FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
APATZINGÁN, Mich: A las cinco para las seis de la tarde decenas de camionetas y autos, tocando las bocinas, entraron al centro de la ciudad saludando a la gente y con gritos de “¡viva Apatzingán!”.
En contra de los acuerdos que tenían con el gobierno federal, los autodefensas liderados por Estanislao Beltrán dieron vueltas en sus autos y con las armas abajo como instruyó el Comandante Cinco.
“Nosotros respetamos los acuerdos con el gobierno. Esta caravana fue para darle confianza al pueblo, que vea que no nos vamos a ir hasta limpiar Apatzingán de los criminales. Es sólo una muestra de la confianza que queremos darle, hasta que formen su consejo ciudadano y se defiendan solos”, justificó al final del recorrido Estanislao Beltrán, vocero de los autodefensas.
Tocando sus bocinas la hilera de varias decenas de camionetas pasaron frente al palacio municipal que fue abandonado por el edil Uriel Chávez, a quien señalan como familiar de Nazario Moreno.
“¡Arriba Apatzingán, mueran los Templarios!”, gritaron algunos autodefensas mientras pasaban por el edificio de gobierno.
A diferencia del 24 de octubre cuando fueron recibidos a balazos, en esta ocasión el ingreso de los autodefensas fue pacífico, sin incidentes. Incluso fueron vigilados por integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Durante casi media hora los autodefensas recorrieron las principales calles de Apatzingán recibiendo algunos aplausos y vivas a su paso.
Al final de la caravana venían escoltados por camionetas artilladas de la Policía Federal que los siguieron en su periplo por las calles y avenidas de Apatzingán.
También fueron vigilados por helicópteros artillados de la policía que los siguieron hasta que retornaron al Tianguis de Los Limones donde se compra y vende este producto que por años fue controlado por Los Caballeros Templarios.
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