Vargas, la presencia del crimen organizado y la negación de la violencia no son algo nuevo. El problema es que esa situación ha impedido que se tomen decisiones adecuadas contra la creciente criminalidad.
Primer ómbudsman de la ciudad, fundador del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI) y actual coordinador del programa de Derechos Humanos de la UNAM, De la Barreda Solórzano refuta a Mancera: “Hay un problema serio en la Ciudad de México”, donde además de los asesinatos hay “una alta incidencia de secuestros y robos con agresión”…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1941 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
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