FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: JONATHAN PÉREZ.
88 periodistas fueron asesinados del año 2000 a finales del 2013, y otros 18 han desaparecido en el mismo periodo, indica un informe presentado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
De acuerdo a RSF, México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas; “las amenazas y los asesinatos a manos del crimen organizado –incluso de las autoridades corruptas– son cosa de todos los días. Este clima de miedo, junto con la impunidad que prevalece, genera autocensura, perjudicial para la libertad de información”, indica el texto.
En el informe presentado ayer, Reporteros Sin Fronteras asegura que los Zetas y otras organizaciones criminales en el país mantienen prácticas predatorias contra periodistas, con la complicidad de funcionarios locales y federales.
“La impunidad sigue siendo la regla en la inmensa mayoría de los casos de asesinato y de desapariciones. Las investigaciones con frecuencia se cierran de prisa o se frenan debido a la lentitud burocrática”, señala el documento a propósito del asesinato del reportero Gregorio Jiménez de la Cruz.
Por otro lado, el Comité para la Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) indicó que en México, “a pesar de tener un nuevo Presidente, la libertad de prensa sigue viviendo un clima de peligro”.
La organización civil situó a México en el séptimo lugar del índice de impunidad a nivel internacional, ya que en 2013 fueron asesinados tres periodistas en circunstancias aún no esclarecidas en el sistema de justicia.
En su informe mundial titulado “Ataques a la prensa: periodismo bajo fuego cruzado en el 2013″, la organización aseveró que la ciudad de México, que habitualmente era el refugio para los periodistas que huían de la violencia en sus estados y “donde los políticos viven explicando que no existen grupos del crimen organizado”, sufre ahora los embates de éste.
En ese sentido, denunció que en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, los crímenes cometidos por la delincuencia organizada como homicidios, secuestros y extorsiones, no son cubiertos ni mencionados en la prensa local y nacional “porque están amenazados”.
Luego de un balance anual de 2013, el CPJ informó que en ese año hubo tres homicidios, un peridista fue desaparecido y tres se vieron en la necesidad de huir de sus lugares de origen.
Casos como el de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez Pérez, muestran como las investigaciones fueron truncadas y las irregularidades cometidas en el proceso llevaron a la anulación de la sentencia contra uno de los presuntos responsables.
Otro ejemplo es el del periodista Jesús Blancornelas, entonces director del Semanario Zeta, cuando en 2013 un juez desestimó las acusaciones contra uno de los pistoleros que lo intentaron asesinar en 1997.
En el caso de Gregorio Jiménez, encontrado en una fosa clandestina en el municipio de Las Choapas, Veracruz. Amnistía Internacional (AI) exigió a las autoridades federales y estatales que la indagatoria deberá agotar la posibilidad de que su asesinato ocurriera como consecuencia de su labor como periodista.
Gregorio Jiménez desapareció el pasado 5 de febrero en Coatzacoalcos, donde residía y el martes fue localizado sin vida. El periodista trabajaba para los periódicos locales Notisur y El Liberal del Sur.
Amnistía Internacional condenó el asesinato de Gregorio Jiménez y manifiestó su solidaridad con su familia, amigos y colegas.
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