FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0.
AUTOR: ANTONIO JIMÉNEZ.
(15 de enero, 2014).- “Con la creación de un órgano anticorrupción sólo se pretende taparle un ojo al macho”, aseguró Mauricio Merino, doctor en Ciencia Política y profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en referencia al nuevo órgano, todavía sin nombre, que reemplazará a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y a la Fiscalía Anticorrupción, contemplado en la recién aprobada Reforma Anticorrupción.
Merino, afirmó que perseguir corruptos no funciona para eliminar la corrupción y mucho menos se acerca a la idea de un verdadero sistema integral de rendición de cuentas.
A su vez, consideró que la creación de un órgano que nació de una propuesta presidencial solo se aprobó por cuestiones políticas y para salvaguardar la idea de que se combatirá el problema.
El día de hoy durante el foro “El órgano anticorrupción: límites y oportunidades”, organizado por la Red por la Rendición de Cuentas, especialistas, criticaron de que a pesar que la nueva reforma anticorrupción contempla la creación de un órgano anticorrupción, realmente no existe hasta ahora una propuesta legal con claridad institucional y sistemática de cómo se logrará en los hechos.
Por lo que aseguraron de que a pesar de la falta de seriedad y eficacia política que los legisladores impusieron al aprobar la reforma anticorrupción, a despecho de los diagnósticos e investigaciones que se han realizado durante años, era necesario que las organizaciones ciudadanas asumieran el pragmatismo político para intentar llevar lo mejor posible y a buen puerto las políticas que el Estado mexicano desarrolle para combatir la corrupción.
Ricardo Raphael, analista político, aseveró que con la creación de una “súper policía anticorrupción que persigue al súper ladrón” se está tendiendo solamente a generar escándalos mediáticos, que tienen como riesgo de que el organismo institucional se desvirtué y funcione como mecanismo de persecución política.
El combate eficaz en contra de la corrupción en México sigue siendo una tarea pendiente en el país. El último informe del Foro Económico Global (WEF) señala que en México el principal factor que afecta la realización de negocios es la corrupción.
Recientemente, el Global Financial Integrity (GFI) indicó que México se convirtió en el tercer mayor exportador de flujos de dinero ilícito detrás de China y Rusia.
Asimismo, la posición del país en el índice de percepción de la corrupción publicado por Transparencia Internacional ha empeorado al pasar del lugar 72 en 2008 al 105 en 2012.
Entre los participantes en el foro estuvieron presentes, el senador Armando Ríos Piter y la senadora Laura Rojas; Mauricio Merino (CIDE), Eduardo Bojorquez de Transparencia Mexicana y Ricardo Raphael, entre otros.
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