FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ROSALÍA VERGARA.
MÉXICO, D.F. (apro).- Hace poco, Cristian vio a un niño que corría a abrazar a su padre cuando regresaba de trabajar en una mina de carbón, en Nueva Rosita, Coahuila, y pensó: “¡Cuántas cosas dejé de vivir con mi papá!”.
Por eso, después de ocho años, decidió sumarse al rescate del cuerpo de Vladimir Muñoz, uno de los 63 mineros que murieron sepultados en la mina de Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila, el 19 de febrero del 2006.
En la víspera del octavo aniversario del siniestro ocurrido en la mina, Cristian acudió, con otros 10 familiares de los mineros de la llamada Organización Familia Pasta de Conchos, al Senado de la República.
Al grito de “¡rescate ya!”, exigieron al procurador general de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, realizar otro peritaje para un eventual rescate de los restos de sus familiares.
“Todo ser humano merece una sepultura digna para que les podamos depositar flores”, dijo entre lágrimas la hermana de Jesús Álvarez, quien recordó que en 2013 el gobierno actual les prometió apoyarlos con el rescate. “Ya no halla una cómo hablar, cómo pedirlo”, confesó.
María del Rosario perdió a un hermano y dos sobrinos en la tragedia. Quiere enterrar a sus muertos porque su madre, de 75 años, quedó destrozada desde entonces. Lo mismo le sucede a Yolanda Ramos, quien perdió a un hijo en la mina. “Tengo la mitad de mi corazón ahí”, aseguró.
En la lucha con la llamada Familia Pasta de Conchos –que surgió luego del accidente–, Trinidad Cantú recordó que siempre quisieron rescatar los restos pero su voz sólo se ha quedado en el aire. Nadie les ha brindado una respuesta.
“Necesitamos acciones, no nada más que se nos escuche. ¡Ya no es justo lo que venimos padeciendo!”, se quejó.
Los niños Alberto y José Luis confesaron entre sollozos que extrañan mucho a sus padres muertos. Uno de ellos soltó: “desearía el rescate lo más pronto posible”. La tragedia en la mina dejó 165 niños huérfanos.
Denuncian trampas en ley minera
Los familiares de los mineros de Pasta de Conchos denunciaron ante senadores las “trampas” de las modificaciones a leyes secundarias de la Ley Minera. Aseguraron que éstas permiten la existencia de los llamados “pocitos” o excavaciones en zonas carboníferas hasta 100 metros de profundidad sin seguridad para los mineros extractores. Por esta razón, exigieron la cancelación de esos filones clandestinos.
Para mostrar el peligro, Jesús Fernando, de 14 años, dio testimonio de que en una explosión en un “pocito” ocurrida en el 2011, él perdió un brazo.
En la conferencia, los familiares también exigieron la prohibición irrestricta de las cuevas y las llamadas “minas de arrastre”. Acusaron que en ellas falleció la mayoría de los 105 mineros del carbón posteriores a los 65 de Pasta de Conchos.
Además, mostraron solidaridad y apoyo con las familias de los mineros fallecidos el pasado 12 de febrero en la mina Las Charcas, propiedad de la Industrial Minera México de Grupo México, considerada como “empresa socialmente irresponsable”.
Los expositores aseguraron que mientras en Francia, Alemania y algunas regiones de España se ha prohibido el fracking o fractura hidráulica para la extracción de gas lutita o shale, y en Canadá tienen una tregua de 30 meses para analizar el daño, en México los legisladores la aprobaron sin consideración al ambiente ni a los trabajadores.
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