FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: PATRICIA MUÑOZ RÍOS.
Más que alza salarial, en las empresas se negocia que no haya despidos.
Las cifras de empleo de 2014 han empezado a impactarse por las reformas estructurales, ya que este año los sindicatos están negociando más que el incremento de prestaciones o salarios, que no haya recortes, se mantengan las plantillas laborales y no se modifiquen los contratos.
El Sindicato de Trabajadores de la UNAM (Stunam) y la Alianza de Tranviarios de México (ATM) señalaron que las reformas ya empezaron a afectar a los trabajadores en varias formas. En primer término, dijeron, porque en el arranque del año se pararon las contrataciones formales de trabajadores, tanto en el sector público como en las empresas, hasta ver las repercusiones de las modificaciones hacendarias en las nóminas.
Coincidieron en que de nueva cuenta está creciendo el empleo informal, en tanto que en el sector formal las negociaciones contractuales y salariales se han visto muy presionadas y más difíciles por el incremento del costo laboral ocasionado por los cambios en materia fiscal.
La Confederación Obrero Revolucionaria (COR) indicó que en algunas industrias incluso se pactan jornadas reducidas o descansos obligados, a fin de que las empresas no despidan a personal.
Advirtió que este año las negociaciones salariales se abocarán más bien a defender las prestaciones que ya se tienen, así como la plantilla laboral.
El dirigente del STUNAM, Agustín Rodríguez, indicó que las cifras dadas a conocer por el Inegi respecto a la reducción del desempleo y el incremento del empleo informal significan que ahora las contrataciones se están haciendo en mayor medida sin prestaciones, por temporalidad, que es lo que quería el sector patronal: contratar trabajadores de manera temporal, sin darles el mínimo de la ley y sin compromisos, en un proceso permanente de mayor explotación.
Hay en el país gran oferta de mano de obra y poco empleo, lo que lleva a que los trabajadores se contraten por una semana o un mes, sin estabilidad, lo que significa el desmantelamiento de las prestaciones, de la seguridad social.
Reyes Soberanis, dirigente de la COR, expuso que también se ha reducido en forma importante la subcontratación (outsourcing).
Mientras en los sectores industrial y de servicios están ocurriendo varios fenómenos, como el hecho de que las empresas no están contratando, o cuando un trabajador es despedido, renuncia o se jubila, no se contrata a nadie más; con el mismo personal se cubren las actividades, de manera que se da una reducción hormiga de la plantilla laboral por esta situación.
Planteó que por la reforma hacendaria se han reducido también los parámetros de revisión salarial, y que los sindicatos de esta central lo que están buscando es tener mayor conciliación con las empresas para, por ejemplo, prorrogar la entrega de prestaciones. O bien en temporadas de baja producción se pactan jornadas reducidas, vacaciones para los trabajadores y otros esquemas. Todo para evitar el cierre de empresas o la reducción de personal.
Reyes Soberanís y Benito Bahena, de la ATM, señalaron que, desafortunadamente, en México muchos trabajadores siguen pasando de la economía formal a la informal, lo que es un indicador preocupante de la economía.
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