La magistrada María del Carmen Alanis Figueroa, de la Sala Superior del TEPJF, sostuvo que ambos organismos resguardan la estabilidad democrática y la paz social al resolver, por la vía del Derecho, las controversias suscitadas en los procesos electorales.
La magistrada María del Carmen Alanis Figueroa, de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), aseguró que esta institución y el IFE han entregado buenas cuentas a los ciudadanos desde su creación.
Destacó además que “el conflicto ya no es la organización de las elecciones, cuantitativamente hablando, es la vida interna de los partidos”.
La responsabilidad de impartir justicia electoral en el país recae, en partes iguales, entre el Instituto Federal Electoral (IFE) y el TEPJF.
Al participar en el primer día del Foro 23 Años de Historia Democrática del IFE, sostuvo que ambos organismos resguardan la estabilidad democrática y la paz social al resolver, por la vía del Derecho, las controversias suscitadas en los procesos electorales.
Alanis Figueroa explicó que gracias a la existencia del IFE y del TEPJF ha sido posible alcanzar un modelo de justicia electoral que logra su consolidación en la certeza que ofrecen las resoluciones que emiten.
En la mesa denominada "Los retos para el IFE, después de la alternancia", la magistrada afirmó que el instituto y el tribunal han entregado, desde su creación, buenas cuentas a las y los ciudadanos.
Además, en el caso del TEPJF la carga jurisdiccional creció, de 2000 a la fecha, a una tasa anual de 83 por ciento en promedio, derivado de tres factores fundamentales: el reconocimiento de la competencia del tribunal para resolver, como última instancia, asuntos de las autoridades electorales de los estados, a través del juicio de revisión constitucional.
El segundo factor es el incremento en el número de juicios para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano que se presentan ante el organismo jurisdiccional.
En la actualidad, mencionó, siete de cada 10 asuntos que se reciben son demandas de los militantes o simpatizantes contra autoridades de los propios partidos políticos. “El conflicto ya no es la organización de las elecciones, cuantitativamente hablando, es la vida interna de los partidos”, planteó.
La magistrada Alanis Figueroa resaltó de manera particular el aumento de los recursos de apelación presentados ante el TEPJF, en específico durante la elección presidencial de 2012.
Más adelante, dijo que la justicia electoral enfrenta desafíos innovadores que tienen qué ver con la naturaleza de la política, donde se introducen nuevas materias como son la paridad, el género, la reelección legislativa y las candidaturas independientes.
También las nuevas regulaciones constitucionales a la Ley Federal de Consulta Popular, abundó.
Puntualizó que el anhelo de la inclusión no puede esperar ya que la democracia mexicana y en particular la electoral sólo serán eficaces “con la representación de todas y de todos, independientemente del origen étnico o el lado de la frontera en la que nos encontremos. Son nuevos desafíos que deben alcanzarse con un trabajo conjunto”.
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