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Los detenidos por el secuestro y asesinato del periodista veracruzano Gregorio Jiménez de la Cruz negaron su participación en los hechos y, además, denunciaron ante los medios de comunicación locales que fueron objeto de presiones, amenazas y tortura para firmar su confesión, con lo que contradicen las afirmaciones del titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Veracruz, Amadeo Flores Espinosa, quien el pasado 11 de febrero dio por hecho su participación en el crimen y aseguró que el móvil fue “una venganza personal”.
El periodista de la comunidad de Villa Allende, en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, fue plagiado el miércoles 5 de febrero del interior de su casa. El 11 de febrero su cuerpo fue localizado en una fosa clandestina de Las Choapas, junto con los restos de otras dos personas, entre ellas el ex líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Villa Allende, Ernesto Ruiz Guillén, quien había sido “levantado” el 18 de enero pasado.
Colegas periodistas denunciaron que Goyo Jiménez cubría desde hace meses información de secuestros y extorsiones en la región, y en específico dio seguimiento al caso de Ruiz Guillén. Muchas de sus notas no las firmaba con su nombre y lo hacía con la etiqueta de “redacción”, por el temor que hay entre los periodistas a las represalias del crimen organizado y de los caciques locales, explicaron periodistas el 12 de enero.
Los propios comunicadores locales, además de la familia de Goyo y activistas en pro de la defensa de los derechos de los periodistas, rechazaron la versión del Procurador Amadeo Flores, quien afirmó que su asesinato fue “por una venganza personal”, y exigen una investigación seria que considere el trabajo de Jiménez de la Cruz como una posible razón de su muerte, pues ya no le creen al gobierno de Duarte de Ochoa.
Durante el gobierno de Duarte, de 2009 al cierre de 2013, se han cometido 132 agresiones contra la prensa, de acuerdo con la organización internacional Artículo 19. Diez periodistas han sido asesinados en ese periodo y tres permanecen en calidad de desaparecidos.
Aunque en las primeras horas de su arresto, algunos de los inculpados reconocieron haber participado en el crimen, ayer cuando fueron presentados ante el Juez Tercero de Primero Instancia Coatzacoalcos, Uriel Domínguez Colío –por cierto, hermano de la vocera del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, Gina Domínguez Colío– negaron su participación en los hechos e incluso denunciaron que fueron agredidos por las autoridades.
De acuerdo con e-consulta, antes de presentarse ante el juez, los detenidos plantearon frente a los medios de comunicación que fueron objeto de intimidaciones, presiones y tortura para firmar la declaración de su supuesta confesión.
Los seis implicados en el secuestro y asesinato del periodista Goyo Jiménez de la Cruz son cinco hombres y una mujer: Teresa de Jesús Hernández Cruz, señalada como autora intelectual, quien por supuestas diferencias personales y familiares le entregó 20 mil pesos a los integrantes de una célula delincuencial para que escarmentaran al comunicador de Villa Allende; José Luis Márquez Hernández, alias “El Pony”, presunto jefe de la célula; Santos González Santiago, “El Maní”; Jesús Antonio Pérez Herrera, “La Yegua”; Gerardo Contreras Hernández, “El Gotzi”, y Juan Manuel Rodríguez Hernández, “El Jumanji”.
José Luis Márquez y Jesús Antonio Pérez, en especial, se quejaron ante los reporteros –en el mismo juzgado de Xalapa– de haber sido golpeados y vendados “para que estampáramos nuestras firmas en las confesiones” que elementos policiacos y ministeriales leyeron luego a los inculpados.
Además, Teresa de Jesús Hernández negó haber pagado 20 mil pesos por el homicidio de Goyo.
Los seis se presentaron en la rejilla de prácticas del juzgado Tercero de Primera Instancia, donde se negaron a ratificar su declaración inicial ante el Ministerio Público, aduciendo haber sido torturados, por lo que se amplió el término constitucional a 72 horas para dar su declaración con el objetivo de que el juez pueda dictarles el auto de formar prisión o libertad en el expediente 51/2014.
LA DECLARACIÓN QUE NIEGAN
Por procedimiento, a cada uno de los inculpados se les leyó la declaración inicial. Sin embargo ésta no fue ratificada por ninguno de ellos.
En la declaración de los autores materiales se dio a conocer que el periodista fue decapitado en la madrugada posterior al día de su plagio.
“Llegó ‘El Jumanji’ a bordo del taxi número 64 de Las Choapas y nos llevó lo que yo le había pedido, es decir dos picos y dos palas. Las bajó ‘El Maní’ de la cajuela del taxi, cerré la cajuela y le pagué la cantidad de 500 pesos para que se retirara.
“Entre ‘El Maní’ y ‘El Babidi’ bajaron bajaron al periodista y entre todos nos introdujimos como unos 20 metros al interior. Decidimos cavar un hoyo como de metro y medio de profundidad y como de poco más de un metro de ancho. Tardamos como 40 minutos en hacer el hoyo.
“(…) Agarran el cuerpo y lo ponen boca arriba y le quitan la playera que traía, siendo una de color blanco. Posteriormente me incliné de lado izquierdo y le hice un corte en el cuello mientras que el periodista empezó a gritar que lo perdonara. Movimos el cuerpo dándole la espalda para seguirle cortando con la daga”, es parte de lo asentado en la primera la declaración de José Luis Márquez Hernández, “El Pony”.
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