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Silva Ramos es amigo y uno de los funcionario “consentidos” del gobierno de Duarte de Ochoa. Su cercanía data de cuando ambos iniciaron sus carreras al amparo del priista Fidel Herrera Beltrán.
Esa amistad hacía suponer a los medios de comunicación y a una parte de la clase política veracruzana que Alberto Silva era “el delfín” de Duarte para las elecciones a la gubernatura en 2016. Con su llegada a la vocería, esa posibilidad ya es incierta.
La remoción se da en un contexto de crisis para la imagen del priista Duarte de Ochoa, luego del asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, que es ya el décimo comunicador asesinado en los cuatros años de gobierno de Duarte, lo que ha levantado una ola de criticas no sólo de periodistas mexicanos sino también extranjeros, además de señalamientos y exigencias de parte de grupos defensores de los derechos humanos.
De acuerdo con diversas organizaciones internacionales como Artículo 19 y Human Rights Watch, Veracruz es considerada hoy la entidad más peligrosa de México para ejercer el periodismo, además de ser líder en asesinatos y agresiones contra profesionales y medios de comunicación en el continente americano.
Gina Domínguez fue ampliamente criticada por medios independientes, periodistas y activistas por “el férreo control” que ejerció sobre la prensa oficialista para mantener una imagen de Duarte muy distinta a la realidad. Domínguez, se dice ampliamente en Veracruz, manejó la publicidad gubernamental como un recurso para mantener a raya a esos medios de comunicación, mientras que desató críticas y persecuciones contra los opositores, según denunciaron medios como Notiver.
El relevo de Gina Domínguez, a quien en Veracruz llamaban “Gobernadora”, se da nueve días del hallazgo del cuerpo del periodista Gregorio Jiménez, periodista de la comunidad de Villa Allende, en el municipio de Coatzacoalcos que fue plagiado el miércoles 5 de febrero frente a su domicilio.
El 11 de febrero su cuerpo fue localizado en una fosa clandestina de Las Choapas, junto con los restos de otras dos personas, entre ellas el ex líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Villa Allende, Ernesto Ruiz Guillén, quien había sido “levantado” el 18 de enero pasado.
Colegas periodistas denunciaron que “Goyo” Jiménez cubría desde hace meses información de secuestros y extorsiones en la región, y en específico dio seguimiento al caso de Ruiz Guillén. Muchas de sus notas no las firmaba con su nombre y lo hacía con la etiqueta de “redacción”, por el temor que hay entre los periodistas a las represalias del crimen organizado y de los caciques locales, explicaron periodistas el 12 de enero.
Los propios comunicadores locales, además de la familia de “Goyo” y activistas en pro de la defensa de los derechos de los periodistas, rechazaron la versión del Procurador General de Justicia del Estado, Amadeo Flores Espinosa –quien ayer renunció a ese cargo “por motivos personales”–, quien afirmó que el asesinato fue “por una venganza personal”, y exigieron una investigación seria que considere el trabajo de Jiménez de la Cruz como una posible razón de su muerte, pues ya no le creen al gobierno de Duarte de Ochoa.
En diversas protestas, periodistas veracruzanos y de todo México exigieron la renuncia del gabinete de seguridad del estado, así como de la ahora ex vocera, Gina Domínguez.
El primero en bajarse del barco fue el Procurador Amadeo Flores, quien ayer renunció a su cargo, y ahora lo hace Gina Domínguez, cuyo poder en el gobierno de Duarte parecía infranqueable.
Durante el gobierno de Duarte, de 2009 al cierre de 2013, se han cometido 132 agresiones contra la prensa, de acuerdo con la organización internacional Artículo 19. Diez periodistas han sido asesinados en ese periodo y cuatro permanecen en calidad de desaparecidos.
Sin embargo, este jueves, en el marco de la toma de protesta de Alberto Silva Ramos, la funcionaria Domínguez Colío aseguró que deja el cargo sin rencores y dijo que la presión internacional y social por el caso de Gregorio Jiménez nada tuvo que ver con su salida.
Alberto Silva Ramos, ex Alcalde de Tuxpan y ahora ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social del estado, tomará el lugar de Domínguez Colío.
Silva Ramos, de 46 años de edad, era considerado por diversos medios de comunicación como un aspirante serio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de la entidad. Sin embargo, su nueva responsabilidad lo saca de esa carrera sucesoria en Veracruz.
Para algunos analistas veracruzanos, el hecho de que Javier Duarte haya escogido a Alberto Silva para ocupar esta responsabilidad, más allá de que no tiene conocimientos sobre los medios ni es especialista ni ha ejercido el periodismo, es que es uno de sus hombres más cercanos.
Desde 2011, cuando comenzó su administración como Alcalde de Tuxpan, es considerado como “el consentido del Gobernador”. Pero, desde antes, Silva y Duarte comparten una amistad que data de sus inicios políticos, al amparo del ex Gobernador Fidel Herrera Beltrán de quien el ahora vocero del gobierno duartista fue coordinador de asesores en el Senado de la República en la LIX Legislatura. Además, bajo el mandato de Fidel Herrera (1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010) fue director general del Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal y subsecretario de Infraestructura Regional de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma).
Alberto Silva es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y licenciado en Administración por la Universidad del Golfo. Además realizó cursos especializados en Política Comparada en la GW de Washington, DC, y en la Universidad Complutense de Madrid, donde también coincidió con su amigo, el actual mandatario veracruzano.
Esta cercanía alimentaba los rumores en Veracruz de que Silva sería el “delfín” del Gobernador Duarte de Ochoa para sucederlo en diciembre de 2016. Pero, al parecer, la emergencia por el deterioro de la imagen del gobierno duartista a nivel nacional e internacional han cambiado esos planes.
GINA, LA “VICEGOBERNADORA”
Nació en Veracruz el 21 de octubre de 1962 y estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicación por la Universidad Veracruzana. Fue reportera del Canal 4 Más y varios diarios como El Sol Veracruzano, Sur y corresponsal de El Sol de México y Revista Impacto. Fue conductora de noticias de Grupo Avan Radio y directora de Información del periódico Milenio El Portal.
Comenzó como reportera de radio y televisión del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, donde posteriormente fue jefa de Información durante la administración del ex Gobernador Mario Villanueva Madrid.
María Gina Domínguez Colío era muy allegada a Villanueva. Sin embargo, tras la detención del ex Gobernador se trasladó a Veracruz donde retomó como jefa de Comunicación Social, al asumir Duarte la gubernatura.
Gina, se sabe en la entidad, sostiene una relación muy cercana a la esposa del ex Gobernador Fidel Herrera Beltrán, Rosa Margarita Borunda, e incluso entre los círculos del poder veracruzano la conocen como “la Vicegobernadora”.
Con más de 50 años de edad, María Gina ha sido acusada por varios periodistas y ex voceros del gobierno de Veracruz por abuso de poder contra algunos medios objetivos y que no tienen alguna dependencia del gobierno estatal, como fue el caso de Notiver.
En septiembre pasado, el empresario veracruzano Francisco Sánchez Macías, director general del Diario de Poza Rica y del Diario de Tuxpan, hizo una acusación pública contra Gina Domínguez por negarse a atender la exigencia de despedir a reporteros que cuestionan la administración de Duarte Ochoa. En una carta que se publicó en el semanario Proceso, Sánchez Macías denunció amenzas de la coordinadora de Comunicación Social del Gobierno estatal.
PROCURADOR TAMBIÉN RENUNCIA
Ayer, Felipe Amadeo Flores Espinosa, ex titular de Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz (PGJE) presentó su renuncia “por motivos personales” y agradeció al Gobernador “la oportunidad de trabajar con él”.
Flores Espinosa es el segundo Procurador que renuncia durante la administración de Javier Duarte.
En 2011, Reynaldo Escobar Pérez renunció a su cargo días después de que la Secretaría de Marina (Semar) hallara 32 cadáveres en tres casas de Boca del Río, además de los 35 que presuntos integrantes de Los Zetas dejaron tirados en una de las principales avenidas de ese mismo municipio.
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