FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: CARLOS PORTILLO.
Con la reforma energética aprobada a pesar del descontento de un amplio sector de la población, han quedado abiertas las expectativas acerca de los precios de las gasolinas, la electricidad y el gas natural para los meses y años venideros.
El panorama no resulta muy positivo, pues en un margen comparativo con EE.UU., se ha observado que mientras sus precios de gas natural bajaban de manera constante en los últimos seis años, en México ocurría lo contrario.
A causa de una producción mayor, entre 2008 y 2013, el gas natural en el país vecino disminuyó desde los 9 dólares por millón de unidad térmica (BTU’s), hasta los 3.7 dólares promedio anual. Dicha baja se reflejó en una caída del 50 por ciento en las tarifas de la luz consumida por la industria estadounidense, según estadísticas de Bloomberg en el 2012.
De manera contraria, en México la electricidad de alta tensión aumentó hasta 13 por ciento en el horario punta y 9.5 por ciento en el base, acorde con información de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Cabe decir que dicha comisión, junto con Petróleos Mexicanos (Pemex) y el sector industrial, figuran como los tres principales consumidores de gas natural en el país.
Juan Manuel Chaparro, presidente de Fomento Industrial de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), mencionó que México pudo haber importado gas natural desde EE.UU., aprovechando el bajón de precios, pero dejó pasar la oportunidad debido a la falta de ductos para transportar el combustible desde la frontera.
De esta forma, mientras que la producción de gas en el país ha sufrido una caída de 9.5 por ciento en los últimos cinco años, también se ha dejado en evidencia la mala infraestructura con la que se cuenta.
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