lunes, 24 de febrero de 2014

El rastreo de su teléfono satelital, la clave para detener al ‘Chapo’ Guzmán

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS (REDACCIÓN)

De acuerdo con diferentes fuentes, el líder del Cártel de Sinaloa estaba dormido cuando elementos de la Marina, apoyada por la DEA, irrumpió en la habitación 401 del conjunto Miramar, en Mazatlán, Sinaloa.

El rastreo del teléfono celular de Joaquín Guzmán Loera fue crucial para que las autoridades lograran ubicar a Joaquín Guzmán Loera, ya que El Chapo hizo una llamada a uno de sus subordinados a quien le pidió ayuda para escapar de Culiacán donde el capo estaba oculto en un túnel.

Medios como el diario Reforma reportan que tras la detención de Daniel Fernández Domínguez El Pelacas, el pasado 12 de febrero, en Puebla, tenía en su poder 20 teléfonos celulares y se había comunicado recientemente con El Chapo e Ismael El Mayo Zambada.

Además, El Pelacas tenía registros de llamadas a números con lada de Sinaloa que pertenecían al personal de seguridad de El Mayo, comandado por Joel Enrique Sandoval Romero El 19, detenido hace algunos días.


La Agencia de Investigación Criminal y elementos de la Marina llegaron al municipio de Reforma, Sinaloa donde fue detenido Joel Sandoval y sus presuntos cómplices. Uno de los integrantes de la célula de El 19 llevaba en uno de sus celulares el número de Guzmán Loera, un teléfono satelital; fue la DEA quien proporcionó geolocalizadores de última generación que rastrearon el aparato, cuando el capo lo utilizó para hacer llamadas.

De acuerdo con La Jornada, gracias a la operación de los drones(que permitieron localizar el equipo de comunicación satelital de Guzmán Loera y con ello el lugar donde se escondía), el gobierno del vecino país y el alto mando de la Armada de México recibieron en tiempo real la información del operativo de las fuerzas especiales de la Marina.

Los servicios de inteligencia naval y de la DEA detectaron que el teléfono que utilizaba El Chapo se prendía únicamente para hacer llamadas y de inmediato lo apagaba, pero se logró cotejar su voz, hasta el momento en que el líder del cártel de Sinaloa lo prendió en los alrededores del condominio Miramar, en el puerto de Mazatlán.

Previamente, el lunes 17 de febrero el aparato fue encendido y salió una llamada de Loera pidiendo ayuda para huir de Culiacán donde permanecía escondido en un túnel. El aparato fue ubicado en un domicilio de la colonia Libertad de Culiacán, donde localizaron túneles ocultos debajo de tinas de baño, interconectados con el sistema de desagüe, por donde habría escapado.

El mismo lunes 17 el aparato fue ubicado en Mazatlán. Ahí, estudiaron los movimientos del Chapo y detectaron que el último eslabón de su seguridad era Carlos Manuel Hoo Ramírez, su inseparable guardaespaldas, quien también fue detenido la mañana del sábado.

El 22 de febrero, elementos de la Armada finalmente ingresaron al edificio de condominios Miramar, en la avenida Del Mar 608, colonia Tellería, donde el capo dormía, según diferentes fuentes. 

De acuerdo con el diario La Razón, cuando elementos de la Marina-Armada ingresaron a la habitación 401 del conjunto Miramar, en Mazatlán, Sinaloa, el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, estaba dormido.

Al verse sorprendido y sin saber cómo reaccionar para enfrentar a la autoridad o intentar un nuevo escape sólo pidió: “no disparen”, revelaron agentes federales.


“El Chapo” ingresó poco antes de las 15:00 horas al penal de máxima seguridad del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.

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