FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: ALINA ROSAS DUARTE.
“Le volvemos a pedir al Gobierno que atienda el desplome de los precios de los granos básicos. Exigimos que el Estado llegue primero que los coyotes para salvar a los productores y beneficiar a los consumidores del país”, demandaron esta mañana miembros de la organización campesina El Barzón.
A más de tres meses de que miles de productores agrícolas arribaran a la Secretaría de Gobernación para demandar que se hiciera caso de la emergencia económica y productiva a consecuencia del desplome de precios en los productos agrícolas, El Barzón demandó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y al subsecretario de la dependencia, Luis Miranda, que se cumplan los acuerdos pactados aquel 5 de noviembre.
“Por parte del Gobierno Federal y por parte de los estados la verdad es que no hay interés por el tema del campo, todo lo que hay es interés por favorecer a marcas y monopolios de los alimentos acaparadores y a los coyotes”, declaró en entrevista con REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO Uriel Vargas, secretario de Comunicación Social de El Barzón.
Reordenamiento del mercado agroalimentario, evitar el despojo a los productores de sorgo de Morelos y el Bajío, precios justos a los maiceros de Chiapas, Jalisco y Michoacán, un programa para defender a los productores de frijol de Zacatecas, Chihuahua y Durango y un Sistema Nacional de Compras Públicas para que las instancias gubernamentales realicen la compra consolidada de bienes de consumo alimenticio que beneficie a pequeños y medianos productores, fueron algunos de los acuerdos entre la organización campesina y el Gobierno, que a decir del Barzón, no se cumplieron.
“El incumplimiento de los acuerdos ha provocado que unas cuantas empresas que tienen el control del mercado del acopio, la comercialización y las ventas al menudeo hayan acumulado ganancias ilegales de más de 1,500 millones de pesos a partir de sacrificar el ingreso de los productores de frijol, maíz y sorgo”, señaló esta mañana El Barzón a través de un comunicado.
Por estas razones, la organización de productores agrícolas demandó castigar “la colusión establecida entre grandes empresarios que convienen la fijación de precios al productor y al consumidor”.
“Que se evite el despojo y se ponga orden en este mercado donde priva la ley de la selva sacrificando el bienestar de 3 millones de productores y 120 millones de consumidores”, pidió el Barzón, exigiendo que la comisión de competencia económica haga la evaluación de la concentración en el mercado agroalimentario y a partir de dicha evaluación se genere una nueva Ley de competencia económica “en la que ocupen un lugar fundamental las sanciones y el castigo a la manipulación del precio de los alimentos”.
“Cuando fue la crisis del maíz, lo primero que se hizo fue lanzar el mercado hacia Walmart, cuando fue la crisis del pollo, claramente había empresas ahí vinculadas que eran Bachoco y San Juan y lo primero que hicieron fue abrir cupos de importación para supuestamente para evitar que se elevaran los precios y lo primero que se hizo fue subir los precios a los consumidores”, señaló Uriel Vargas.
Vargas señaló que la Reforma en el Campo no ha sido un eje fundamental en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y si bien se han podido agregar capítulos del agro en las reformas Hacendaria, Energética y Fiscal, han sido “una serie de factores que hacen ver que el campo no les interesa ni al Gobierno Federal ni a los gobiernos estatales”.
La organización campesina demandó que el gobierno emita un decreto para constituir mediante la unificación de Diconsa y Liconsa una sola empresa que entre a competir al mercado de acopio, comercialización y venta al menudeo, la cual advirtieron, no será un nuevo monopolio comercial sino un nuevo competidor.
Esta tarde, productores de Jalisco y Morelos se movilizaron en sus estados en el marco de la II Reunión Nacional de Productores en Guadalajara que se llevará a cabo mañana, “lo único que demandamos es que se cumpla lo pactado. No queremos que se siga castigando a los que producen los alimentos que comemos los mexicanos. No queremos mayores abusos a los consumidores”.
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