FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: JAVIER ESTRADA.
Ambos jueces no solamente comparten el mismo estatus ante la Judicatura Federal por irregularidades procesales, también su gusto por los casinos y por su familia.
Los jueces suspendidos Ricardo Hiram Barbosa Alanís y Luis Armando Jerezano Treviño, comparten más que una amonestación que los impide ejercer su cargo: ambos son compadres de bautizo desde hace 10 años.
Los dos fueron suspendidos por el otorgamiento indebido de suspensiones provisionales y definitivas en amparos con irregularidades procesales, pero también los une una relación de compadrazgo bajo la doctrina católica.
Barbosa Alanís es uno de los tres funcionarios del Poder Judicial de la Federación que apadrinaron a los hijos de Jerezano Treviño, investigado por lavado de dinero por la Agencia Antidrogas estadounidense, la DEA, y la Procuraduría General de la República.
Entre los padrinos de los trillizos que el juez procreó con su esposa Claudia Zulema Alanís Treviño, convertida en cómplice de sus operaciones ilegales, también hay un magistrado y un integrante del Consejo de la Judicatura Federal.
Los niños fueron bautizados por el presbítero José David Martínez Soldán, en la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, en Monterrey, el 17 de abril de 2004, un año después de su nacimiento.
De acuerdo con las constancias de bautismo, firmadas por el párroco Armando de León Rodríguez, el juez Barbosa Alanís se convirtió en el padrino de la pequeña Norma.
Hace dos semanas se publicó que el Pleno de la Judicatura Federal resolvió iniciarle al compadre un procedimiento de responsabilidad administrativa, después de haber sido sometido a una extensa investigación que ha durado tres años.
Reporte Indigo informó que el organismo colegiado halló 5.7 millones de pesos injustificados que el funcionario tenía con su familia en una cuenta bancaria, y que no corresponden con los ingresos que percibía como titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa en Nuevo León.
La relación entre los dos compadres se remonta a casi dos décadas.
Se conocieron en 1996, cuando cursaron su carrera en el Instituto de la Judicatura Federal, en la Especialización Judicial Extensión Nuevo León.
Más adelante, cuando Barbosa Alanís debutó como juez Primero de Distrito en Materia Administrativa en Baja California Sur, tuvo como secretario adscrito en su Juzgado a Jerezano Treviño.
Entre el 2000 y 2001, en la ciudad de La Paz, los compadres comenzaron una dupla que, luego del ataque al casino Royale, pondría bajo sospecha la actuación del Poder Judicial de la Federación en el tema de los juegos de azar.
Desde su posición, Barbosa Alanís otorgó amparos que fueron estratégicos para la instalación de casas de apuestas en Monterrey y su zona metropolitana, como el Poker City, el Revolución y el SportZone.
Esos establecimientos operaron con las suspensiones concedidas por el funcionario sancionado, aunque carecían de permisos municipales.
El 20 de septiembre de 2011, a través de un comunicado de prensa, la Judicatura Federal vinculó la investigación de Barbosa Alanís con la de Jerezano Treviño, por sus actuaciones como juzgadores.
Otro de los compadres es el consejero Edwin Noé García Baeza, quien apadrinó al pequeño Luis P.
El originario de Progreso, Yucatán, es actualmente secretario Ejecutivo de Carrera Judicial, Adscripción y Creación de Nuevos Órganos en la Judicatura Federal.
Según su currículo, disponible en línea, se convirtió en magistrado de circuito en octubre de 2009.
García Baeza está vinculado con el secretario Ejecutivo de Disciplina del mismo organismo colegiado, Carlos Manuel Padilla Pérez Vertti, quien tiene en sus manos el proceso en contra de los dos jueces.
Este último, casualmente, se desempeñó como titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa en Nuevo León, cargo que ocupaba Barbosa Alanís al momento de ser suspendido.
Finalmente, el otro compadre de Jerezano Treviño es el magistrado Clemente Gerardo Ochoa Cantú, presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, con sede en Xalapa, Veracruz.
El padrino del niño Luis A. es originario de Monterrey y cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Antes de convertirse en magistrado, en septiembre de 2000, se desempeñó en diferentes cargos dentro del Poder Judicial de la entidad.
Fue oficial administrativo y secretario de la Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León y abogado auxiliar de la Dirección Jurídica Municipal de Monterrey.
Además, fue actuario de los Juzgados Segundo y Tercero de Distrito en el Estado, así como secretario del Segundo y Tercer Tribunales Colegiados, y del Juzgado Cuarto de Distrito.
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