FUENTE: SIN EMBARGO (REDACCIÓN)
Ciudad de México, 11 de febrero: Juan José Farías Álvarez, el hombre mejor conocido por su apodo (“El Abuelo”) y porque se tomó la foto con el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, habla con El País. Reconoce que sí estuvo preso tres años por posesión de un arma de uso exclusivo del Ejército, y revisa: “Me la pusieron ellos”.
El diario madrileño recuerda el escándalo entorno a “El Abuelo”: el periódico Reforma publicó una foto –tomada de un video del programa de Televisa Punto de Partida– en la que este individuo, originario de Tepalcatepec e identificado en 2009 por la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Defensa (Sedena) como lugarteniente del Cártel de Los Valencia, apareció en una foto con Castillo discutiendo, parece, temas de seguridad.
Ahora Farías pertenece a las autodefensas de Tepalcatepec y lucha contra Los Caballeros Templarios. Es casado, tiene tres hijos y varios nietos; es agricultor, ganadero y comerciante de queso, dice, y niega ser un narcotraficante:
“Si acaso podrían llamarme capón, porque me hice la vasectomía hace un año”, ríe durante la entrevista que le hace Paula Chouza, del periódico español.
“El Abuelo” dice a El País que confía en el gobierno de Enrique Peña Nieto: “Es otro Ejecutivo. Si fuera el de [Felipe] Calderón no confiaría”. Cuenta el momento de la foto con Alfredo Castillo, el pasado 5 de febrero: “Éramos unas 400 personas en esa reunión. Me acerqué a Castillo para pedirle que por favor investigara las cosas como son, no según los intereses de los Templarios, por los chismes, porque estas personas quieren manchar el movimiento, que no me fueran a hacer lo que en 2009”.
Dice que en ese año “llegaron los militares, le pusieron un arma y lo llevaron a la Ciudad de México. ‘Se usaban entonces los testigos protegidos [miembros del crimen organizado que negocian con las autoridades el paso de información]. Ellos dijeron todas esas estupideces, que si era del cartel de los Valencia, de los Zetas… pero yo no tenía ningún vínculo’”.
Agrega: “Aquí en México eres culpable hasta que demuestres lo contrario. Y al final se demostró. Me absolvieron de delincuencia organizada tras dos años y diez meses de proceso. Pero me dijeron: ‘por el arma te van tres años’”.
“El señor Castillo está diciendo públicamente que yo no tengo ningún vínculo, orden o investigación. Por el hecho de que estuve preso los Templarios aprovechan para manchar el movimiento”, insiste al diario español. “A la prensa le pido que investigue antes de llamar a una persona delincuente o capo”.
Concluye: “No hay ningún delito en defenderse. Es más delito dejarse robar”.
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