FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ADRIANA AMEZCUA.
Representantes populares pidieron además preservar la unidad ciudadana para hacer frente a la corrupción y la ingobernabilidad.
Por unanimidad, los representantes del Congreso Popular aprobaron revocar las modificaciones constitucionales a los artículos 25, 27 y 28 en materia energética.
Al pie del Monumento a la Revolución, derogaron la reforma promulgada el pasado 20 de diciembre, con base en el artículo 39 constitucional que refiere que “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo… (y) tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.
Los más de dos mil representantes de diversos estados y del Distrito Federal alegaron que los poderes Ejecutivo y Legislativo avalaron una reforma energética contraria al espíritu del Constituyente de 1917, que ayer celebró su 97 aniversario.
Para que el decreto tenga mayor trascendencia, algunos juristas propusieron agregar un artículo transitorio para que se difunda masivamente entre los mexicanos, tal como se hace en el Diario Oficial de la Federación.
Aunque durante la sesión maratónica se planteó la toma de gasolineras e instalaciones petroleras en distintos estados, el Congreso Popular únicamente aprobó una acción de resistencia civil; una megamovilización de unidad hacia el Zócalo capitalino el próximo 18 de marzo, día en que se conmemorará el 76 Aniversario de la expropiación petrolera.
Desde las ocho de la mañana los representantes populares comenzaron a poblar la plancha donde yacen los restos del expresidente Lázaro Cárdenas. Los organizadores les pidieron dar una aportación de 100 pesos para sufragar los gastos del evento y llevar su propio “lunch”.
Denuncias múltiples
Pasadas las 11 de la mañana el periodista Virgilio Caballero pronunció el discurso inaugural del Congreso Popular.
Los legisladores –dijo– “a nombre de 118 mexicanos están entregando al país”. Y ni siquiera leyeron la iniciativa que votaron a favor. Y es que muchos responden a los intereses de la cúpula de sus partidos o sus intereses particulares.
Tras breves cortes musicales con canciones de protesta, Baltimore Beltrán habló a nombre del colectivo de arte y cultura, El grito más fuerte.
Patricia Rivas, del Frente de Medios Alternativos de Baja California, subió el tono al afirmar que el cártel criminal más poderoso está en Los Pinos, la Suprema Corte de Justicia y el Congreso de la Unión.
Luego se escuchó al sacerdote Miguel Concha, quien refirió que “la unidad no se va a lograr desde las cúpulas”.
Al mediodía apenas concluía la primera mesa del Congreso que algunos dicen fue tan trascendente como la Convención Nacional Democrática celebrada tras el levantamiento del EZLN en 1994.
A esa misma hora, Andrés Manuel López Obrador entregaba ante la Procuraduría General de la República una denuncia contra el presidente Enrique Peña Nieto por “traicionar” a la Patria con su iniciativa en materia energética.
En la primer sesión popular se hizo presente todo el mosaico de desgracias que azotan a México: los muertos y desaparecidos, los presos políticos, las autodefensas, las víctimas inocentes como los niños de la guardería ABC, por quienes se guardó tres minutos de silencio.
Algunos juzgaron que al final el énfasis sobre la cuestión energética se desdibujó inevitablemente. Es que hay tantos problemas y tanta frustración.
Quizá por ello al final del evento se oyó un grito frustrado. Un hombre solicitó no echar por tierra las cientos de propuestas emanadas del Congreso Popular.
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