jueves, 20 de febrero de 2014

PRI, PAN y PRD acuerdan desatorar reforma política del DF en marzo próximo

FUENTE: PROCESO (REDACCIÓN)

MÉXICO, D.F., (apro).- Luego de largos e infructuosos intentos por dotar de autonomía política y administrativa al Distrito Federal, incluido el Pacto por México, el Senado anunció hoy que la reforma política del DF será llevada al pleno la primera semana de marzo.

El presidente del Senado, el priista Raúl Cervantes, afirmó que hay compromiso de las bancadas del PRI, PAN y PRD para sacar la reforma adelante.

Senadores de las tres principales fuerzas políticas del país, se reunieron esta mañana con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien les explicó con detalle el dictamen que quedó listo en diciembre pasado.

Tras la reunión, Cervantes dijo que la percepción del encuentro es que la reforma está lista para salir en la primera semana de marzo. Precisó que hay compromiso del PRI con el PRD y que se tomará en cuenta las objeciones que hizo el PAN.


En conferencia de prensa posterior a la reunión, el también priista Emilio Gamboa comentó que hay el compromiso de su grupo de apoyar la reforma capitalina, no porque lo haya planteado el presidente Enrique Peña Nieto, sino porque es “una vieja demanda” y es un tema que quedó listo en diciembre en el proceso legislativo.

“No obedecemos a una intervención del Presidente, que respetamos muchísimo, es sin duda alguna el jefe político en mi partido, pero el Senado de la República tiene su reflexión y su pensamiento. Nos hemos comprometido como grupo parlamentario de analizar, discutir, debatir la Reforma que presentó el Jefe de Gobierno y quisiera decirle que vamos muy adelantados”, subrayó.

Por su parte, el panista Jorge Luis Preciado señaló que su partido todavía tiene objeciones sobre si el Distrito Federal debe ser tratado como otro estado de la República, con las mismas obligaciones y responsabilidades del resto de los estados, o se le deba dar un trato especial y diferenciado por ser ciudad capital.

El segundo debate, dijo, es si las delegaciones deben ser ayuntamientos como en el resto del país o deben tener un estatus especial, que se les llame delegaciones y en lugar de cabildo tengan concejales.

“Esa es la particularidad de nuestro debate interno, pero es un debate buscando resolver el tema, no tratar de bloquear ni de posponer la reforma que necesitan los capitalinos en este momento.

“(…) Creo que vamos a tener un debate muy intenso dentro de nuestro propio grupo y con las demás bancadas, porque hay que resolver muchísimos temas, el del desarrollo metropolitano, el tema de la seguridad, quién se va a hacer cargo; el tema del cobro de impuestos, de las finanzas; qué vamos a hacer con los poderes asentados dentro de la capital y quién los va a financiar”, dijo.

No obstante, señaló que hay disposición amplia de abordar todos los temas dentro de la discusión sobre la Reforma del Distrito Federal.

Por su parte, del jefe de gobierno capitalino señaló que pudo exponer con todos y cada uno de los grupos parlamentarios qué es lo que se busca para la Ciudad de México.

“Cada uno de ellos tiene, obviamente, su visión y de lo que se trata es que haya un documento final fortalecido con las expresiones políticas que cada uno de los grupos representa”, dijo y confió en que el DF puede estar próximo a “la consumación de una tarea de muchos años, de un viejo anhelo, de que se pueda alcanzar esta definición jurídica de su interacción con la república”.

La iniciativa busca una mayor libertad de gestión para la Ciudad de México, al permitir que facultades ejecutivas y legislativas dejen de depender de la Federación.

Mancera entregó su propuesta en agosto de 2013 a la mesa del Pacto por México, cuando el PRD todavía formaba parte de ella y la idea inicial era que se aprobara junto con el paquete de reformas constitucionales: la educativa, la fiscal y la energética, pero no fue así.

La reforma política del DF es un proyecto que data de muchos años atrás, el primer intento fue impulsado por el entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho Solís, actual senador del PRD, y el primer paso fue la creación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la cual, a pesar de estar conformada por diputados, no tenía el estatus de Congreso local. De aprobarse la reforma política, sí lo tendría.

El siguiente paso fue permitir, en 1997, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, la elección del jefe de gobierno. Antes, la designación del gobernante de la capital corría a cargo del presidente de la República, ya que el gobierno del Distrito Federal era considerado un departamento de la administración pública.

Sin embargo, aún está pendiente dotar a la ALDF de las mismas atribuciones de los Congresos estatales y al jefe de gobierno de las mismas facultades de un gobernador.

La reforma establece que el jefe de gobierno del DF podrá nombrar y remover al procurador capitalino y quedará sujeto a juicio político. En tanto, la ALDF podrá participar en las reformas constitucionales como el resto de los Congresos, Así, serían 32 y no 31 los órganos que participarían en las reformas.

Además, se establecen los elementos mínimos para favorecer la creación de un Estatuto Constitucional, que sería el equivalente de la Constitución estatal para la capital del país.

En el dictamen también se especifica que cualquier aspirante a gobernar la capital deberá estar respaldado por un partido nacional, es decir que no podrán gobernar la ciudad miembros de partidos locales.


Y como se trata de una reforma a la Constitución, deberá ser aprobada por al menos la mitad de los Congresos estatales y por las dos terceras partes de los diputados de la propia ALDF.

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